En septiembre, el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, ofrecía a la oposición un plazo para presentar sugerencias al documento del Plan Insular de Ordenación (PIO), que se debe aprobar de forma inicial en breve, para incluirlas antes de esa aprobación. La oposición pidió que se ampliara el plazo para presentar esas sugerencias. El plazo acababa este martes y tan sólo el PIL tenía previsto presentar un documento, muy genérico, sobre la afección del Plan al sector primario.

Los tres partidos de la oposición, PIL, Alternativa Ciudadana y Partido Popular, coinciden en una queja: no se pueden presentar sugerencias porque se están introduciendo  modificaciones continuamente en el documento que se quiere llevar a aprobación y porque no se han dado las facilidades para poder hacer el trabajo.

Ramón Bérmúdez, el portavoz del PIL, dice que solicitaron que les entregaran en un plano las líneas generales que se han cambiado reflejando lo que aparecía en el Plan en 2010, en 2012 y ahora. “Nos dieron el plano el lunes para presentar las sugerencias el martes y así no se puede trabajar”, señala. “No sabemos sobre qué hacer las sugerencias si lo están cambiando todo continuamente”, añade.

Lo mismo dice Ángel Vázquez, del PP, cuyo partido tampoco ha presentado sugerencias: “Una de las herramientas que resultan más esclarecedoras para valorar la nueva planificación territorial es precisamente el mapa donde se recoge de forma clara las diferencias de calificación y uso que se han establecido respecto a la primera propuesta de avance; documento físico al que sólo se pudo acceder a primera hora de la mañana de ayer”, asegura.

Vázquez destaca que ese plazo se pidió al equipo redactor a principios del pasado mes de julio y que “es imposible  elaborar sugerencias a este segundo documento debido a las modificaciones que de forma constante, y prácticamente a diario, se han ido introduciendo en el texto y que impiden concluir una relación definitiva de aportaciones y cambios a introducir”.

“No sabemos sobre qué hacer las sugerencias si lo están cambiando todo continuamente”, dice Ramón Bermúdez (PIL)

Por su parte, Paz Cabrera, consejera de Alternativa Ciudadana, señala que no van a hacer sugerencias porque han optado por presentar alegaciones en el momento oportuno “porque no queremos que se malinterprete que estamos de acuerdo con el resto del contenido al que no hemos hecho sugerencias”.

“Si lo modifican -señala- no es nuestra responsabilidad, ahora tienen que meter los planes de Yaiza y Teguise recién aprobados y eso lleva muchas modificaciones. Si falta incorporar todo eso nos tendrán que dar el  documento definitivo para hacer sugerencias sobre el definitivo porque nadie nos garantiza que no se hayan cambiado más cosas”.

La consejera de Alternativa lo compara con el caso del Plan Hidrológico, cuyo avance, en 2011, presentaba una línea por la que se liberalizaban las desaladoras y ahora se ha presentado en el sentido contrario, prohibiéndolas.

Cuatro años desde el avance

El Cabildo aprobó el Avance del Plan en el año 2010, y fue entonces cuando se dio a conocer un primer documento.  El segundo documento es de julio de 2012 cuando se presentó un borrador del documento para su aprobación inicial, en un procedimiento que incluso fue calificado por el propio redactor del Plan de “hecho inédito y gesto de participación y transparencia sin precedentes en la tramitación del planeamiento insular”.

En noviembre del año pasado se plantearon una serie de reuniones con la oposición y los técnicos del PIO pero sólo acudió Alternativa Ciudadana.

La oposición cree que hay tantos ‘agasajos’ hacia sus consejeros porque San Ginés no tiene claro si cuenta con mayoría para aprobar el Plan.  Los acercamientos de hace meses se debían, consideran, al hecho de que dos consejeros de CC se apartaron de la línea que marcaba el presidente, “pero ahora que los ha recuperado no está claro que el PSOE le vaya a aprobar el PIO”, señala Paz Cabrera.

Según explicaron los técnicos del equipo redactor y de Gesplan, “el modelo de ordenación del Plan es válido” y el documento ya ha pasado algunos de los trámites más complicados: el avance, la evaluación ambiental y sobre todo, la aprobación, condicionada a que se hagan algunas correcciones,  de la Memoria ambiental por parte de la Cotmac. El modelo -dicen-  ha pasado por tres filtros técnicos: el equipo redactor de Ezquiaga, la empresa pública Gesplan y la Cotmac, que es quien va a aprobarlo de forma definitiva.