Las operaciones de atraque y desatraque en los muelles de Arrecife no serían posibles sin la intervención de la Corporación de Prácticos del Puerto de Arrecife. Esta empresa autónoma trabaja los 365 días del año, durante 24 horas, sirviendo a todo tipo de barcos, desde pequeñas embarcaciones hasta grandes cruceros. “Nuestro objetivo es garantizar la seguridad marítima, la seguridad de la vida humana en el mar y la protección del medio marino en el Puerto de los Mármoles, Arrecife”, explica en la presentación de su portal web.

Para asesorar a los capitanes de barcos, la Corporación cuenta con tres profesionales con amplia experiencia en plantilla: Alejandro Pérez Armas, práctico mayor, Manuel González Rodríguez y Roberto Portero Rodríguez, junto a la incorporación de un profesional de apoyo para atender el alto volumen de buques durante la temporada de cruceros, Israel Jacobo Hernandez Cruz.

Pero su trabajo va más allá de garantizar la seguridad en el mar, son el cuerpo de bienvenida de los navíos y cruceros, los vigilantes del muelle y los garantes de que las instalaciones portuarias existentes o en construcción preserven la conservación del puerto de Arrecife. Como los mejores conocedores de los entresijos de la bocana, también han tenido que tomar los mandos del puente para realizar las labores de capitán en más de una ocasión. No en vano, estos profesionales del sector náutico conocen al dedillo las características del muelle capitalino.

El máximo representante de la Corporación de Prácticos se muestra favorable a la ejecución de obras que permitan subsanar las posibles deficiencias y debilidades del puerto, también aboga por una adecuada promoción del muelle que posibilite el incremento en el número de atraques. Entre las ventajas se encuentra su fondeadero. Por contra, para la expansión del muelle habría que mejorar la comunicación con la Autoridad Portuaria de Las Palmas. Y es que aún no cuenta con la rentabilidad suficiente para reclamar la autonomía, como se solicitaba no hace mucho tiempo. “Esto es un puerto satélite de Las Palmas de Gran Canaria”, señala Alejandro Pérez. Otro hándicap es que “necesita una industria auxiliar a su alrededor para que sea rentable”, algo de lo que carece en la actualidad.

La infraestructura necesaria para que el puerto de Arrecife tuviera carácter autónomo sería “muy grande”, expone el práctico mayor, dado que habría que dotar de diversas áreas a la entidad, en ramas como la naval, ingeniería o informática. “Primero debemos crear un debate sobre hacia dónde queremos que vaya el futuro del muelle. Si realmente queremos abrirlo aún más, y con la participación de todas las partes implicadas. Nosotros solo somos servicio náutico y no podemos decidir por el resto de sectores. También nos topamos con las limitaciones que se ciernen sobre el entorno al tratarse de una Reserva de la Biosfera. La ampliación del puerto, con la consecuente entrada de más y mayores navíos, supondría un incremento también en el consumo de combustible cuando todo apunta hacia que Lanzarote quiere trabajar en la descarbonización”, argumenta.

La mayor fortaleza es servir de muelle de cruceros con la posibilidad de ofrecer a los cruceristas una visita por la Isla en escaso margen de tiempo. “Pero hace falta algo más que cruceros para que se convierta en un puerto rentable por sí mismo”. En la actualidad, su fondeo permite el atraque de barcos de más de 350 metros de eslora, la mayor dimensión que ha fondeado en el puerto hasta el momento, y que con el incremento de medios y la mejora de las instalaciones podría superarse. En la actualidad, los mayores petroleros que han fondeado en Arrecife no superan los 180 metros de eslora debido a que la potencia actual del remolcador no permite barcos más grandes.

