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La senda de El Risco y el comercio de esclavos en Lanzarote, a la gran pantalla

El nuevo trabajo audiovisual de Samuel Delgado y Helena Girón homenajea a las mujeres norteñas

Samuel y Helena, productores de ‘Bajo el risco’
María Valerón 0 COMENTARIOS 24/12/2020 - 07:39

Los cineastas Samuel Delgado y Helena Girón se embarcan en un nuevo proyecto cinematográfico con Lanzarote y La Graciosa como protagonistas, tras haber recorrido los Festivales de Cine de Toronto, Locarno, Nueva York y Mar de Plata con sus producciones en la isla de los volcanes.

El relato de las mujeres del Risco atrapó a Samuel Delgado (Tenerife, 1987) desde la infancia. Supo por su abuela, natural de Ye, que hubo un tiempo, no tan lejano, en que las pobladoras de La Graciosa y las pobladoras del norte de Lanzarote se reunían a la orilla del Risco de Famara a comerciar, en trueque, el pescado unas, el fruto de la tierra las otras.

A medida que el niño crecía, el imaginario, lejos de perderse al olvido, también fue creciendo y el testimonio de su abuela ocupó un lugar imborrable en la mente de este cineasta de 33 años. La identidad de Samuel es el cine, y el cine de Samuel siempre regresa al Risco.

Para la cineasta Helena Girón (Santiago de Compostela, 1988) el Risco nace muchos años después. Su primera visita a Lanzarote, de la mano de Samuel, compañero de mil y una aventuras audiovisuales, coloca al Risco también en su imaginario, de forma inquebrantable. Su impacto visual, casi una amenaza, ya nunca la abandonaron.

Este año regresan para iniciar un proceso creativo que culminará con el estreno de Bajo el risco, un largometraje en el que historia y ficción se unen para dar vida a una isla ya olvidada: la isla de los volcanes en tiempos del comercio de esclavos.

El proyecto ha sido seleccionado por la Dirección General de Cultura del Gobierno de Canarias dentro de su convocatoria de ayudas al desarrollo y producción de largometrajes, en la modalidad de desarrollo; con esta ayuda, los jóvenes cineastas contarán con presupuesto para realizar su investigación histórica, crear un primer guion e iniciar trabajos de casting y localizaciones.

El argumento del largometraje se centra en el viaje de una adolescente que por primera vez debe hacer el camino del Risco, desde La Graciosa, en busca de agua. Tras cruzar el estrecho de El Río, encontrará una isla desolada por la sequía, en la que deberá huir de la persecución de los comerciantes de esclavos.

Ambientada en el siglo XVII, los cineastas insisten en que se tratará de una ficción: “No hay constancia de que hubiera pobladores en La Graciosa en este periodo concreto, con lo que estamos jugando para mostrar la historia, pero con un argumento cinematográfico atractivo: sin salir de la ficción, pero siempre con un pie en la historia”, explica Samuel Delgado.


Fotograma de ‘Montañas ardientes que escupen fuego’.

Festival de Toronto

Amantes del arte conceptual y con una trayectoria ligada al cine experimental, Samuel y Helena destacan el interés artístico que conlleva la imagen del paisaje de El Risco. “Nos parecía muy interesante la relación de poder que supone la propia geografía para construir la narrativa, que es esa división entre el mundo conocido (el de la protagonista), y el desconocido (el de más allá del acantilado). Desde La Graciosa El Risco es muy soberbio, impactante, más allá de él es imposible ver. Hay un universo que imaginar detrás”, cuenta Helena Girón.

Delgado, por su parte, destaca el concepto de tránsito: “Es muy especial la idea de tránsito y travesía que supone este camino. Es una épica cotidiana, con menos connotación que esa épica literaria a la que estamos acostumbrados: esta épica es la real, la del trabajo diario”.

Esta no es la primera incursión de sus cámaras en este espacio: su trabajo Montañas ardientes que vomitan fuego (2016), documental de cine experimental, llevó la imagen de los volcanes norteños de Lanzarote alrededor del mundo.

Con un trabajo conceptual en el que investigan la idea de resistencia y una fotografía que explora el interior de los tubos volcánicos, los jóvenes encontraron su puerta de entrada a la proyección internacional: sus montañas ardientes viajaron al Festival de Cine de Toronto, al Festival de Cine de Nueva York, al Festival Internacional de cine de Chicago; además recorrió los festivales de cine de Mar de Plata, Berlín, Trento y Rotterdam, entre otras muestras.

También Sin Dios, ni Santa María (2014), cortometraje de cine experimental rodado en Ye, en el que se aborda el testimonio cotidiano de relatos míticos, viajó por todo el mundo: Toronto, Nueva York, Mar de Plata, Bangalore, Milán, Belgrado, Buenos Aires, fueron algunos de los festivales en que se visionó; además, fue premiado como mejor cortometraje en Curtocircuito International Film Festival, premio al cortometraje en el Festival des Cinémas Différents de París, y premio del jurado Docma en Alcances.

“Algo nos atrapa en esta zona de la Isla”, coinciden. Delgado cree que la causa de estar imantados a este territorio es trabajar en el origen: “Es un espacio muy arquetípico, con historias y personajes con los que podemos establecer una relación ahora; sentimos que es como trabajar los conceptos desde la misma probeta en que se crean”, explica.


Fotograma de ‘Sin Dios ni Santa María’, rodado en Ye.

Primer largometraje

El último trabajo de Samuel Delgado y Helena Girón, el largometraje Eles transportam a morte (Ellos transportan la muerte), seleccionado para el programa Ikusmira Berriak del Festival de San Sebastián y la Tabakalera entre los proyectos del estado español, verá la luz en unos meses, si la pandemia lo permite.

Su último trabajo fue seleccionado para una sección del Festival de San Sebastián

El que será su primer largometraje es definido por sus autores como un relato “contra-factual, en contra de los hechos históricos tal y como los conocemos”, esto es, un relato crítico sobre el discurso narrado por la historia y sitúa su argumento en Tenerife y Galicia.

La película gira en torno a la historia de tres marineros tinerfeños, huidos de la tripulación de Cristóbal Colón, y la de una mujer gallega, que busca curandera para una hermana gravemente enferma. “En el avance de la narración hay vasos comunicantes que enlazan ambas historias y permiten generar un relato común sobre el viejo mundo”, explica Delgado. El largometraje, rodado en Galicia y en Tenerife, une la trama clásica de la narración de aventuras con un discurso crítico sobre la colonización. Una vez más, los cineastas acuden a su entorno próximo, la Galicia natal de Girón y el Archipiélago de Delgado, para situar sus cámaras.

“Hoy en día en Canarias debemos plantearnos que no solo debería existir la propuesta del cine industrial: es muy positivo que exista, pero debemos ser conscientes de que también se puede crear desde las Islas, aunque no sean grandes producciones: no es incompatible”, cuenta el guionista y director, que continuará apostando por los entornos isleños como inspiración y localización para rodaje.

Para la fecha definitiva del estreno de Ellos transportan la muerte habrá que esperar hasta que la situación sanitaria permita mejores indicadores para el sector. Sin embargo, los directores son optimistas respecto a Bajo el risco: esperan iniciar el rodaje en abril de 2021 y estrenar en 2022. La fecha, aún a dos años vista, se saborea ya como una buena noticia para el cine de Canarias.

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