En una estancia de veinte metros cuadrados, dentro de una nave del Cabildo en el barrio de Argana, se esconde un tesoro: la colección más completa de esqueletos cetáceos de España, una de las mejores de Europa y la segunda del mundo de zifios de Gervais, con 14 ejemplares, tras la del Museo americano de Historia natural.

Cuidadosamente guardados, hay hasta 300 ejemplares de esqueletos, pieza por pieza, hueso por hueso, además de muestras de tejidos, dientes, contenidos estomacales, barbas de ballenas, otras muestras congeladas para estudios genéticos y dos esqueletos montados y colgados del techo, uno de un calderón tropical, otro de un zifio, y otro más en el suelo -posado sobre unas colchonetas de playa y envuelto en plástico- de un zifio de Blainville, un animal que no se deja ver fácilmente y que tiene el rostro más denso de cuantas especies habitan el Planeta, reforzado para enfrentarse a otros machos. Cada diente de este ejemplar, varado en Tenerife en 2004, pesa 400 gramos.

Esa colección es el fruto de treinta años de trabajo del biólogo Vidal Martín, primero, y de la Secac después, la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos del Archipiélago canario. Todo empezó cuando Vidal tenía trece años y vio en ‘Lancelot’ una foto de una tonina que había varado en la Isla. Pero donde todos veían una tonina, él se dio cuenta de que era precisamente un zifio de Blainville y logró desenterrar su cráneo del vertedero. Esa fue la primera pieza.

El propio Martín asegura que la colección “es un reservorio científico importantísimo para conocer a los cetáceos”. De hecho, hay investigadores americanos, ingleses o neozelandeses, que han acudido a ella para analizar esas muestras. Cualquier investigador en el mundo que quiera saber algo sobre estos animales, aún muy desconocidos, tiene mucho que avanzar con esta colección. “Lo ideal es que esto estuviera en un centro adecuado para que se investigara”, señala, y aclara que, al ser especies protegidas, “es propiedad de todos, nosotros sólo lo tutelamos”.

La Secac tiene un compromiso, desde hace años, por rescatar y salvaguardar todos los cetáceos que acaban varados en el Archipiélago y por investigar y difundir la riqueza de estos animales y su indefensión en el mar. Recientemente, el Cabildo y la Secac han firmado un convenio por el que se ha creado el Observatorio de cetáceos de Canarias y gracias a eso se puede mantener el trabajo de investigación y la colección puede permanecer en la Isla y seguir creciendo.