El sector vitícola podrá resarcirse este año de “la peor vendimia de la historia de la Isla”, tal y como describen los viticultores la anterior campaña de 2016, que ahora se compensa con creces con una vendimia con unas previsiones de recogida de 2,5 millones de kilos de uva, un fruto que se presenta “de calidad” y que según los propios viticultores permitirá elaborar un “vino excelente”.

El inicio de la recogida se ha adelantado casi una semana a lo habitual para evitar que las altas temperaturas vividas estropeen el fruto. Los viticultores de Lanzarote se encuentran inmersos en una vendimia sobre la que todos coinciden en destacar que “va a ser muy buena”, igualando datos de 2014, una de las mejores sin contar con la de 2015, el año en que se superaron los 3,7 millones de kilos de uva.

Las previsiones apuntan a que se conseguirá alcanzar los 2,5 millones de kilos de fruta, después de una campaña anterior de tan sólo 600.000 kilos y que perjudicó al sector económicamente, al tiempo que ha supuesto para algunos productores acabar con unas bodegas vacías que ahora trabajan en llenar. La vendimia comenzó el pasado 24 de julio y ya se encuentra prácticamente recogida la variedad malvasía volcánica, la de mayor producción de la Isla.

Los viticultores de Lanzarote, inmersos en plena campaña, denuncian que las ayudas siguen beneficiando más al plátano que a la uva

Desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Lanzarote, la técnico Nereida Pérez destaca que este año la cosecha viene mejor: “Tuvimos mejores condiciones de frío en los meses de noviembre a enero, lo que provocó que la viña hiciera la parada vegetativa y pudiera acumular reservas para la brotación que se produce una vez realizada la poda”. “Hemos tenido una brotación más homogénea, brotes más fuertes, y estamos ante una mejor fertilidad de las plantas, lo que ha conllevado una mejor producción”, añade la técnico, que subraya que “la calidad viene muy buena, con racimos limpios”.

Como es habitual, la vendimia se realiza de forma escalonada por las distintas zonas vitícolas de la Isla y por variedades. Así, a la malvasía volcánica le seguirá la listán blanca, listán negra y syrah, para continuar con las variedades más tardías, como son la diego y la moscatel. Los técnicos del Consejo destacan además “la importante labor de selección” que están llevando a cabo los viticultores y apuntan que “la presente cosecha dará como resultado unos vinos excelentes”. Otro factor importante es que la uva se ha librado de la enfermedad. En definitiva, será “una buena cosecha y de calidad”, según resalta el presidente del Consejo Regulador, Rafael Morales.

Ayudas

Uno de los temas espinosos a los que se tienen que enfrentar los viticultores lanzaroteños campaña tras campaña es, según Juan José Otamendi, de la bodega El Grifo, la discriminación que sufre la uva en favor de la producción platanera. “Todas las ayudas que da Europa, y que son generosas, se van al plátano, porque es la base política del partido que gobierna”, denuncia. “Esto no tiene solución a no ser que haya una revolución”. Si bien por experiencia sabe que es muy difícil poner en común, ya no sólo a los viticultores lanzaroteños, sino a todos los del Archipiélago.

Otamendi tampoco entiende cómo un cultivo que exige tanta agua como el plátano y que “está casi todo bajo plástico”, es decir, con “poquísimos” valores medioambientales, se encuentra tan favorecido en detrimento del viñedo. Desde Bodegas La Geria, Ramón Melián comparte la misma filosofía: el plátano gana a la uva. “Cobran 20 veces más por hectárea que la vid. Siempre se ha demandado que la ayuda por hectárea se aumentase”.

Junto a esta discriminación sufrida en materia de subvenciones, el sector se enfrenta también a que 120 viticultores se encuentran con la ayuda suspendida. Desde el Consejo Regulador explican que a la hora de efectuar el pago hay diferencias entre los datos del Sistema de información geográfica de parcelas agrícolas (SigPac) y los del Registro Vitícola. Las bases de datos no coinciden en su totalidad y eso ha provocado que muchos viticultores no hayan cobrado la ayuda, y otros han cobrado con una reducción de la superficie. Desde el Consejo Regulador se está preparando un recurso de alzada para todos los afectados.

Pocas pólizas

La subvención que se tramita a través del Consejo Regulador para el mantenimiento del cultivo de vides destinadas a la producción de vinos con denominación de origen protegida, sigue siendo la misma, 1.485 euros por hectárea si no tienen seguro agrario tramitado y 1.650 euros si lo tienen. Sin embargo, en la actualidad tan sólo hay unos 60 viticultores con seguro de un total de 1.789 censados, según el Consejo Regulador.

Al respecto, el presidente del ente matiza que en la pasada campaña, los viticultores que no vendimiaran o tuvieran poca cantidad de uva, se tuvieron que enfrentar a pérdidas y aquellos que tenían póliza de seguro “pudieron compensar, pero han sido pocos”. Desde el Consejo Regulador se anima a los viticultores a que se hagan con una póliza de seguro para sufragar las pérdidas que las condiciones climatológicas y otros factores puedan provocar a la cosecha.