Polémica por la sentencia de los camellos: Acuña se queja de haber “quedado como una golfa”
La sentencia que absuelve al propietario de ‘Lanzarote a caballo’, Vicente Hidalgo, de un delito de desobediencia por la retirada de un precinto municipal para evitar que ofreciera paseos a camello y por el que la Fiscalía le llegaba a pedir prisión, ha sentado como un jarro de agua fría en el Ayuntamiento de Yaiza.
La alcaldesa, Gladys Acuña, ha rechazado las acusaciones vertidas por la titular del Juzgado de lo Penal 3 de Arrecife, Aitziber Oleaga, de estar detrás de una “campaña” contra el empresario y de tener “intereses económicos latentes” para frenar la actividad y evitar la competencia a los camelleros del parque nacional de Timanfaya por dos razones: porque pagan tasas al Ayuntamiento y por entre ellos se encuentra un tío y un hermano suyo.
“He quedado como una golfa ante la sociedad con esta sentencia”, se queja Acuña, quien asegura que en todo el expediente contra el empresario, desde que en 2003 se decretó el cese de la actividad, sólo intervino en una ocasión “y para cumplir un mandato judicial firme” del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC), en 2009, ratificando la suspensión de la actividad.
El resto de resoluciones municipales, asegura, fueron dictadas por su antecesor José Francisco Reyes, y por quien le sucedió en el cargo, Ángel Domínguez, quien interpuso en 2010 la denuncia por desobediencia. “Ni siquiera di orden de que el Ayuntamiento se personase como acusación”, destaca.
Hidalgo, de ‘Lanzarote a caballo’: “Tengo los dientes afilados”
Por su parte, el empresario ha advertido de que tiene los “dientes afilados” por si desde el Consistorio le vuelven a “acosar”. Asegura que ha sufrido una persecución y que a su camellero un policía local “le dijo que lo iban a echar de la Isla, cuando está legal y tiene su nómina”. También que le prohibían cruzar la carretera para dar los paseos a turistas.
En una contundente sentencia, la jueza se posiciona a favor de Hidalgo, un ciudadano “honesto” y sostiene que sufrió un “calvario administrativo sin causa” para que le concedieran la autorización para los paseos a camello. “Sólo quería trabajar en lo que le gustaba y le hacía feliz, haciendo felices a los turistas que vienen a esta Isla, según sus palabras”.
Comentarios
1 Anónimo Dom, 15/09/2013 - 10:15
2 Se escandalizan... Lun, 16/09/2013 - 10:05
3 Anónimo Lun, 16/09/2013 - 23:03
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