A FONDO

Los retos de Lanzarote en el año más difícil

La pandemia de COVID se ha llevado por delante ya 7.000 empleos en la Isla, el turismo sigue frenado y los estímulos públicos no terminan de llegar para activar la economía

Oficina del Servicio Canario de Empleo en Arrecife. Fotos: Adriel Perdomo.
M. Riveiro 5 COMENTARIOS 18/01/2021 - 06:14

Lanzarote arranca el año con más incertidumbres que certezas. Con más deseo que concreción. La Isla empieza 2021 instalada en el récord de paro de toda su historia, que puede empeorar de forma notable si no se prolongasen medidas como los Expedientes de regulación temporal de empleo, con sus principales mercados emisores de turistas bajo un confinamiento estricto por la pandemia de coronavirus que no cesa, pese al inicio de la vacunación, y con la inercia del sector público, que por ahora no ha resultado un revulsivo que compense, al menos en parte, la caída en picado del sector privado.

El año 2020 se cerró con 18.297 personas en situación de desempleo. No es el máximo histórico por poco: al finalizar noviembre había tres personas más inscritas en el Servicio Canario de Empleo. Para encontrar cifras parecidas hay que remontarse a mayo de 2012, cuando en la cola del paro se encontraban 18.152 personas. En aquel momento, todavía bajo los efectos de la crisis del ladrillo, se tocó techo y a partir de ahí la situación del mercado laboral empezó a mejorar de forma paulatina. En esta ocasión no parece que vaya a ser tan sencillo.

El paro es el termómetro que marca la situación económica de Lanzarote: en los últimos 12 meses se ha disparado un 61,4 por ciento. Es el incremento más acusado de todo el Archipiélago. Solo le sigue de cerca Fuerteventura, con un 57,2 por ciento más de desempleados. La media regional no llega al 30 por ciento.

De cada 100 personas en edad de trabajar en la Isla, 53 están en paro o en ERTE

Si dentro de España, Canarias es de las comunidades autónomas más golpeadas por la crisis, Lanzarote es dentro del Archipiélago la isla que más está sufriendo las consecuencias económicas de la pandemia. La crisis de la COVID se ha llevado por delante ya 7.000 empleos.

El cuadro laboral, más grave incluso, se completa con las personas que tienen su puesto de trabajo vinculado a un ERTE. Según el último informe, del pasado 1 de enero, había 20.176 trabajadores en esta situación. De los más de 3.000 Expedientes de regulación temporal de empleo registrados en la Isla, menos de 300 son de reducción de jornada. El resto son de suspensión del puesto de trabajo.

En Lanzarote la población activa asciende a unas 72.770 personas. De cada 100 personas con la edad y la voluntad de trabajar, unas 53 no pueden hacerlo en este momento.

Los riesgos

En los sindicatos de Lanzarote son conscientes de que la recuperación económica de Lanzarote será lenta y se espera que se pierdan varios miles de empleos más en los próximos meses. También se da por hecho que los ERTE se prolongarán más allá del 31 de enero. “Lo contrario sería un desastre absoluto”, asegura una fuente sindical.

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, avanzó en octubre que la medida excepcional se podía prorrogar más allá de enero. “Soy absolutamente consciente de la singularidad de Canarias”, dijo entonces. No obstante, sindicatos y empresas desconfían de las condiciones.

Otro factor de riesgo añadido es lo que puedan resistir un buen número de empresas de Lanzarote. Asesores fiscales de la Isla temen una cascada de cierres y concursos de acreedores en el primer semestre del año. En los meses que van de pandemia ya se ha notado la destrucción de tejido empresarial: hasta diciembre se habían dado de baja casi medio millar de sociedades, cerca de un 10 por ciento del total.

Sindicatos y asesorías temen una avalancha de concursos de acreedores

El turismo, que ha sido históricamente el motor económico, está bajo mínimos, principalmente por las restricciones impuestas en los países de origen. Reino Unido decretó un confinamiento duro -con cierre de colegios y de negocios no esenciales, además de fijar salidas limitadas a la calle- que se prolongará hasta entrado febrero, y Alemania también ha endurecido sus restricciones en la misma línea durante el mes de enero.

El inicio de la vacunación contra la COVID supuso un halo de esperanza, pero el ritmo de inmunizaciones es lento y no se espera que se extienda masivamente hasta dentro de varios meses.