“Todo puerto necesita una industria auxiliar a su alrededor para que sea rentable”

Entre las mayores dificultades: el viento. “Es una isla muy ventosa. Al contar con una orografía más bien plana, los alisios norte-nordeste y los oeste-noroeste afectan al puerto, pero un escaso promedio de días”. Según Alejandro Pérez, se reducen a cinco las jornadas que amanecen con vientos que imposibilitan las maniobras de atraque y desatraque. “No hay ningún puerto que sea operativo los 365 días al año. En el caso de Arrecife solo son cinco días al año. Cuando se da esa circunstancia es mejor esperar”, explica al respecto el práctico mayor.

Alejandro Pérez se muestra favorable a las actuaciones que en materia de infraestructura se están llevando a cabo en la actualidad en el puerto de Arrecife, como la edificación de la estación marítima tras la concesión de la gestión de pasaje a la empresa Global Ports Holding, adjudicataria del servicio de la explotación de las terminales de crucero en los puertos de Las Palmas. “El puerto de Arrecife se encuentra en un momento de crecimiento y debería plantearse una serie de mejoras, aunque es de todos sabido que en las islas no capitalinas el tiempo de reacción es más lento”, concluye.

La lancha del práctico guía al Volcán de Tamadaba en su salida del puerto.

Ampliar plantilla

La incorporación de un nuevo práctico a la Corporación lanzaroteña viene a cubrir una necesidad operativa en los muelles de Arrecife a fin de que en las jornadas de trabajo de estos profesionales náuticos puedan realizar su correspondiente descanso de al menos seis horas. Cubren turnos de doce horas en un pliego de servicios que, de facto, reduce a uno el número de prácticos habilitados en cada guardia para las maniobras de atraque y desatraque. “Ahora podemos estar trabajando dos prácticos al mismo tiempo por la mañana, lo que facilita mucho las maniobras, sobre todo por la temporada de cruceros. Y las compañías lo agradecen porque les facilita cumplir con las actividades programadas para sus pasajeros”, defiende Pérez.

“Asesoramos en materia de obras por nuestro gran conocimiento del puerto”

La operación de atraque y desatraque consiste en acompañar a las embarcaciones y controlar el tráfico de la bocana para impedir incidencias con otros barcos. Para ello, la Corporación cuenta con dos lanchas perfectamente dotadas de la última tecnología para garantizar la seguridad marítima y atender cualquier incidencia en el mar. A modo de patrulla costera, las embarcaciones de la Corporación de Prácticos aprovechan las salidas para observar que las operaciones de otros barcos, nuevas edificaciones o actuaciones del personal de marina se ejecutan conforme a la normativa y reglamento náutico. También son los más indicados para aportar ideas en las actuaciones de mejora portuaria. “Asesoramos en materia de obras al ser una de las entidades con mayor conocimiento de las características del puerto de Arrecife”, comenta el práctico mayor.

“Por ley estamos adscritos a Capitanía Marítima. Es decir, si vemos una deficiencia debemos reportar esa incidencia, como una hélice que no funciona bien o un caso reciente de un petrolero al que le falló la máquina sobre el que hicimos un informe que enviamos a Capitanía Marítima, quien envía un inspector a examinar el buque”.

La profesión de práctico requiere de años de experiencia en el mar y gran conocimiento náutico. Así, uno de los requisitos es haber ejercido durante dos años de capitán de barco. Para acceder a la plaza hay que superar dos exámenes, uno en Madrid teórico y para poner en práctica los conocimientos se les evalúa luego en el mismo puerto para que quede demostrada su destreza sobre las características del muelle donde ejercerán su función.

El práctico mayor, Alejandro Pérez.

Alta demanda

Por su parte, el práctico que se ha incorporado de manera eventual, en una contratación de ocho meses para atender la alta demanda de buques de crucero, Jacobo logró el acceso por un baremo de méritos, explica Alejandro Pérez. Curiosamente, este último integrante de la Corporación ha sido capitán durante dos años del ferri de la compañía Armas que durante la jornada que ha presenciado Diario de Lanzarote ayuda a salir de la bocana: el Volcán de Tamadaba, que parte esa mañana hacia el puerto de Las Palmas de Gran Canaria.

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