PRIMER PLANO

La generación Posmanrique

Mario Ferrer 27 COMENTARIOS 25/10/2013 - 12:59

En los últimos meses he estado haciendo un trabajo de recopilación documental sobre la historia de los CACT a petición del Cabildo. Durante ese proyecto llegó a mis oídos una anécdota poco conocida pero muy reveladora del origen de los CACT. Los pioneros trabajadores comentan que, para animarlos, José Ramírez y César Manrique les relataron repetidas veces lo sucedido en una ocasión en que fueron a pedir dinero para Lanzarote a un alto jerarca del régimen franquista. Éste les recomendó que lo mejor con Lanzarote, tal y como estaba la situación, era desalojar la isla, y llevar a sus habitantes a Gran Canaria o Tenerife. Ramírez y Manrique usaron ese desprecio para incitar y enrabietar a sus trabajadores, haciéndoles ver que con su labor iban a asombrar al mundo y, de paso, a cambiar la mentalidad derrotista y acomplejada que tenía la sociedad insular de la época.

Mi generación no sabe nada o casi nada de lo que significaron y significan Manrique y los CACT. De hecho, muchos ni siquiera han visitado los Centros. Sin embargo, creo que es muy conveniente que los que nacimos a partir de los años setenta y ochenta sepamos algo más de este curioso episodio histórico, casi diría que hasta por necesidades terapéuticas.

Tras décadas de crecimiento ininterrumpido, casi de opulencia, mi generación, que ya empieza a ser conocida como la generación perdida, se enfrenta ahora a una de las zonas con las tasas de desempleo más altas de la UE, más del treinta por ciento. Además mi generación anda muy descreída, y con razón. Desde antes del fallecimiento de Manrique no ha habido una sola legislatura en la que no hubiera cambios en el grupo de gobierno del Cabildo de la isla, algo que, en cambio, no ha sucedido en el resto de Canarias. En las últimas décadas, la inestabilidad política de Lanzarote, o lo que es lo mismo, la incapacidad de los partidos de ponerse en acuerdo en aras del bien común, principalmente por sus peleas por las cuotas de poder, ha sido tan extrema que llegaron a sucederse cinco presidentes del Cabildo distintos en tan sólo dos años. Y la corrupción ha sido tan elevada que han estallado multitud de casos con decenas de imputados provenientes, muchos de ellos, del más alto nivel empresarial, político, institucional o mediático. Sin embargo, ha costado mucho que algunos empezaran a pagar por sus fraudes al sistema democrático.

En estos tiempos confusos y desalentadores, uno de los conceptos estrella ha sido el de “rescate”. Durante años se han discutido hasta el hartazgo sobre la conveniencia o no del famoso rescate. Sin embargo, son muy pocos los que han denunciado que este es un debate vacío. Nadie en Bruselas o Berlín quiere o puede “rescatarnos” de nuestros problemas de la noche a la mañana como por arte de magia. No creo que ningún centroeuropeo tenga ganas de ponerse una capa de superhéroe y venir volando a salvarnos…

Una vez que tengamos claro lo infantil que es la idea del rescate, podemos hacernos la verdadera pregunta: ¿Acaso no hay mujeres y hombres en estas islas que puedan revertir la situación actual? ¿De verdad somos tan incapaces que necesitamos imperiosamente ayuda externa? ¿Ha vuelto mi generación definitivamente a la mentalidad derrotista y acomplejada del pasado?

Para que la generación postmanrique no se quede solo en la queja y empiece a luchar por un futuro mejor debe creer en algo más sustancial que la absurda idea de un rescate exterior. El origen de los Centros podría ser un ejemplo muy inspirador en este sentido, sin embargo, no le voy a mentir, mi sensación es que la mayoría de los de mi generación tiene una mala imagen de los CACT. No hablan bien de ellos, y lo que es peor, muy pocos se dan cuenta de que los Centros son algo más que una gran empresa turística. Más triste aún es comprobar lo poco que se nombra públicamente el verdadero carácter de los CACT: piezas maestras de uno de los experimentos culturales más singulares y valiosos de la España de la segunda mitad del s. XX. Es más, creo que hasta algunos de los propios trabajadores de los Centros se han olvidado de esto…

