La Isla exige que se obligue a las navieras a cubrir la ruta con Lanzarote y no con Gran Canaria
Para los empresarios locales, la solución al enredo que se ha creado por la exclusión de Lanzarote, Fuerteventura y La Palma como paradas obligatorias en la línea marítima de servicio público entre la Península (Cádiz) y Canarias está clara. Se trata de cambiar esa obligatoriedad que solo les corresponde ahora a Gran Canaria y Tenerife y fijarla por decreto para las islas no capitalinas.
Fuentes empresariales señalan que la explicación es sencilla: la conexión entre la Península y los puertos de Santa Cruz o de Las Palmas está garantizada con o sin concurso público porque, por volumen de pasajeros y de carga, son dos destinos interesantes y rentables para las navieras. Los empresarios consideran que, en todo caso, la conexión con Arrecife también es rentable por sí misma.
Tanto sectores empresariales como el Cabildo de Lanzarote consideran que se debe hacer un nuevo concurso público en el que se modifiquen las condiciones. En Baleares, por ejemplo, todas las islas están incluidas dentro de las líneas de servicio público. De esta forma, Ismael Villalba, vocal de la Cámara de Comercio, señala que “no se entiende por qué se sigue declarando a Gran Canaria y Tenerife como de servicio público si las que están en riesgo de que no vengan los barcos son las otras islas”.
Hay que recordar que lo que el Estado subvenciona a través de ese concurso público es el pasaje y no la carga, a pesar de que los barcos son mixtos.
La polémica ha provocado pronunciamientos en contra de casi todos los cargos públicos de la Isla, incluidos los del PP, ha movilizado a empresarios y ha hecho que el presidente del Gobierno de Canarias pida a Fomento que se paralice el concurso.
Está en riesgo la conexión directa entre Cádiz y Lanzarote, aunque en realidad esa conexión se perdió hace un año. El barco de Trasmediterranea que venía directamente desde Cádiz ya no para primero en Arrecife. Lo hace en Las Palmas y la carga y el pasaje llegan a Lanzarote con la naviera Arrmas, gracias a un acuerdo entre ambas compañías y a un sobrecoste.
Cuando es directa la conexión es a la vuelta. Arrecife es la última parada antes de que parta hacia Cádiz, y esa escala se está utilizando para exportar el pescado, uno de los pocos o el único producto fresco que exporta Lanzarote. Las capturas de Optuna o los ejemplares de piscifactoría salen hacia Cádiz en ese barco, y si retiraran la conexión, el pescado ya no llegaría tan fresco.
Conexión con Huelva
Desde la Península a Lanzarote llegan ente 15 y 18 trailers semanales, cuatro o cinco menos que antes de la crisis. Casi todos llegan por Cádiz porque, aunque Armas ha iniciado una ruta directa desde Huelva, cuesta unos 700 euros más por camión, según fuentes empresariales.
Diferencias
- Un trailer entre Cádiz y Las Palmas tiene un coste de unos 1.500 euros. El trayecto entre la capital grancanaria y Arrecife lo encarece unos 200 más.
- Los productos no perecederos llegan en contenedores. La naviera OPDR tenía una conexión desde el Norte de Europa. Hace dos años dejó de llegar a Lanzarote y ahora desembarca en Tenerife y hace el reparto por islas, con el retraso consiguiente, con un barco que viene de Sevilla.
- El transporte de las mercancías que se descargan en Las Palmas o Tenerife y se convierten en un producto transformado se subvenciona en un 50 por ciento si su destino son las islas menores. Esto debería producir que el precio del producto se mantenga para el consumidor, aunque las estadísticas dicen otra cosa. Lo que sí provoca es una competencia inasumible para crear cualquier tipo de industria en estas islas, porque el producto final no está subvencionado si la transformación se hace en Lanzarote y el producto viaja hacia Gran Canaria.
- Un contenedor desde Inglaterra puede costar unas 1.400 libras hasta las islas mayores. Hay que sumar 800 más si el destino es Lanzarote.
Comentarios
1 El profeta Dom, 19/01/2014 - 16:17
2 carlos Dom, 19/01/2014 - 16:52
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