La dirección de los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) prepara una reducción sustancial de las condiciones de trabajo para la plantilla de hostelería. Los Centros han encargado varios informes que se darán a conocer esta semana en el consejo de administración.

Uno de los informes, de Adecco, compara el convenio colectivo de los Centros con el convenio provincial de hostelería; otro, de Garrigues, señala el marco legal para llevar a cabo esta modificación de las condiciones laborales; y otro, del gerente de los Centros, revela las medidas a tomar.

Según los informes, el punto más débil en la cuenta de resultados, como ya era conocido, es la restauración. Las cuentas de los Centros revelan que entre 2006 y 2013 los restaurantes han perdido casi 30 millones de euros.

No obstante, Ernst & Young, que certifica las cuentas, matiza  que no se trata de una auditoría y que esas cuentas no reflejan el estado financiero de la entidad. Desde 2006, cuando se iniciaron las cuentas de la Entidad Pública Empresarial Local (EPEL), la restauración ha perdido dinero todos los años. 2008 fue el peor año, con 4,6 millones de pérdidas, y 2013, el mejor, con 2,7.

En un informe del gerente, José Juan Lorenzo, se señala que hay que “ajustar los costes totales de personal de la actividad a un importe de 2.650.609,78 euros, equivalentes a un 50 por ciento  de los ingresos de la actividad, es decir que habrá que realizar una reducción del 34 por ciento sobre los costes de personal al cierre del ejercicio 2013, esto una reducción de 1.349.990.57 euros”.

Entre 2006 y 2013 los restaurantes de los Centros Turísticos han perdido casi 30 millones de euros

Según la Gerencia de los Centros, el Plan estratégico definió cuatro ejes de trabajo para eliminar las pérdidas en restauración: incrementar los ingresos, rebajar los costes por consumo de mercancías, implantar un nuevo modelo de gestión en Castillo de San José y la aplicación de una reducción salarial. Las dos primeras, según la dirección, se han conseguido parcialmente y las otras dos se prevé que se consigan este año.

En el informe del gerente, José Juan Lorenzo, se dice que “esta situación de pérdidas continuadas es, en primer orden de magnitud, consecuencia de los elevados costes unitarios de personal que soporta la Entidad, y no del número de trabajadores con el que se desarrolla la actividad, dado que en los últimos tres años se ha producido un significativo ajuste del número de trabajadores de la actividad al no cubrirse las bajas por prejubilación y jubilación”.

Estructura de costes “aún mejorable”

En los últimos años, el coste del personal de hostelería, según los datos de la Entidad, ha sido superior a los ingresos. Lorenzo justifica la bajada de ingresos por la crisis económica entre 2008 y 2013, además de por “una estructura de costes de aprovisionamiento y de explotación aún mejorable”.

Entre los objetivos del Plan de viabilidad que cita, están los de recuperar en los años 2014 y 2015 el nivel de facturación previo a la crisis económica sin aumento de trabajadores, alcanzando una facturación de 5,3 millones (un 50 por ciento más que el año pasado), con un incremento del 15 por ciento de visitantes, la mejora de la oferta, el aumento del coste de la entrada y el incremento en el negocio de banquetes.

“Elevada carga de pluses salariales”

El informe de Adecco señala que los camareros o fregadores cobran entre un 12 y un 13 por ciento más que los del convenio provincial y que en los salarios hay una “elevada carga de pluses salariales y extrasalariales existentes” que incrementan el salario en un 50 por ciento aproximadamente, además de que hay 119 horas anuales menos por trabajador.

El aumento del coste de la plantilla con respecto a lo que indica el convenio colectivo provincial se debe, según este informe, a una estructura de pluses mucho más amplia y elevada, un mayor número de pagas extras y una base horaria inferior. El incremento anual del salario lo cifran en torno al 37 por ciento.

Negociación “no superior a 15 días”

El informe de Garrigues dice que la modificación sustancial de las condiciones de trabajo se puede realizar de forma unilateral acogiéndose al artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores y señala que el convenio de los Centros es “extraestatutario”, es decir, que no se incorporó al Estatuto, sino a cada uno de los contratos de los trabajadores. También se acogen a la reciente reforma laboral, que permite realizar estas modificaciones, incluso con beneficios.

“La decisión de modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter colectivo deberá ir precedida de un período de consultas con los representantes legales de los trabajadores de duración no superior a quince días. Las consultas se llevarán a cabo en una única comisión negociadora, circunscrita a los centros afectados por el procedimiento”, señala Garrigues.