El exjefe de la Oficina Técnica del Ayuntamiento de Arrecife, Rafael Arrocha, ha implicado a la exalcaldesa María Isabel Déniz en la alteración del concurso para la adjudicación de la recogida de basura en la capital lanzaroteña.

Arrocha, que declaró en la primera sesión del juicio del caso Jable en la Audiencia Provincial, ha reconocido que tuvo “acceso” a la documentación presentada por todas las empresas que participaron en el concurso público. Aseguró que se la facilitó el entonces secretario municipal, Felipe Fernández Camero.

En aquel momento, en el mes de mayo de 2002, comprobaron de forma irregular, tras ver todas las ofertas, que Tecmed, empresa que luego se transforma en Urbaser, iba en segunda posición. Arrocha declaró en el juicio que se introdujeron “mejoras” en la oferta de la citada empresa porque le interesaba a la entonces alcaldesa.

“Arregla esto como sea”, le dijo la alcaldesa al jefe de la Oficina Técnica, según la versión de Rafael Arrocha. Las “mejoras” para modificar la oferta de Tecmed (Urbaser) se las trasladó Arrocha al que era responsable de la empresa en la Isla, Jacinto Álvarez, que en sus agendas iba apuntando el pago de presuntos sobornos a técnicos y políticos vinculados al Ayuntamiento de Arrecife.

Según Arrocha, el gerente de la empresa apuntó en su presencia: “Ver a Felipe Fernández, entregar los pliegos”. Señaló que “Felipe lo hizo con la intención de beneficiar el planteamiento de la alcaldesa”, y que la única manera de hacerlo era modificar las mejoras. “Creo que el secretario estaba de acuerdo”, dijo, aunque no concretó que tuviera constancia de ello: “Yo entendía que estaba al corriente”.

180.000 euros de soborno

Arrocha reconoció que cobró 180.000 euros por ese amaño, algo que ratificó uno de los directivos de Urbaser, Francisco Martinez Llerandi, que es quien le dio el dinero en varias entregas. La oferta se completó sacando “cinco o seis folios donde se hacía mención de esas mejoras, de una carpeta de anillas”, y cambiándolos por otros que le dio Jaciento Álvarez posteriormente.

Admitió que fue a cenar con los directivos de Urbaser, junto a Isabel Déniz, en varias ocasiones en Viridiana (Madrid) y en Galicia, y que todo lo pagaba la empresa, tanto el viaje como la estancia. Arrocha dijo que había pasado cuatro años y medio en la cárcel, que está arrepentido y que aún sigue pagando la responsabilidad civil.