Por el día los turistas pasean pero no gastan. Por la noche, ni se les ve. En esto coinciden muchos empresarios de Puerto del Carmen y de Costa Teguise, propietarios de tiendas, bares o restaurantes.

Muchos de ellos, con más de dos décadas al frente de su negocio, dicen que esto nunca se había visto. Lo de aumentar la plantilla es algo en lo que ni se piensa. Más bien, en no recortarla.

¿Los grandes enemigos? El todo incluido y el bajo poder adquisitivo del turista. Para salir adelante hay que trabajar más para ganar lo mismo, y hacer ofertas, que es lo que funciona.

PUERTO DEL CARMEN

Ahmedi, Bazar Seima  

“Una cosa es que haya gente y otra que haya negocio. Hay cantidad de turistas pero no calidad porque el poder adquisitivo del turista es medio bajo”. Ahmedi lleva treinta años con su bazar abierto y ha tenido que bajar los sueldos para mantener la plantilla. “Esto no tiene nada que ver con lo que había hace quince años”, dice. También echa la culpa a la falta de aparcamientros en Puerto del Carmen.

Miguel, Bar El Enyesque

“A la vista está lo que hay”, dice Miguel, ante la plaza vacía enfrente del Hotel Fariones. “Turistas hay pero dinero no, ni aunque pongas ofertas”. “Si por el día val mal por la noche ni vengas, desde que oscurece los turistas no salen de los hoteles, no les dejan salir”. Señala al todo incluido y a las actividades dentro: “En el hotel lo tienen todo”. En el restaurante, abierto hace un mes y medio, trabajan tres personas. “Es lo mínimo, y llevo dos o tres horas sin vender ni un café”.

Sigi, Jimmy's Bar

“Sólo hay turismo barato y ofertas por todos lados, desayunos a 1,95, eso no puede ser”. El bar lleva abierto siete años y está orientado a los alemanes, y de cierta edad. “Aquí no vienen los ingleses ni los irlandeses de cervezas a un euro”.

Leocadio y Juan Carlos, taxistas

Desde la siete de la mañana hasta las doce del mediodía, uno de estos taxistas ha hecho veinte euros. “Ni para gasoil”. A la crisis y la falta de dinero del turista se suma la competencia desleal que  dicen que existe en el sector. “Cualquiera hace carreras al aeropuerto, los trabajadores de los hoteles se sacan así un dinero, hay mucho intrusismo”. Trabajan en turnos de doce horas, seis días a la semana, para ganar, aseguran, unos mil euros limpios, “y eso si no tienes un accidente ni una avería;  porque estamos yendo a los desguaces a buscar piezas de segunda mano”.

COSTA TEGUISE

Valeria, El Molino

Lo mismo que en Puerto del Carmen. “Se ve gente pero no gastan”. A este establecimiento de gofres, crepes y helados le va bien cuando los niños tiene vacaciones. “Los ingleses son los mejores clientes – dice – aunque también son los más numerosos.

Karim, Bar Surfwings 

Este kiosko en Las Cucharas lleva abierto treinta años. Karim, su encargado, dice que hay que hacer ofertas para vender y trabajar máss para vender lo mismo que antes. “El todo incluido es una mala cosa”. Además dice que este año la Naviad ha sido mala y el mes de enero muy malo. “Aquí sólo se toman un café esperando a la hora de comer”.

Javier, Bodegas Marcelo      

Trabaja doce horas, “media jornada”, se ríe, captando clientes. También señala cosas coyunturales, como las obras del Hotel La Gale o el frío, pero apunta que la gente gasta muy poco. “Yo les llamo (a los turistas) y me enseñan la pulsera del todo incluido. Esto mata el turismo”. Coincide en que la Navidad y el inicio del año han sido muy malos y que por la noche “no se ve a nadie”. Incluso los pubs de los ingleses están vacíos. Pone el ejemplo de un amigo que tenía un restaurante y lo ha tenido que cerrar y ponerse a trabajar de camarero en el de al lado.

Isidoro, “El bar de mi papá”          

En el Pueblo Marinero el dueño de este bar también habla del todo incluido. No le va mucho mejor que otras zonas, a pesar de que todosa apuntan a, Pueblo Marinero como el que escapa de la crisis. “El clima tampoco invita”, dice, y coincide con otros en que el verano fue bien pero después ya no. Repite la letanía: “Se ven muchos turistas pero no gastan”. Sin embargo, por la noche, en esa zona sí hay más ambiente, más de copas que de cenas. Dcie que si se habla de lo bien que va el turismo es un discurso irreal.