Las cifras del sector turístico en Lanzarote se han disparado desde hace dos años, pero las interpretaciones de lo que ocurre en el principal motor económico de la Isla que hacen la patronal, por un lado, y los sindicatos y colectivos de trabajadores, por otro, son radicalmente opuestas. Lanzarote superó de largo en el último año los dos millones y medio de visitantes, una cifra de récord que ha venido aparejada de un incremento del gasto turístico global y de la tarifa a la que se ‘venden’ las habitaciones.

Para la patronal hotelera, la Isla todavía está lejos de la situación que había antes de la crisis económica. En cambio, para las organizaciones sindicales, la crisis se sigue utilizando como excusa para que las empresas ahorren gastos en las plantillas y para mantener condiciones laborales precarias. El debate sobre la carga de trabajo en el sector turístico ha saltado a la política y se ha puesto sobre la mesa en el Cabildo de Lanzarote y en el Parlamento de Canarias. Y colectivos de trabajadores, como las camareras de piso, se están organizando en movimientos como el de ‘Las Kellys’, con un importante poder de convocatoria en Lanzarote que se está expandiendo a otras Islas.

Los datos son fríos pero evidencian que, al menos, en capacidad para alojar visitantes, Lanzarote está prácticamente a tope durante muchos meses. La ocupación de los establecimientos alojativos asociados a la patronal Asolan ha fluctuado en el primer trimestre de 2016 entre el 85 por ciento de enero a cerca del 92 por ciento en marzo, unos registros superiores a los del ejercicio pasado, que ya de por sí fue positivo.

La presidenta de Asolan, Susana Pérez, insiste en que el estado de salud del sector turístico de Lanzarote es “coyuntural”, favorecido por la inestabilidad de otros destinos en el norte de África, que parte de los visitantes son “prestados” y que no se sabe “hasta cuándo puede durar”. También destaca que hay que tener en cuenta otros indicadores, como los precios a los que se ofertan las habitaciones o el gasto medio de los turistas. Su conclusión es que el turismo “va a tardar en recuperarse”.

El Instituto Canario de Estadística (Istac) conserva registros sobre el precio medio de las habitaciones desde 2009. En aquel ejercicio, en plena crisis, se pagaba la habitación en Lanzarote a 47 euros la noche. En 2015 se pagó a más de 64,5 euros, con un incremento de casi el ocho por ciento con respecto al año anterior.

En lo que va de 2016 la tarifa media que se paga en los establecimientos de la Isla no ha dejado de crecer y, como consecuencia, también los ingresos. El volumen económico que generó el turismo en Lanzarote, según el estudio del Istac sobre el gasto que llevan a cabo los turistas, ha pasado de 1.403 millones de euros en el ‘pozo’ de 2009 a superar los 2.632 millones de euros en 2015, más que nunca.

Los sindicatos denuncian la precariedad del empleo a pesar del despegue turístico en la Isla, mientras que la patronal advierte del “daño a la imagen” que producen las críticas al sector

El portavoz de Comisiones Obreras en Lanzarote, Ramón Pérez Farray, considera que la ‘bonanza’ del sector turístico no se ha notado en una mejora de las condiciones laborales, sino al contrario: “Se hace más trabajo que antes y se ha aumentado la productividad, porque hay más clientes y menos trabajadores”. “Con menos gente se hace más trabajo, suben los precios de las habitaciones y sin embargo no suben los salarios, incluso en algunos casos bajan”, asegura el veterano responsable sindical.

Pérez Farray destaca que “se adelgazan las plantillas y se contrata a trabajadores mediante empresas de trabajo temporal, subcontratas o empresas propias” de las compañías hoteleras “creadas para la ocasión”, algo que “se ha puesto de moda”. “La calidad en el trabajo y en el servicio ha bajado mucho, es un abuso diario”, dice el responsable de Comisiones Obras, que subraya que “no hay justificación alguna para esta situación”. “Hace cinco o seis años se exigió un sacrificio, por la mala situación económica, que ahora ya no se justifica”, apunta.

En el Parlamento de Canarias, la diputada lanzaroteña Gladys Acuña ha llegado a denunciar la existencia de “explotación laboral” que sufren trabajadores del sector turístico, con “contratos precarios a tiempo parcial que no respetan los salarios y tampoco los convenios colectivos”. La parlamentaria argumenta que hay camareras de piso que en cinco horas y media tienen que limpiar 20 habitaciones y zonas comunes.

La presidenta en Lanzarote del colectivo de ‘Las Kellys’, Myriam Barros, cuestiona la “falsa crisis del sector” y la utilización de subcontratas que “devalúan” el salario que perciben, ahondando en la “precariedad” laboral. “Hemos sido siempre invisibles y las peor pagadas”, destaca.

