El abogado Javier Díaz-Reixa y el geógrafo Jonathan Gómez Cantero intervinieron en la Sociedad Democracia de Arrecife en una charla presentada por Jaime Puig y organizada por “Canarias dice no a las petroleras” para hablar de los riesgos sísmicos y de los aspectos legales de las prospecciones de Repsol en Canarias.

Díaz-Reixa, que lleva la representación de Ben Magec en el pleito contra las prospecciones, explicó la evolución de la autorización a Repsol desde el año 2001, la legislación ambiental y los detalles de la Evaluación de impacto.

Señaló que el Tribunal Supremo ha obviado las cuestiones ambientales, cuando la presencia de hábitats y especies protegidas en el lugar de las prospecciones “es incontestable”.

Señaló igualmente que los datos de posible riesgo en esa Evaluación se han manipulado, minimizando de esta forma el riesgo, que no es ínfimo como asegura sino que supera el cuatro por ciento de probabilidades, y recordó que sólo tres meses antes del desastre del Golfo de México, unos expertos aseguraron en el Pentágono que no existía riesgo. Señaló se van a centrar en presentar alegaciones a la autorización final antes del 1 de agosto, y con ello a la Evaluación de impacto.

Por su parte, Gómez Cantero, geógrafo y experto en riesgos ambientales, apeló en primer lugar a una actitud ética de los técnicos que intervienen en este tipo de expedientes y puso como ejemplo la escasa rigurosidad de la Evaluación de impacto ambiental del proyecto Castor, el almacén de gas ahora paralizado porque su actividad ha provocado 500 movimientos sísmicos en tres meses. Explicó que no se tuvieron en cuenta las fallas geológicas.

Según Gómez Cantero, los datos que se han usado para evaluar los riesgos sísmicos en las prospecciones de Repsol no están actualizados y son datos que califican a Canarias como zona de baja peligrosidad sísmica. “La Evaluación de impacto no tiene en cuenta los peores escenarios posibles”, señaló.

Sobre los riesgos sísmicos, se reconoce en la Evaluación que la zona está poco investigada desde el punto de vista sísmico, que no se contempla la sismicidad asociada al volcanismo, que no se han estudiado las fallas más cercanas a la zona de los sondeos. En definitiva, que tiene grandes carencias.

Finalmente, puso como ejemplo de riesgos mal calculados en otros lugares el del Volcán Lucy en Indonesia, surgido tras unas prospecciones para buscar gas y donde no se hicieron los estudios previos suficientes. Señaló que en el caso de Canarias “se olvidan, minimizan y no se analizan los riesgos sísmicos y volcánicos”.