Un pleno de presupuestos pero casi sin presupuestos
En el pleno de los presupuestos se habló de muchas cosas y poco de los presupuestos. Es algo ya habitual en el Cabildo. Hay muchas cuentas pendientes entre los consejeros y casi ninguno deja pasar la oportunidad de manifestarlo en público. Se habló mucho de cuestiones de orden, algo recurrente desde que San Ginés es presidente.
El presidente comenzó haciendo una reflexión sobre la forma elegida para aprobar el presupuesto y dijo que así se sabrá si la oposición le permite gobernar o cambian al gobierno. “Los ciudadanos -dijo- no pueden ser víctimas de esta situación”. Y tras esa reflexión, llegó la primera discusión sobre el procedimiento, y tuvo que intervenir el secretario, que no le dio la razón al presidente, pero dio algún que otro rodeo para no dársela.
El consejero de Hacienda, Luis Arráez, explicó los presupuestos: 108 millones, con casi 34 para pagar al personal (782 empleados públicos, de los que sólo 86 son funcionarios), aunque la situación se ha adaptado a las circunstancias. Hace siete años había 919 empleados. Arráez calificó los presupuestos como necesarios para reducir la deuda, el déficit y la sostenibilidad (en este caso aumentarla), y dijo que desde 2009 se ha reducido la deuda en más de 20 millones, y que hoy está en 33, a los que hay que sumar seis más del crédito que se va a pedir para inversiones.
Para el Consejo Insular de aguas van 0,8 millones, para los Centros Turísticos 21 millones y para el Instituto de Atención Social casi cinco. Doce millones irán a subvenciones y casi 15 a inversiones. Bienestar Social recibe 25 millones, Residuos cuatro, Obras Públicas siete, Educación y Cultura 6,5, Empleo 1,7, Juventud y Deportes 4,3 y Turismo tres millones.
Pero no todo iba a ser un camino de rosas. Mary Paz Cabrera, de Alternativa Ciudadana, calificó al grupo de gobierno de cobardes y antidemocráticos y de hacer un corta y pega. Reclamó en sus dos intervenciones unos presupuestos participativos y repasó una larga lista de partidas no ejecutadas durante 2013. San Ginés habló de “infinita demagogia”, una de las palabras más escuchadas en la sesión, aplicada en todas direcciones.
Fabián Martín buscó lucirse en su intervención citando a Cervantes, a la Biblia y a Octavio Paz
Fabián Martín buscó lucirse en su intervención citando a Cervantes, a la Biblia (el salmo de los entierros) y a Octavio Paz, aunque metió un gazapo preguntando “¿a qué me ataño?” en lugar a de “a qué me atengo”. Los Rinconete y Cortadillo cervantinos los convirtió, para San Ginés y Caraballo, en “Arrinconado y Cortapisas”. “Una intervención tan literaria como inapropiada”, dijo San Ginés, siempre tan conciliador.
El portavoz del PSOE, José Antonio Gutiérrez, comparó el pleno con el Teatro de La Latina, por lo de la alusión a Cervantes (aunque en La Latina siempre había obras de Lina Morgan) y centró su primera intervención en atacar a Alternativa Ciudadana. En la segunda repartió su tiempo entre PP y PIL, de quien dijo que el PSOE no tiene nada que aprender (quizá porque ya lo aprendió todo en el pasado).
Y más cuestiones de orden. Astrid Pérez, cuestionada por levantarse durante la sesión o por estar en el Parlamento, invitó a San Ginés a que se sometiera a una cuestión de confianza y éste le contestó que no cabe esa posibilidad. Rebautizó a Arrinconado y Cortapisas como Mortadelo y Filemón y se atrevió con Hegel, que decía que “no hay amo sin esclavos” porque San Ginés ha encontrado en el PSOE a su esclavo (Gutiérrez contestó que si fuera por el PP aún existiría la esclavitud), y acabó acusando al presidente de buscar “triquiñuelas para atrincherarse” (no es un trabalenguas).
Pérez se atrevió con Hegel, que decía que “no hay amo sin esclavos”, en alusión a los socialistas
El portavoz del PSOE quiso quedar como un defensor de la democracia (hace más de 30 años) frente a la consejera de Alternativa y ésta le dijo que hay que devolver el poder al ciudadano para que decida qué se hace con su dinero. Peor fue lo de Arráez, que dijo que en el Cabido en 2004 se hizo una experiencia muy enriquecedora de presupuestos participativos (tanto, que quedó en nada) pero que es “un proceso muy largo de formación de la ciudadanía”. Es decir: para ser ciudadano y elegir el presupuesto hay que estar formado pero para ser consejero no se exige ningún requisito.
El nivel general del pleno se puede resumir en esta anécdota: San Ginés le dice, ya terminando la sesión a Astrid Pérez: “Tiene usted la feísima costumbre de interrumpir constantemente”, y Astrid Pérez contesta (interrumpiendo): “Y usted también”. “Ya, pero yo puedo hacerlo”, dijo San Ginés, encantado de ser presidente.
Comentarios
1 Anónimo Lun, 17/02/2014 - 21:49
2 Antn Mar, 18/02/2014 - 00:15
3 Flaneur Mar, 18/02/2014 - 13:09
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