Asolan dice que el aumento de visitantes es “coyuntural” y que las denuncias genéricas sobre precariedad laboral siembran dudas sobre “la calidad del servicio” que reciben los turistas

En la patronal turística tienen otra visión: “No decimos que no haya casos, pero sin lugar a dudas no son la generalidad”, recalca Susana Pérez, que recuerda que las empresas turísticas “se rigen por la normativa vigente, como la de prevención de riesgos laborales, y tienen que cumplir el convenio de hostelería que regula las condiciones de trabajo”. “Una camarera de piso, dependiendo de la categoría del hotel, gana 1.200 euros al mes, con sus dos pagas extras, una bolsa de vacaciones, contrato de 40 horas y dos días libres a la semana y 48 días de vacaciones al año”, asegura la presidenta de Asolan.

Pérez lamenta que “varios grupos políticos, algunos de forma muy sorprendente”, hayan llevado denuncias de lo que tacha de casos “puntuales” al Parlamento. Con la “generalización” de la problemática, se “daña la imagen del sector, que es sumamente profesionalizado” y está “muy regulado”, añade la presidenta de Asolan, que advierte que hay canales de comunicación “muy potentes” en la Red que expanden las sombras de duda sobre “la calidad del servicio”, que es “lo primero que valoran los clientes”.

“Se ha generalizado el uso de empresas de trabajo temporal”

El Juzgado de lo Social de Lanzarote, según indica el secretario insular de UGT, César Reyes, está lleno de denuncias sobre condiciones laborales. Según los datos del sindicato, las denuncias por incumplimiento de convenio en cuanto a derechos del trabajador han aumentado en la Isla en un 22 por ciento el último año. También se han incrementado las reclamaciones de cantidad por impago de salarios, principalmente por tener contratos de media jornada y trabajar la jornada entera, o por indemnizaciones no pagadas, en un porcentaje muy similar, el 23 por ciento en los casos que lleva el sindicato. El 85 por ciento de estas reclamaciones están relacionadas con empresas del sector turístico, asegura Reyes.

El caballo de batalla de los sindicatos de la Isla son las externalizaciones. “Se ha generalizado el uso de empresas de trabajo temporal y nos tememos que se intente justificar” que este tipo de compañías no tenga que cumplir con el convenio de hostelería y turismo, advierte Reyes. Pérez Farray pone ejemplos concretos de prácticas que tachan de abusivas, como el del Hotel Hesperia Lanzarote, que despidió a las 54 trabajadoras de limpieza que tenía, creó una empresa con convenio propio y las volvió a contratar pagando 200 euros menos al mes de salario.

El portavoz de Comisiones también señala que la cadena NH pasó a muchos de sus trabajadores a otras empresas hace tres años. En diciembre se hizo el juicio y aunque aún no hay sentencia, los trabajadores ya han vuelto a ser asignados a la empresa matriz, “porque parece que tienen miedo de que la sentencia sea favorable a los trabajadores, que se conozca y que cree un precedente”.

Hay otro caso grave, para Comisiones Obreras, como es el de Barceló La Galea, que acaba de ser reabierto tras una reforma. Ahí, según el sindicato, todo está externalizado, tienen un convenio propio y los sueldos son de 600 o 700 euros. “Incluso se paga por habitación realizada”. Pérez Farray destaca que también han aumentado mucho las bajas laborales, “y si no han aumentado más es por el miedo a perder el empleo y por la penalización que se pone al estar de baja médica”. “Se aplica un terrorismo empresarial”, concluye.

Tres ejemplos en Playa Blanca

RUBICÓN PALACE. La empresa propietaria, Teide 10, destaca en sus últimas cuentas que los resultados fueron “muy elevados”. Los ingresos aumentaron de 22,8 a 24,8 millones y los beneficios de 3,2 millones a 5,5 millones. Los gastos en personal apenas aumentaron 285.000 euros.

PAPAGAYO ARENA. La empresa del hotel Papagayo Arena pasó de facturar 16,5 millones en 2013 a más de 18,6 millones al año siguiente. Con unos gastos en personal que se mantienen en cuatro millones, el resultado de explotación pasó de casi dos millones a más de 3,3 millones de euros.

HOTEL PRINCESA YAIZA. La sociedad que gestiona el hotel del mismo nombre en Playa Blanca, en 2013 tuvo unos ingresos de 29,7 millones y en 2014 de casi 33 millones de euros, según sus cuentas. El resultado del ejercicio pasó de 4,9 millones a 5,1 millones de euros y los gastos en personal aumentaron en 954.000 euros.