Grandes operadores como TUI están cancelando vuelos desde Reino Unido a las Islas hasta mediados de febrero. En el sector turístico, la temporada de invierno, que concluye en abril, se da prácticamente por perdida y se pone la vista ya en el verano de 2021.

El mejor mes en la llegada de pasajeros extranjeros a Lanzarote fue julio, cuando se reabrió la isla al turismo, con apenas 41.490 pasajeros, una quinta parte de los recibidos el año anterior. La caída en los últimos meses fluctúa entre el 80 y el 91 por ciento en la llegada de visitantes foráneos. Los visitantes nacionales llegaron en los meses de verano, pero en invierno también han disminuido.

Faltan estímulos

El Parlamento autonómico aprobó a finales de octubre el Plan Reactiva Canarias, con 5.740 millones de euros hasta 2023. Buena parte irá a mantener los servicios públicos básicos, pero también se recogen fondos para el impulso de la actividad económica. Se desconoce, por el momento, qué se trasladará a cada realidad insular.

Un autónomo en Puerto del Rosario recibe 2.300 euros en ayudas; en Arrecife, cero

Las cifras del presupuesto regional para Lanzarote también dan vértigo: más de 80 millones asignados, una cantidad muy superior a años anteriores, pero con puntos flacos detectados: el grueso de la inversión real irá para culminar el puerto de Playa Blanca (5,4 millones) y aparece la construcción de vivienda de protección oficial, sin plazo para salir a licitación (4,5 millones), pero se reflejan 24 millones para carreteras que no tienen ni proyecto ni autorizaciones y que no se ejecutarán. Las cuentas, tal como se aprobaron, no se antojan un elemento que vaya a estimular de forma inmediata la economía lanzaroteña, precisamente cuando más le hace falta.

A diferencia de otras islas, en Lanzarote no se ha llevado a cabo una política de subvenciones para compensar la crisis que están sufriendo, principalmente, microempresas y autónomos. La excepción ha sido San Bartolomé: ha distribuido 222.000 euros a 222 solicitantes, a razón de 1.000 euros por ayuda. El objetivo: otorgar algo de “liquidez”, ayudar a que cumplan con sus obligaciones empresariales y amortiguar la “reducción drástica de ingresos”.

En el Cabildo lanzaroteño sí se han dado ayudas a empresarios del sector camellar, en algún caso superior a los 5.000 euros, para “gastos de alimento” y “compensar las pérdidas ocasionadas por la crisis” de la COVID, pero no se han convocado subvenciones generales.

El Cabildo de Fuerteventura destinó seis millones para ayudar a pymes y autónomos y recibió 2.600 solicitudes. En diciembre ya había ingresado más de 4,3 millones de euros. Un ejemplo comparativo: un autónomo residente en Arrecife no ha recibido ninguna ayuda específica para paliar la crisis ni del ayuntamiento ni del Cabildo. Si ese autónomo residiese en Puerto del Rosario habría optado a 800 euros de su ayuntamiento y a 1.500 euros del Cabildo.

Comentarios

Esta crisis ha dejado en evidencia ( otra vez ) el poquísimo nivel político que hay en Lanzarote/Canarias/España ( en gobiernos y oposición ). El paro real en Lzt esta en el 53%, alguien esta pensando en algo, o vamos a fiarlo todo a que la vacune funcione y volver a la situación pre-covid ( situación desde mi punto de vista muy precaria tb ), mira que no hay problemas para solucionar en esta isla ( aparte del covid ) y no dan pie con bola.
El principal reto que debería marcarse Lanzarote es la del decrecimiento turístico a medio/largo plazo, y eso ya llevaría aparejado una contensión del crecimiento residencial. O se hace eso o viviremos en una isla masificada sin calidad de vida alguna.
Sobra mucha gente
Que pena que por culpa de los políticos estemos así en España y lo de Lanzarote no tiene nombre... municipio de San Bartolomé, hasta dinero en calendarios y farolas que funcionaban por otras que no alumbran y venga a robar....y gente de aquí sin recursos para comer....me gustaría ser alcaldesa conmigo esto no pasaría y que conste que no pertenezco a ningún partido político.
más asfalto , qué horror

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