Dice el tópico que los pueblos que pierden su historia están condenados a cometer los mismos errores. Dándole la vuelta a esta frase tan manida, los pueblos que no recuerdan su historia están condenando al olvido sus aciertos del pasado. Afortunadamente, el recuerdo de Manrique está muy vivo, pero no se puede decir lo mismo de todo el grupo que lo rodeó y que lo hizo posible. Si ustedes no mantienen vivo el recuerdo de gente como Luis Morales, Jesús Soto, José Ramírez, Manuel Díaz Rijo y muchos más, va a pasar algo muy obvio: esas historias se van a olvidar. Y si se olvidan no van a servir de inspiración para nadie. Rescatar el origen de los Centros no es sólo un deber ético, es también una oportunidad de oro para enseñarle a la generación postmanrique, que es posible crear un horizonte más próspero y digno desde Lanzarote. Ese es el verdadero valor de los Centros de Arte, Cultura y Turismo.

Por imperativo histórico y por fidelidad con su propia naturaleza, los CACT y todos sus miembros, dirigentes y trabajadores, están llamados a ser referentes y líderes morales para la sociedad de esta isla. Hablamos de centros que albergan muchos de los mejores y más universales valores engendrados en esta zona del planeta. Pero ocurre una cosa, los que quieren ser líderes de una sociedad deben cumplir inexorablemente una norma, dar ejemplo con su trabajo. Deben ser modelos. Y si los líderes no dan ejemplo, el conjunto de la sociedad tiene la responsabilidad de buscarse otros líderes nuevos, y reprobar públicamente a quien bajo la máscara de liderato solo busca un lucro ilícito.

No es la primera vez que Lanzarote se enfrenta a una crisis. Si de algo podemos presumir en esta isla es de un largo historial de situaciones de emergencia, como la que se vivió tras la posguerra, o con las sequías, o con las erupciones volcánicas, o con el analfabetismo y el caciquismo... Si ustedes quieren rescatar el legado de los Centros, y de paso ayudar a rescatar a la generación postmanrique, tendrán que hacerlo como siempre se hizo, sentándose y buscando fórmulas o soluciones viables bajo una voluntad real de acuerdo. Las que sean. Yo no las conozco. Lo que sí les puedo asegurar, es que no va a venir ningún héroe de fuera a rescatarnos. O lo hacen ustedes, o lo hacemos el conjunto de la sociedad lanzaroteña, o nadie lo hará.

Poco antes de fallecer, Manrique dejo escrito el discurso que iba a dar el Día Mundial del Turismo en 1992, en ese texto había un fragmento que decía lo siguiente: "cada uno de nuestros pasos debe estar encaminado a construir más y más el espacio soñado de la utopía. Construyámoslo conjuntamente: es la única manera posible".

 

[Este texto fue leído en el homenaje a César Manrique que anualmente organizan los trabajadores de los CACT el día del fallecimiento del artista, el 25 de septiembre]

 

