ECONOMÍA

Las Islas, a la cabeza mundial del turismo de avistamiento de cetáceos

El reto que supone el aumento de la demanda de este tipo de ocio pone sobre la mesa la necesidad de un comportamiento responsable y que no se ponga en riesgo la fauna marina

María José Rubio 0 COMENTARIOS 22/03/2022 - 06:55

Después de Estados Unidos y Canadá, el destino más importante para el avistamiento de cetáceos a escala mundial se encuentra en Canarias. Así lo destaca Chaitanya Suárez Rojas, que recibió el segundo premio de investigación en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) por su trabajo sobre el turismo de avistamiento de cetáceos, el aumento de la demanda de este perfil de visitante a las Islas y la forma de compaginar esta actividad con la sostenibilidad.

Durante cinco años, Chaitanya ha trabajado en su tesis doctoral sobre el turismo de avistamiento de cetáceos. Licenciada en Ciencias Ambientales, su trabajo está vinculado al turismo y a la gestión sostenible aplicada a la ciencia, como investigadora del Instituto Universitario de Turismo y Desarrollo Económico Sostenible (TIDES), que pertenece a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. En el centro se le abrió la oportunidad de desarrollar un programa aplicado al turismo de avistamiento de cetáceos. “Ahí se me despertó el gusanillo por este tema”, explica.

Su investigación profundiza en el comportamiento y las preferencias del consumidor, y demuestra que existe un nicho de mercado de turistas de avistamiento de cetáceos que busca una experiencia enriquecedora y responsable con el bienestar de las especies y el medio marino. En el trabajo que quedó finalista en los premios de Fitur, que convoca la Asociación Española de Expertos Científicos de Turismo (AECIT), Chaitanya abordaba la existencia de un turista al que se puede etiquetar como ‘ecológico’.

“El turismo de avistamiento de cetáceos se define como aquel que promociona el ecoturismo marino, un turismo responsable y respetuoso interesado, por ejemplo, en la observación de delfines o ballenas”, detalla la investigadora, que analiza la Macaronesia. Esta región está compuesta de cinco archipiélagos (Azores, Madeira, Canarias, Islas Salvajes y Cabo Verde) y el estudio se centra en los tres primeros.

En Canarias, las áreas principales para el avistamiento de cetáceos se sitúan entre Lanzarote y Fuerteventura, en el sur de Gran Canaria y en el sur de Tenerife. Esta última isla es la que más se ha desarrollado como destino turístico en este segmento. En las costas de las islas orientales se han localizado 28 especies diferentes de zifios, rorcuales, cachalotes, orcas, delfines y calderones, un tercio de todas las especies de cetáceos del mundo, tal y como se comprobó en el proyecto de investigación Life+ Indemares.

Nicho de mercado

El estudio de Chaitanya Suárez segmenta varios perfiles de turistas. El prototipo es el viajero preocupado por la conservación del medio ambiente marino, pero la investigadora ha podido comprobar que “la demanda ha aumentado” y que “se amplía el abanico de los perfiles del turista, ya que no todos están súper preocupados por el medio ambiente”, aclara.

“El avistamiento, en muchas ocasiones, no se hace dentro de un marco normativo”

La investigadora llevó a cabo un total de 2.075 encuestas, tanto a turistas que hubiesen practicado el avistamiento de cetáceos como a consumidores potenciales de la actividad. Se realizaron 1.094 encuestas a visitantes de los principales mercados emisores, como Reino Unido y Alemania. En los destinos de Azores, Madeira y Canarias, se encuestó a 492 turistas durante las vacaciones, en las que habían practicado la actividad, y a 489 turistas que todavía no lo habían hecho, pero que, o tenían intención de hacerlo o ya habían contratado la actividad en el pasado. También se realizaron entrevistas en profundidad a 60 empresas de turismo náutico.

