Colegio Dominicas, 1999. El baloncesto estaba pegando fuerte en la sociedad y Lanzarote no era ajeno a ese fenómeno. En el colegio era uno de los deportes estrella y algunos de esos jugadores continuaron su formación en otros equipos. Es el caso de Lionel Montelongo, que pasó posteriormente por el Club Deportivo Magec Tías, consiguiendo el primer ascenso a la Liga EBA de un club de Lanzarote. Su pasión por el baloncesto era tal que comenzó también su formación como entrenador de base, además de surgirle una nueva inquietud: la fisioterapia.

“Mi curiosidad por la fisioterapia comenzó a raíz de una lesión que sufrí en la pretemporada de mi segundo año de júnior”, explica. “Una lesión de tobillo me tuvo apartado de las canchas durante dos meses y medio, y fueron unos meses en los que la curiosidad por esta profesión fue en aumento, especialmente en la fase final de readaptación a la cancha, que llevé a cabo con Casimiro Tejera, por aquel entonces preparador físico del equipo”, añade.

Y la curiosidad aumentó tanto que estudió fisioterapia. En el segundo curso de la carrera conoce a alguien que vio mucho potencial en el joven lanzaroteño: “Raúl González, fisioterapeuta de la cantera del CB Gran Canaria, me acogió para empezar a hacer prácticas con él, estando en los entrenamientos de los equipos de categorías de formación en las instalaciones de la Vega de San José”. Lionel no duda en afirmar que es a Raúl González a quien le debe “la mayor parte de la formación y experiencia como fisioterapeuta deportivo”.

Salto al primer equipo

Después de cinco temporadas ligado al club claretiano como fisioterapeuta de los equipos de la base, de ser entrenador en el Colegio Iberia, coordinador de la escuela y coordinador de la Liga Eduardo Polo (para las escuelas del club no federadas), llega la llamada del primer equipo del CB Gran Canaria. “Sin pensarlo, se hace realidad un sueño que, hasta entonces, ni me había planteado conseguir”, comenta.

“El club tiene una filosofía, no solo de formar jugadores en cantera para que lleguen al primer equipo, sino también trabajar con los entrenadores, fisioterapeutas y otros puestos, algo que se ha visto reflejado en los últimos años”, añade Lionel, a quien le tocó debutar con los jugadores de la Liga ACB del Granca.

Haber pasado por la cantera no le generó complicación alguna para adaptarse a la disciplina del primer equipo. “Es un trabajo que se debe desarrollar a través del cuerpo médico, en el que se lleva a cabo una labor multidisciplinar con el preparador físico y los médicos, y donde se integra a los entrenadores en las tomas de decisiones, tanto de prevención de problemas físicos como en los procesos de recuperación del jugador cuando se encuentra lesionado”, explica sobre el procedimiento de trabajo, algo que ya traía arraigado desde sus comienzos en el club en el año 2012.

“A los deportistas en formación hay que dedicarles el mismo tiempo que a profesionales”

A lo largo de estas seis temporadas ha vivido muchas experiencias con el equipo amarillo, tanto positivas como negativas. Entre las duras destaca: “El inicio de la temporada 2020/21, donde comenzamos con un balance de dos victorias y 10 derrotas”. Lionel describe que “se vivía la tensión propia de la situación” deportiva, aunque sabían que estaban “trabajando bien”, y de hecho, esa temporada terminaron jugando los play off por el título de la Liga Endesa y las semifinales de Eurocup, una competición que acaban de ganar hace unos días, el primer título europeo de la historia del club.

En el lado dulce, no duda en señalar que el actual, aunque también guarda un recuerdo especial cuando el club se clasificó por primera vez para la Euroliga. “Fue un momento mágico, sobre todo por cómo se consiguió la victoria en el tercer partido del play off de los cuartos de final contra el Valencia Basket en su casa”.

A Lionel, su trabajo le obliga a una actualización constante de conocimientos. “Al fin y al cabo, pertenecemos a una profesión de ciencias, y la ciencia como tal evoluciona, avanza, y es por eso mismo que requiere de actualización”, comenta sobre su profesión como fisioterapeuta, en continuo crecimiento, en continuo movimiento.

Basket insular

Aunque hace más de una década que abandonó Lanzarote, nunca ha dejado de seguir el baloncesto insular. Y es que, como él mismo señala, tiene “muchos compañeros y amigos que continúan ahí”. Opina que “la situación de las islas menores es complicada, por el número de licencias federativas y por los medios de los que disponen”, y es partidario de que “los clubes unan fuerzas para que siga habiendo generaciones competitivas, y que esto sirva para fomentar la formación de jugadores”.

No cree que sea un problema estructural de los clubes. “Sin ir más lejos el Magec Tías se ha mantenido ya varios años en una Liga Femenina 2 (LF2) cada vez más competitiva, donde se lleva realizando además un buen trabajo desde la cantera, consiguiendo involucrar en el equipo a varias chicas con la primera plantilla”, analiza.

Desde su punto de vista, “lo que falta son recursos económicos, para poder viajar a la península, o fichar jugadores de calidad que refuercen a la base de esos equipos”. También recalca que le da “mucho valor tanto al Magec Tías en LF2 como al Conejero, cuando estuvo en Liga EBA, por los objetivos conseguidos”.

Trabajo y dedicación

El baloncesto es la vida de Lionel y ha llegado a ser profesional del mundo de la canasta sin tener que destacar por los rebotes, las asistencias o los lanzamientos. “Lo que he hecho yo es trabajar día a día, sin parar de formarme y actualizarme”, explica.

Por eso recomienda a quien quiera estudiar fisioterapia deportiva “que sea curioso, que aunque es difícil llegar al deporte profesional, porque son pocas las vacantes para tanta gente que sueña con estar ahí, se puede conseguir con trabajo y dedicación”.

“Es fundamental que si empiezas trabajando en tu club o en alguna cantera, le dediques a esos deportistas de formación la misma intensidad, tiempo y cariño que le dedicarías a un deportista profesional, es lo que te hará crecer como persona y como fisioterapeuta”, destaca Lionel.