Spotters en Guacimeta

Los pájaros de acero también se cazan

M.J. Tabar 6 COMENTARIOS 09/04/2016 - 10:08

Cinco de la tarde en el aeropuerto de Guacimeta (Lanzarote). Es jueves y un Thomson despega con un rugido prometedor. Inmediatamente después toma tierra un avión de emergencia  procedente de Las Palmas. Florencio, Jesús y Adrián llevan media hora apostados en la cabecera 03, disparando a las máquinas voladoras entre los efluvios del queroseno.

Son los spotters de la aeronáutica contemporánea: coleccionan fotografías y registros de aviones. Son los que miran al cielo para perseguir nuevas libreas (“el traje del avión, la pintura”, aclaran), colas recién decoradas y distintos tipos de aparatos.

El término se acuñó durante la Segunda Guerra Mundial para designar a los civiles que oteaban el cielo con catalejos —subidos a un árbol, desde un faro o en lo alto de una loma— para avistar aviones y mantener informado al ejército de su país. Otros lo hacían extraoficialmente y se convirtió en costumbre. En 1943 se editaron cartas de póquer con modelos de aviones americanos (palo de picas), ingleses (corazones), alemanes (diamantes) y japoneses (tréboles). La gente, desde boy scouts hasta abuelas, reconocía los aviones por el número de motores.

En el siglo XXI, estos registradores de aviones siguen anotando el modelo, tipo de motor, número de plazas, nombre de la compañía, ruta y matrícula. Pero ahora los capturan en el visor de su cámara digital y los comparten en internet. Así empezó Jesús M. de León en 2011, mientras pasaba el verano en Playa Honda. “Desde muy chicos los vemos sobrevolar nuestras cabezas y nuestra imaginación vuela con ellos a lugares más o menos desconocidos”, explica.

Ya no es necesario interceptar la frecuencia de la torre de control para estar al tanto del tráfico aéreo, como algunos hacían antiguamente; ahora basta consultar Flight Radar 24 horas para ver las rutas a tiempo real y controlar la trama de rutas que nos sobrevuela.

“Mañana viernes es el día de los nórdicos. Vienen de Noruega, Finlandia, Dinamarca… Los miércoles es el turno de Ryanair, que opera casi con exclusividad ese día”, apunta Jesús. Al otro lado de la pista, varios bañistas repanchingados contemplan el espectáculo y hacen fotos con sus teléfonos, un poco embriagados por la cercanía de la pista, los sprints del despegue y esa inaudita visión de las panzas metálicas ascendiendo hacia la troposfera.

Al de Lanzarote le llaman el San Martín español, por su parecido con el aeropuerto caribeño: está junto al mar y es muy accesible

Algunos ciclistas paran para contemplar las aproximaciones y los aterrizajes, y agitar los brazos para dar la bienvenida a pasajeros que no conocen. “Por las mañanas nos ponemos en la playa. Cambiamos nuestra ubicación según la posición del sol”, explica Florencio Martín que señala al más joven, Adrián Alonso, como el promotor de los spotters en Lanzarote. “Empecé cogiendo la bici para ver los aviones desde el paseo de Guacimeta. Me gustaba mucho mirar el jumbo que venía en verano”, cuenta Adrián, que ha crecido entre aviones. Poco a poco se encontró con otros aficionados con los que ahora organiza viajes para ojear nuevos modelos. Hace poco estuvieron en Fuerteventura y Adrián capturó “el más molón” de los airbuses que se ven por este archipiélago: el rojísimo A330–200 de Air Greenland que llega cada domingo desde Copenhague.

“Guacimeta es muy pequeño, pero también es un aeropuerto accesible, está junto al mar, y es el noveno de España en número de pasajeros”, señalan. Eso significa muchos puntos de encanto para un spotter. Hay quien le llama el San Martín español porque los aterrizajes por la 03 —la pista más utilizada por su buena relación con los alisios— transcurre paralela a la costa de forma parecida al aeropuerto caribeño. Igual de espectacular, “pero sin peligro”.

El próximo 17 de abril, AENA organizará un Open Day en el aeropuerto de Guacimeta, en el que previsiblemente participarán unos 25 spotters. Aunque en este aeródromo no existen plataformas habilitadas para ellos, ni orificios en la valla para los objetivos de sus cámaras, la relación con la dirección aeroportuaria es constante y muy buena, dicen.


