Hasta siete funcionarios prisiones resultaron lesionados en el año 2022 en actuaciones relacionadas con internos en la cárcel de Tahíche, según ha denunciado este jueves el sindicato ACAIP-UGT.

El 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, proclamado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), destaca el sindicato, que añade que la celebración consiste “en una campaña anual internacional para promover el trabajo seguro, saludable y digno”.

Así, la campaña para 2023 tiene como lema “un entorno laboral seguro y saludable es un principio y un derecho fundamental en el trabajo”. Sin embargo, subraya la organización sindical, “las prisiones españolas distan mucho de ser un espacio de trabajo de seguro para los empleados públicos”.

“Desde ACAIP-UGT, con motivo de este día, denunciamos las agresiones que sufrimos los trabajadores penitenciarios en nuestro trabajo”, expone el sindicato.

Según datos oficiales, durante el año 2022, los trabajadores penitenciarios sufrieron 453 agresiones, lo que supone una cada 19 horas.

De estas agresiones, siete se produjeron en la prisión lanzaroteña. “Una cifra en realidad mucho más elevada ya que estos datos no reflejan todas las incidencias que se producen en una prisión, tan solo aquellas en las que el trabajador requiere asistencia médica”, aclara el sindicato.

Para la organización sindical, “es preciso que los medios de protección sean acordes a las funciones que los trabajadores penitenciarios realizan, no se pueden seguir utilizando los mismos medios de hace 20 años, en la actualidad existen medios más ligeros, más efectivos que los que se suministran, y a menor coste económico”.

Así, considera que “la administración debe velar por la seguridad de sus trabajadores”, por lo que desde ACAIP-UGT insisten “en la necesidad de protocolos adecuados para prevenir las agresiones y derogar el actual que se ha mostrado ineficiente”.

“A su vez, debe realizarse una evaluación precisa de los riesgos psicosociales de los trabajadores”, reclama el sindicato. “El entorno penitenciario es muy complejo por la diversidad de situaciones a las que se enfrenta un trabajador que, con escasos minutos de diferencia puede tener que hacer frente a un intento de suicidio de un interno, una agresión, un incendio, o a solventar otras muchas tareas burocráticas y de atención al recluso”, añade.

El sindicato reivindica la modificación de la Ley Organiza General Penitenciaria para que los trabajadores penitenciarios pasen a ser considerados agente de la autoridad, que “lleva parada en el Congreso desde hace más de una año”. Esto, apunta el sindicato, “pueda servir de freno a las agresiones sufridas por los empleados públicos penitenciarios”.

“Asimismo, es necesario facilitar a los trabajadores la formación necesaria para enfrentarse a estas situaciones violentas y el apoyo psicológico adecuado cuando se producen ataques verbales y físicos”, apunta.

“Las mejoras en seguridad y salud laboral y la cobertura de plazas vacantes, 17 en Lanzarote, la mayoría en el área de vigilancia, sigue siendo la gran asignatura pendiente de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y urge una negociación efectiva y real con los agentes sociales para buscar las soluciones adecuadas que acaben con esta lacra de agresiones en los centros penitenciarios”.