El Ayuntamiento de San Bartolomé ha decidido plantarle cara al Banco Santander, entidad con la que contrató un producto financiero ‘tóxico’ en 2004, que se renovó en varias ocasiones, y por la cual el Consistorio ha salido perdiendo, habiendo abonado más de 1,5 millones de euros al banco.

Al igual que hizo el Ayuntamiento de Arrecife, el Consistorio presidido por la socialista Dolores Corujo ha anulado el producto financiero, denominado SWAP, pero ha ido un paso más allá: ante la negativa del banco a admitir que la institución pública no contaba con el asesoramiento necesario ni con la información adecuada sobre lo que contrataba, ha decidido restar los 1,5 millones de varios créditos a corto plazo que suscribió con el propio Santander por valor de 3,1 millones y que tendría que devolver en febrero de 2014.

El Ayuntamiento, que ha contado con el aval del Consejo Consultivo de Canarias para anular los contratos con el banco, considera que contrató un producto “especulativo” sin que el Santander detallase qué consecuencias podría tener para las arcas públicas, al estar plagado el contrato de cláusulas “abusivas y oscuras”.

Después del acuerdo adoptado el miércoles por el pleno municipal, la citada entidad bancaria  tiene un plazo de diez días para presentar alegaciones. Con probabilidad la resolución municipal acabará impugnada en los tribunales por el banco.