Comentarios

Tienes toda la razon
El problema querido amigo, es que la sociedad lanzaroteña a día de hoy, no entiende lo de " ... ese espacio soñado de la utopía " . Ya sólo interesa el presente, hemos olvidado el pasado ( lo bueno y lo malo ) y somos incapaces de imaginar un futuro. Este es el problema de toda una generación y me temo que de la venidera ... ya no sueña.
Una buena visión de lo que significan los CACTS para los conejeros y lo que deberían significar. Si supieran lo que lo disfrutan todos los visitantes, quizá sabrían ponerlo en valor. A lo mejor tu libro mejora esa visión. O quizá si hicieran como la Fundación que deja entrar gratis los sábados y domingos a los residentes en la casa de Cesar de Haría. Cualquier iniciativa que transmita a la población que los CACTS son algo más que una Consejería muy golosa en cada legislatura.
Yo por mi edad si me considero de la generación Manrique. Vivimos la época en que se gestaron y se construyeron los CENTROS TURÍSTICOS hoy denominados CATS y participamos de esa ilusión que desparraba César por convertir a Lanzarote en un Referente mundial. Creo que la fundación debería dar a comer más como se gestaron, quienes participaron etc. Muchas Gracias Mario por tu excelente artículo.
Creo, en contra de opiniones aquí vertidas, que hay que olvidar el pasado y la idea de Manrique ( los que se llaman sucesores de Manrique ni son él y muchisimo menos tienen su visión y su sensibilidad ) y mirar al futuro. Los centros turísiticos están obsoletos tanto en la construcción en sí, en el planteamiento general y sobre todo en su idea de gestión. Entiendo que hay que utilizar las nuevas tecnologías, explotar nuevos recursos de comunicación y apostar por transformar lo estático en CULTURA VIVA. La sociedad evoluciona y no podemos estancarnos en ideas y proyectos pasados. El César de hoy, no sería el César de los años 70 y sus proyectos ya no tendrían el mismo sentido.
Estupendo artículo Mario, estoy totalmente de acuerdo contigo. Sdss...
Me alegro por el buen artículo.Me entristece lo demæs. Estoy de acuerdo co A. Valls.
La generación Postmanrique, no es una generación perdida ni tan siquiera cuasiperdida, es la generación producto de “ten todo lo que yo no pude tener…sin esfuerzo alguno”+ “¡uy! Una crisis económica”. Tenemos el doble trabajo de reeducarnos en el caótico mapa socio-económico que atravesamos pero… lo hacemos. Variablidad intragrupo, muchísima. Nuestro papel es tan fundamental, como lo fue el de Manrique en la isla de Lanzarote, tenemos que modificar el modelo infructuoso actual y educar en un nuevo modelo donde los y las que vengan detrás NO lo tengan todo pero sí cuenten con la capacidad y las herramientas para detectar y salir, rápida y eficazmente, de las venideras crisis del tipo que sean. Nuestro rescate? La resiliencia.
Sin dudar del sobresaliente acierto de la creación de los CACT, ni del necesario reconocimiento de sus promotores, la articulación de ese pasado y los acontecimiento políticos posteriores lo resuelve el autor del texto falsa y diría que oportunistamente. Edulcora un oprobioso pasado carente de libertades, de desigualdades y no poco colaboracionismo con la Dictadura. Si estos tiempos son políticamente repudiables, aquellos fueron peores. Quizás de aquellos barros estos lodos. Reconozcamos las buenas obras y sus ejecutores, pero con capacidad crítica y ética. Lo de "alto jerarca del régimen franquista" es de risa... ¿Qué eran las autoridades insulares? ¡Ay, Carmela!
¿ Porqué tiene que haber un pensamiento único? ¿ porqué extraña que haya gente que opine que hay que avanzar sobre la idea de Manrique?. Hay que mirar hacia delante y trabajar cara al futuro y no estancarse en el pasado. César fue y es un icono pero hay algo más; fue referente y debe seguir siéndolo pero a partir de ahí hay que innovar. La tristeza para mi es mantener una idea fija y sobre todo no apostar por la renovación.
Mi compañera, de niña iva a la casa del César en el volcan, a acompañar a su tia en la limpieza de la misma. Un día Manrique la llama aparte y le dice: de los cuadros que aquí ves, dime cuál es el que más te gusta y te lo regalo. ella le contesta "Nó me gusta ninguno". Nó conocí personalmente al César, pero desde que me enteré que lo del Arrecife gran Hotel contó con su visto bueno y colaboración activa se me empezaron a saltar algunas alarmas, que últimamente se han convertido en confirmaciones de lo que supone su auténtico talón de aquídes. -De cualquier manera entiendo se nos propone sentarnos todos y construir al socaire del momento que atravesamos con paralización del Piot-Piol, un nuevo horizonte próximo para los próximos 30 años. y cierro por el principio ¿a qué sociedad Cesar preguntaba sobre su decorativismo artístico de los centros?
