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Lanzarote es fruto de la colaboración entre César y Pepín "y su huella perdura"

La FCM acoge la mesa redonda 'José Ramírez Cerdá y César Manrique: mito y realidad'

Saúl García, Antonio González Viéitez, Manuel Riveiro, Soraya Morales, Enrique Pérez Parrilla, Luis Fajardo y Álvaro García. Foto: Manolo de la Hoz.
Diario de Lanzarote 1 COMENTARIOS 19/09/2019 - 15:00

Un trabajo audiovisual de Miguel G. Morales con imágenes de Pepín Ramírez y César Manrique abrió, este miércoles, la Mesa redonda José Ramírez Cerdá y César Manrique: mito y realidad, moderada por los periodistas Manuel Riveiro y Soraya Morales, con la participación de Luis Fajardo, Saúl García, Álvaro García González, Antonio González Viéitez y Enrique Pérez Parrilla.

Morales habló de la memoria compartida de dos nombres y dos hombres "abrazados a la historia de Lanzarote" y a su estética con un proyecto de arte público. Comenzó preguntando por el mito. Para Saúl García, el mito tiene que ver con una explicación simplista que dice que César vino de Nueva York y convenció a Pepín para hacer los Centros "como si las cosas se hicieran en el vacío". Para García, fueron muchas las dificultades tanto en la sociedad como en la Administración y hubo que "picar piedra" en el Cabildo para sacar adelante los Centros de arte, cultura y turismo. Fue complicado "engrasar la maquinaria" y hay constancia de que hay una de colaboración entre ellos antes de que César se vaya a Nueva York. "La realidad es más compleja y más dura".

Riveiro dio paso a Álvaro García, que trabajó en el Cabildo y en Hacienda con Pepín. García señaló que el mes de abril de 1919 ha sido el mes más productivo de la historia de Lanzarote porque nacieron ambos. Habló de eficacia, de la honradez de José Ramírez. "Nos hizo creer que no éramos funcionarios sino que trabajábamos por el progreso de la Isla", dijo. A esa virtud se le añade la visión para rodearse de personas trabajadoras y la creación de Vías y Obras que realiza todas las obras públicas y turísticas.

González Viéitez destacó que las de César y Pepín son vidas entrelazadas. Dijo que la dictadura, en sitios alejados, no era la dictadura férrea de los núcleos urbanos obreros y que Pepín, con visión, comenzó a percibir que con el trabajo bien hecho y propuestas razonables y honestas, se le comenzaba a tener respeto. Habló sobre el mito que crearon ambos y que ha permanecido en la Isla. "Lanzarote es fruto de aquello y su huella perdura, eso son los mitos".

Álvaro García sobre Pepín Ramírez: "Nos hizo creer que no éramos funcionarios sino que trabajábamos por el progreso de la Isla"

Pérez Parrilla dijo que Pepín sufrió como presidente por su forma de actuar, por su honradez, "que no se ha dicho" y que lo mismo le pasó a César "y las pasó canutas por las críticas", pero que se consiguió "un milagro" gracias a la simbiosis de dos personas, que dan lugar a una tercera cosa "que es más que los dos por separado". "Un artista y un gran administrador coincidieron en que a esta isla había que darle de comer" para que el pueblo se levantara de aquella pobreza tremenda.

Soraya Morales destacó que, como decía Antonio López Suárez, Pepín y César deberían ser padres predilectos, no hijos, y Manuel Riveiro puso sobre la mesa una conferencia en plena Transición que no pudo dar Luis Fajardo en Arrecife, pero que sí le recibió Pepín y le dio amparo. Fajardo dijo que eso se produjo en el contexto político de una dictadura, pero puntualizó que la gestión del Cabildo no fue autoritaria, aunque sí ejerció la autoridad cuando fue necesario. "Pepín era un hombre de derecho y tuvo que aplicarlo con dificultad y valentía desde el principio porque encontró una mala situación en el Cabildo", dijo.

Estaba "dotado de una gran intuición para la selección de sus objetivos" además de inteligencia y una perspicacia extraordinaria en la selección de la gente, con criterios "de valor y no de afinidad". Saneó el Cabildo y eso fue fundamental. Tanto Fajardo como Álvaro García destacaron la importancia que le dio Pepín a la educación y cómo tuvo como referencia a su tío Domingo Ramírez, que fue alcalde de Arrecife durante la República y le dio un consejo: "El mejor alcalde es el que hace más escuelas".

González Viéitez subrayó que un modelo territorial turístico original "dio una marca exterior a Lanzarote" gracias a los méritos de César pero también a una impecable gestión administrativa

González Viéitez subrayó un modelo territorial turístico original "que dio una marca exterior a Lanzarote" gracias a los méritos artísticos de César pero también a una impecable gestión administrativa. Pérez Parrilla dijo que la "izquierda de salón" critica que Pepín fuera cargo público en tiempos de Franco porque "no se dan cuenta de la situación que tenía el país" porque si uno analiza la trayectoria de Pepín o de César "se da cuenta de que no fueron hombres de derechas, en absoluto" ya que llevaron a cabo actuaciones anticlasistas y defendían la iniciativa pública. Saúl García narró una anécdota sobre cómo Pepín denegó una concesión para una empresa de un ex delegado del Gobierno para explotar el agua de las galerías de Famara porque quería que lo explotara el Cabildo.

Álvaro García destacó la eficacia porque el presupuesto del Cabildo pasó en 1960 de seis millones de pesetas a 282 en 1974, cuando Pepín deja la institución: "Eficacia acreditada". No cobró nunca por su cargo y no tenía coche oficial y "en el trato corto era muy convincente". Para González Viéitez, César y Pepín estuvieron en lugar oportuno y en el momento oportuno y después los habitantes comenzaron a valorar lo que se estaba haciendo. Habló de la llegada del "turbocapitalismo frente a la simpleza de la vida de Lanzarote", que convirtió todo en mercancía. Habló de dos almas en la Isla: una la de los especuladores y los alcaldes que se pusieron de su lado y pusieron los terrenos a disposición del dinero, frente al Cabildo y la mayoría de los habitantes. "La capacidad de carga y el mercado no saben de felicidad ni de solidaridad, Lanzarote es uba isla arrollada".

Pérez Parrilla dijo que la "izquierda de salón" critica que Pepín fuera cargo público en tiempos de Franco porque "no se dan cuenta de la situación que tenía el país"

En la mesa se acabó hablando del desarrollismo, de cómo ponerle freno y de cómo César fue ecologista "antes de que existiera la ecología". Manuel Riveiro cerró el acto recordando unas palabras de César en las que decía que ya no se sentía profeta en su tierra porque no se le había hecho caso, "solo al principio", con Pepín en la presidencia cuando se seguía una línea que condujo al prestigio internacional. "Más tarde se impuso la ganancia rápida y la especulación y el negocio particular frente al interés general". "Son personajes irrepetibles y sería un signo de progreso que los actuales responsables políticos aprendieran de la historia de estos personajes y de su legado", finalizó Riveiro.

 

Comentarios

Que sandeces dicen. Entonces el paisaje lo hicieron estos. Pero bueno, esto se ha convertido en un saca dinero y en puro negocio. Mejor se dedicaron a dar jornadas de civismo a la población y a los políticos. Que la isla está llena de basura y escombros por todos lados, de norte a sur. Da pena todo, el paisaje y nosotros

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