“Es la primera vez que se hace un estudio de segmentación para definir el perfil del turista que realiza la actividad de avistamiento de cetáceos en la Macaronesia”, destaca la doctora. La investigadora resalta cuatro tipos de viajeros bien identificados: los apasionados, los comprometidos, los recreacionistas y los aficionados. Los dos primeros se caracterizan por ser visitantes más especializados, que muestran un mayor interés por aprender y proteger los cetáceos y se preocupan por que la actividad se lleve a cabo de forma responsable, mientras que los recreacionistas y aficionados son un público más generalista y menos especializado

¿Y quiénes realizan la actividad de avistamiento de cetáceos en los destinos de la Macaronesia? En las conclusiones de la tesis se observa que los turistas más especializados se encuentran en Azores y Madeira, mientras que en Canarias abundan los de perfil más generalista. Por nacionalidades, españoles y portugueses son los más comprometidos y británicos y alemanes entran mayoritariamente en las otras dos categorías.

Sostenibilidad y turismo

La investigadora destaca la necesidad que tiene el turismo de avistamiento de cetáceos de abordar tanto la conciencia de los visitantes sobre las prácticas sostenibles como una gestión empresarial ética. De esta manera, explica, las empresas podrían conciliar su desarrollo con las limitaciones ambientales, así como mejorar su imagen y la de los destinos. En definitiva, afrontar la dualidad turismo-sostenibilidad.

“El turista concienciado sabe qué empresas tienen ‘mala praxis’”

Los viajeros analizados por Chaitanya Suárez tienen en cuenta la importancia de conservar el medio natural, el hábitat de los cetáceos y el cumplimiento por parte de las empresas náuticas de su responsabilidad social. “El avistamiento de cetáceos, en muchas ocasiones no se hace dentro de un marco normativo”, asegura la investigadora.

Esas malas prácticas se traducen en una disminución del descanso de los cetáceos, un cambio en su comportamiento (permanezcan sumergidos más tiempo), un mayor estrés de los animales e incluso un cambio en las áreas de reproducción. “El turista concienciado sabe a la perfección cuáles son las empresas que llevan a cabo mala praxis y cuáles no”, concreta.

Chaitanya subraya lo importante que es cuidar el medio marino, del que dependen las Islas. Sobre el cambio de mentalidad de las empresas, destaca la “gran labor que se ha hecho en zonas como el sur de Tenerife”. Los resultados de su investigación reflejan la necesidad que hay en la industria del turismo náutico de apoyar el bienestar animal y la salud ambiental marina, al tiempo que satisface los heterogéneos perfiles de los visitantes y aborda prácticas sostenibles.

De esta forma, subraya la investigadora, “la industria de turismo náutico lograría conciliar el desarrollo de la actividad turística con las limitaciones ambientales, mejoría la imagen del sector y los destinos y promovería su competitividad como vehículo hacia la sostenibilidad”. Chaitanya propone a las empresas tres caminos a seguir: actividades más personalizadas en las que se combinen la emoción y el riesgo, comportamientos responsables y éticos hacia la fauna marina y promover acciones de protección del medio ambiente. “De lo general, a lo específico”, define.

“La promoción de este tipo de turismo es homogénea, no segmentada”

En la actualidad, “la promoción del turismo de avistamiento de cetáceos es homogénea. No hay una segmentación ni diferenciación entre el cliente que quiere pasear en barco y el que quiere verdaderamente avistar ballenas”, especifica. Mejorar la información que se suministra a los turistas resulta fundamental: “Se ha visto que crear una experiencia sensorial contribuye al cambio”, relata.

Para Chaitanya, hay experiencias complementarias más que viables. Un ejemplo de innovación es el hidrófono, un aparato que sirve para escuchar el canto de las ballenas y se usa, incluso, para localizarlas. La experiencia en tierra, con centros de interpretación en los que se haga hincapié en la conciencia ambiental, sería otra iniciativa positiva. También la utilización de tecnología: “Un seguimiento satelital ayudaría a reducir el tiempo y el consumo de combustible. Esto se traduce también en una experiencia satisfactoria para el turista”, concluye.

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