Jesús, Florencio y Adrián, tres avistadores de aviones que practican su afición en Lanzarote.

Del avión de Gorbachov al jumbo 747

En junio de 2014, Florencio fotografió el avión de Swiftair que se estrelló un mes después en Mali y una agencia le contactó para comprarle la fotografía. También conserva la imagen del avión que en 1992 trajo a Mijaíl Gorbachov a Lanzarote para participar en la cumbre hispanoalemana.

Adrián también ha vendido alguno de sus trabajos. En una ocasión, el presidente de una compañía aérea vio una foto interesante en su web y la adquirió. Estos son ejemplos puntuales, porque el mayor beneficio que suele recibir un spotter es el número de visitas online y ver cumplido su afán coleccionista, que es tan apasionado y meticuloso como el de un numismático.

“Cuando hay regatas importantes, aquí hemos llegado a ver 11 aviones privados en un solo día”, dice Florencio. Otro exotismo: el avión que trajo el material de rodaje para la película In the heart of the sea. A veces captan los impresionantes Hércules y los caza F18. “Una cita habitual son los ejercicios del DACT” (siglas en inglés de Campaña de Ejercicios de Combate Aéreo Disimilar). Las imágenes de Florencio pueden verse en webs de referencia internacional como Aviation Corner o Airplane Pictures. Más de 31.000 personas han visto su foto de un Binter que saluda con un “Hello, spotter” colocado en el cristal delantero.

Otro momento para el recuerdo fue el día que se estropeó un barco de Pullmantur y recolocaron al pasaje en un jumbo 747, el icónico modelo que revolucionó la industria en los años 70 y que durante años transportó los transbordadores de la NASA. Es un ‘ejemplar’ “algo difícil de ver” por estos lares, donde la fauna área más habitual son los boing (737 ó 757) y los airbus (320, 319, 321).

“Si estas ‘spotteando’ y nos haces una foto como la del otro día te pongo un piso en la Castellana”, escribe un piloto de Air Europa en la web de Jesús. Es usual que la tripulación quiera conservar una foto de su primer aterrizaje en un lugar y contacte con los fotógrafos de aviones.

“Hay gente que viene de Inglaterra, Holanda y Francia para hacer spotting en Lanzarote”, dicen mientras guardan sus Canon y sus Nikon en sus fundas. Son habituales un caballero alemán que pasa todas sus vacaciones en Lanzarote haciendo fotos, siempre libres de nubes, y un británico llamado David que invierte todo el tiempo que puede en perseguir pájaros de acero con la mirada. “Siempre va con una libretita anotando las matrículas. Y la mujer, mientras, en el hotel”.

Consejos para spotters principiantes

1. Lo más importante es el avión: debe verse completo y estar bien encajado en la foto.

2. Hay que trabajar bien la composición. Equilibrar horizonte, avión y otros elementos que pueden enriquecer la imagen (el barco reponedor de combustible, las casas de Playa Honda, la luna, las diecisiete plantas del Arrecife Gran Hotel…).

3. Si hay irradiación solar, la foto nunca será admitida por un screener (el encargado de seleccionar las fotos).

4. Cuando los aviones descienden para aterrizar van a unos 200 km/h, con que “lo ideal es elegir un ISO entre 100 y 200, usar una abertura entre 6,3 y 8, y una velocidad de disparo entre 1/400 y 1/1250”.

5. Todo dependerá de la distancia a la que estemos. La cabecera 03 es sólo uno de los emplazamientos para hacer spotting en Lanzarote.

Comentarios

Se rumorea que después de la valla que impide que los trabajadores aparquen en otras zonas que no sean el parking del aeropuerto, AENA se propone solicitar un canon por cada imagen de avión tomada.
Muy buen artículo, independientemente de que seamos aficionados a hacer fotos a los aviones. Buen trabajo.
¡Mola!
Que obsesión con Aena tienen algunos... eres concejal del ayuntamiento de San Bartolome?
Srta. Tabar: los aviones no están hechos de acero sino en mínima parte. El material es fibra de carbono, aleaciones de titanio y aluminio, básicamente.
¿Boing?

Añadir nuevo comentario