Desde luego, Luis, vaya una mente obtusa. Si tu quieres considerar los Centros como un "decorativismo artístico" allá tu. A mi me parecen otra cosa, primero desde el punto de vista artístico hasta desde el punto de vista económico y social. Pero insisto allá tu con tus opiniones hechas a la ligera. Pero me parece más preocupante menospreciar nuestra historia más reciente y sobre todo a las personas que construyeron esa historia. Tu sabrás la inquina que te da figura de César Manrique pero a mi me parece un personaje clave para entendernos como pueblo. Hay más: César Manrique, Pepín Ramirez, Jesús Soto, Agustín de la Hoz, Díaz Rijo, Pancho Lasso, Leandro Perdomo… y un largo etc. Es lo que en cualquier pueblo señalamos como las personas que marcan una diferencia. Personajes ilustres los suelen llamar.
César Manrique fue importante, forma parte de la historia de Lanzarote pero hasta ahí. Nadie discute su valía pero hay que reconocer que no todo el pueblo compartió y comparte, ni su sentido artístico y estético , ni su visión de la sociedad y su entorno. Como ya se ha comentado aquí hay que avanzar y aspirar a superar nuestro presente pero sin volver necesariamente al pasado y sin entrar a valorar el lado político de César. Lanzarote tiene unos magníficos centros turísticos pero ojo que no son Lanzarote.
Dicen que un día se le preguntó a un entendido del arte sobre el mismo de César Manrique "Como decorador excepcional, como artista mediocre." Que duda cabe que después de hacer las américas vino con una idea para Lanzarote. Que su idea de crear los cacts, detrayendo dinero escaso de todos para realizarlos fué algo positivo en lo que algunos entendidos han venido a considerar como la perfecta oferta de ocio complementario. Intento comunicar que lo que se pretenda construir o deconstruir ahora será mas positivo si antes el pueblo en el que revertirán para bién o mal dichas realizaciones, al menos deberá serle comunicado para su opinión. Nunca fué mi intención desacreditar a César Manrique, sólo lo bajo unos escalones desde el pedestal en el que lo tenía situado. Por Soto, ya era hora de reconocérsele su labor eclipsada por otros.
Chiquito potaje, vamos a ver, nadie te pide que te gusten los Centros Turísticos, ni siquiera que te guste o no la obra de César Manrique, ni siquiera que compartas "ni su sentido artístico y estético, ni su visión de la sociedad y su entorno". Lo que no entiendo es el peso que te impiden crecer por la figura de César. Quieres innovar, avanzar… pues hazlo, nadie te lo impide. Sin embargo deja también que otras personas reflexionemos sobre nuestro pasado para construir mejor nuestro futuro. Se deja entrever un cierto resquemor por lo que tu consideras una excesiva presencia de Manrique en la, no se, esfera social o artística de la isla. No te agobies, eso no existe, son paranoias tuyas, no te obsesiones… Supéralas y crecerás como persona. Y quizás si tu talento te lo permite seas otro lanzaroteño ilustre en cualquiera de las facetas laborales a la que dediques.
Una isla condenada a un mito estético que esconde la ética binaria de una burguesía tonta (que nada quiso ni quiere saber de procesos sociales) a la que le sobra como rasgo propio, la “ignorancia” local y quisiera borrarla, a toda costa, aunque esta ignorancia sea, como su frivolidad, tristemente, hondamente humana. Una isla transformada por visionarios para el consumo global (de una industria depredadora), en destino ajardinado, jubilación anticipada, taller artístico de espontáneos de cultura vacía y sensibilidad departamentalizada. Una isla que muere víctima un sueño prefabricado de éxito, condenada a estarse quieta para el panfleto-lienzo, a ser fotografía fija de colores ígneos que se adquieren al peso, mientras silenciosos ignorantes –sin gusto estético y sin Liceo donde rearmar su ética- acomodan el paisaje para su facturación paisajística. Lanzarote es algo más que el mito que la puso en el mapa del neoliberalismo salvaje de nuestro tiempo. Gracias por el consejito/artículo monseñor, pero nosotros preferimos pensar por nuestra cuenta.
AL 16: He de reconocer que está bien escrito, un poco simplón pero para gustos colores. Me llama la atención más que nada la reiteración de tópicos lo de la "fotografía fija" "facturación paisajística" "consumo global" son una serie de palabros que llevo escuchando demasiado tiempo y no entiendo. Después de su arenga romántica decimonónica me gustaría saber en que se concreta eso. Llámeme pragmático pero sólo leo palabras superfluas, huecas que se escapan del artículo Ferrer en cuestión. Seguramente la isla que usted tiene en mente no es la misma que tengo yo. Yo prefiero un mendrugo de pan, que sepa a pan.
