Los 14 votos de Coalición Canaria, Partido Popular, Somos y Ganemos sirvieron en el pleno de este jueves para aprobar el mandato a la alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, de que tramite de manera “urgente” el expediente que resuelva la situación de Jonathan Rodríguez, un policía local que fue despedido tras lesionarse en acto de servicio.

Al aprobarse la iniciativa, presentada por el grupo nacionalista, la alcaldesa tendría que elevar de nuevo al pleno el pase a “segunda actividad” del agente, cumpliendo otras funciones dentro del departamento de la Policía Local.

El grupo de gobierno en minoría (PSOE y PIL), y la portavoz de Ciudadanos, Delia Hernández, se abstuvieron, mientras que el concejal no adscrito Andrés Medina votó en contra con el argumento de que carecía de toda la documentación y de que el asunto estaba pendiente de los tribunales.

El agente de la Policía Local de Arrecife, de 37 años, se lesionó de gravedad en el hombro en una reyerta con un cuchillo y aunque solicitó adaptarse a otro puesto de trabajo y contar con los informes favorables del jefe de la Policía no lo ha conseguido por el momento.

La lesión se produjo en noviembre de 2015. Jonathan estaba de servicio, asignado a la Unidad de seguridad ciudadana (USCI) de la Policía Local de Arrecife, y les avisaron de una pelea en la calle Manolo Millares. En medio de la pelea un hombre fue a sacar un cuchillo y Jonathan intentó reducirlo desde atrás. Lo logró, pero el atacante y sus 128 kilos de peso cayeron sobre él.

En el impacto contra el suelo se lastimó el hombro y tuvo que ir directo al Hospital. Ese fue su último servicio. Desde entonces tiene un dolor continuo y una movilidad muy reducida en ese brazo a pesar de las tres operaciones que le han realizado.

Apenas puede levantar el brazo derecho. Ha tenido que comprarse un coche automático porque no puede cambiar las marchas y ha tenido que aprender a manejar la mano izquierda. La Seguridad Social le ha reconocido una minusvalía del 33 por ciento y se convirtió en pensionista con 37 años.

No puede realizar el trabajo que hacía pero puede, y quiere, hacer otros trabajos. Y esa ha sido su segunda lucha en los últimos años. La primera fue la de superar la lesión y la segunda, la batalla administrativa por intentar volver a trabajar en el Ayuntamiento de Arrecife, que en mayo de 2017 decidió comunicarle su cese como trabajador municipal.

Jonathan Rodríguez fue cesado tras 15 años en la Policía Local mediante un decreto de la alcaldesa de Arrecife. Desde antes del cese, Jonathan reclamaba al Ayuntamiento capitalino el pase a la situación de “segunda actividad” en el Cuerpo, pero no ha obtenido respuesta de la institución.

El 13 de junio de 2017, la alcaldesa de Arrecife, después de haber cesado a Jonathan, solicitó al jefe de la Policía Local de Arrecife una relación funciones que podría realizar el agente y el subcomisario respondió el mismo mes que proponía que se accediera a lo solicitado por Jonathan y para ello enumeraba varias funciones compatibles con su discapacidad que podría desempeñar y que, debido tanto a la formación como a la experiencia de Jonathan en la Policía Local de Arrecife, serían de gran utilidad para ese departamento.

El pasado 21 de febrero, la alcaldesa pidió “asistencia” al Cabildo para que emitiese un informe jurídico sobre sobre la solicitud de pase a segunda actividad del agente. Un informe del jurista Leopoldo Díaz, fechado el pasado 5 de marzo, avala el pase a segunda actividad del trabajador por disminución de capacidad para cumplir el servicio ordinario dentro de la función policial.