En los apartamentos Senator de Costa Teguise siguen viviendo once familias sin agua corriente ni luz. Los apartamentos, que pertenecían al Hotel Beatriz, están abandonados. Hace un año y medio empezaron a ser ocupados por personas sin recursos, entre los que hay cuatro familias con siete niños menores de diez años. En los Juzgados de Arrecife no consta ninguna denuncia ni procedimiento de desahucio contra estas personas.

En el complejo hay dos personas que son propietarias de sus apartamentos y que sí tienen agua corriente pero tampoco tienen luz. Se arreglan con una placa solar y un equipo electrógeno. Hace meses había problemas con los vecinos de otros complejos porque llegaron a los apartamentos otras treinta personas con muchos menores que ya se han marchado.

Las personas que se han quedado reclaman poder engancharse al suministro de agua y al de electricidad y que el Ayuntamiento les facilite una bandeja para poder retirar los escombros y basuras que han ido limpiando y que tienen acumulados en un rincón. Jose, una de la personas que vive en estos apartamentos, asegura que "del Ayuntamiento aquí no ha venido nadie", sólo la Policía".

María Ángeles asegura que en Canal Gestión, para darles el suministro de agua, les exigen un informe de los servicios sociales municipales que garantice que están en una situación de necesidad. "Desde hace cuatro meses ni siquiera nos han dado cita para recibirnos la documentación que tenemos que entregar", señala. "No queremos el agua gratis, queremos nuestros derechos para poder cumplir con nuestros deberes", asegura.

Los vecinos están adecentando poco a poco algunas zonas comunes del complejo. Han colocado parterres con plantas, han limpiado las partas comunes de la primera planta y han retirado escombros. Los apartamentos por dentro, están en buenas condiciones. También han acondicionado y pintado uno de los apartamentos como una especie de "club social" en el que recibe clases particulares el nieto de María Ángeles, de ocho años.

Necesitan un informe de servicios sociales del Ayuntamiento para que les den el agua y aún no les han atendido

El agua la llevan en garrafas "desde donde podemos", dice. Se hacen viajes en los que se consigue agua para todos. "La convivencia ahora es muy buena", señala Jose, que añade que ya no hay problemas con los vecinos: "ya no fiestas, no hay ruido, no hay cacas de perro y hay respeto".

Fati es un mecánico senegalés que fue el primero que ocupó en estos apartamentos hace un año y medio. No tiene contrato desde hace seis o siete años pero hace algunas chapuzas para sobrevivir. Como no tiene luz, dice que "hay que comer la comida del día".

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca apoya a estas familias. Su portavoz, Cristina Cividanes, considera que no se puede vivir sin luz y sin agua y recuerda que se acaba de firmar un convenio con Unelco para este tipo de casos. "Si no se puede dar la luz y el agua para arreglar esta situación, habrá que realojarlos o buscar una solución habitacional", insiste. "Desde el Ayuntamiento de Teguise están criminalizando a las familias sólo por ser pobres", a pesar de que nadie está solicitando el desahucio.

El caso de Rocío

El caso más grave es el de Rocío, la hija de María Ángeles. Tiene 46 años y un hijo de ocho. Llegó a la Isla para poder seguir viviendo, como víctima de violencia de género. Tiene fibromialgia y unos dolores continuos e insoportables. Hay días, como este jueves, en que apenas puede andar y no puede estar erguida. "No tengo ni un músculo en su sitio", dice. "He llegado a estar diez días tumbada sin poder moverme".

Tiene una minusvalía del 37 por ciento pero quiere que le revisen su caso porque no puede trabajar. Estuvo acondicionando fincas con Grevislan y ahora sólo le queda un mes de paro. "Hacer lo más básico, para mí, como lavarme la cabeza o intentar fregar una olla, es una tortura". Además, los dolores le afectan a la cabeza: "Hay veces que me bloqueo, me pongo nerviosa y no sé dónde estoy, y esta situación me está afectando mucho".