La cosa tiene su gracia, si. Podría hasta tenerla si la gracieta nó pasase por tratar de negar la posibilidad al hecho de impedir verter opinión propia porque nó se me haya preguntado. Nó me es necesaria autorización de parte para hacerlo y menos ahora que he recuperado mis derechos constitucionales, entre ellos el de la libertad de expresión y opinión propia. Mire ud. señor, señora o neutro Aquiles, y ya me jode tener que hacerlo con un. anónimo, que si teniendo suspendido tal derecho en mi etapa prostituida como militar lo hice, ahora nó les serã tan fãcil silenciarme. El pasado de César Manrique es el que es y quiera ud. o nó lo quiera será de conocimiento público una vez no estén aquí todos aquellos que vivieron y convivieron con él, como normalmente suele ocurrir, pero en lugares cerrados, pequeños e islas y menores más.Ya se sabe, isla chica infierno grande. Que qué me impide crecer en la creencia de?le acabo de contestar, el desconocimiento y p
¡Qué cansino es este Luis Rego!. Pero hombre vuelve a leer el fragmento del texto que iba a leer César el Día Mundial del Turismo. Da la impresión que no has entendido nada y encima lo quieres liar todo. Gracias Mario por el magnífico texto
Hace no mucho en la mismisima sede de la FCM tuve la oportunidad de escuchar de boca de Gómez Aguilera una supuesta carta de César Manrique en su periplo por las américas. Nó han sido muchas personas pienso son las que han tenido la oportunidad de leer, escuchar en definitiva conocer el contenido de dicha carta. -En resumidísimas cuentas venía comunicar que estando allí, con un excelente sueldo como decorador escaparatista, con muy poca carga de trabajo renunció a todo para venirse con su visión a su tierra natal cuándo en ella no tenían ni las más mínimas comodidades de las que allí disfrutaba. Discursos aparte y hasta cartas también -ya que es muy distinto predicar que dar trigo-, me extrañó de tal actitud de sacrificio y traté de indagar, extremo que en éstas fechas hago y sinceramente dejando hipocresías aparte, saben que les digo Que nó me creo la realidad expuesta en tal carta ó en tal discurso, nó me lo creo y nó me vengan por favor a reiterar que nadie me ha preguntado mi opinión. César Manrique fué un referente, sin duda, de ahí a encumbrarlo a las altas esferas de la jerarquía artística hay un trecho. De la humana , nó me pronuncio.
Luis, francamente … con cariño, háztelo mirar por un especialista. Contigo cobra sentido el dicho que la ignorancia es muy atrevida y rancia… No me molesta lo que dices o que te conviertas en un afamado crítico artistico, sin tener ni idea. Allá cada cual con lo que hace. Me molesta más ese componente faltón y fachoso, que destila todos tus comentarios. El "no me callaran…jamas" te viene al pelo para dar rienda suelta a tu considerable lío mental. Por mi parte me sigo alineando a favor de aquellas personas que han hecho algo por Lanzarote y de aquellas que reflexionan ( o lo intentan ) sobre su pasado y presente para construir su futuro.
¿Aquiles?...¿de defensor de causas invisibles e inanes a crítico literario?...denota tu texto vacíos de pan y de lectura suficientes como para remendar tu falta de humildad, por ejemplo, ¿qué te parece esta expresión?: "qué está bien escrito pero es simplón" jajja, pero ¿a qué dedicas tu tiempo?, ¿al surf y a leer a Jorge Bucay? tiene gracia...decimonónico dice....jajajajaja...de aquellos lodos estos barros....precisamente señor/a/ita/ito Aquiles, porque la isla que usted y sus amiguetes de tertulia tienen es distinta a la mía es por lo que aun conservo un poco de dignidad intelectual e integridad humana...
Al medio : creo que esta ventana de participación no puede convertirse en un carteo entre dos, que además no aportan nada nuevo a lo ya expuesto.Gracias.
La existencia de la obra de Manrique, así como la ausencia del artista no tiene que impedir avanzar. Sigue habiendo prejuicios, casi siempre locales, que ponen en cuestión al artista. Ello a pesar de haber transcurrido más de dos décadas de su fallecimiento. Deberán pasar todavía treinta años más para que ocupe su lugar. Sobre mitos estéticos, existen en el mundo muchos, los cascos históricos de Praga, o Quito, Antigua en Guatemala, la ciudad intramuros de Marrakesh, ¿y? , Algunos de la larga lista, declarados Patrimonio de la HUmanidad, ¿y? Por cierto, no son las islas las que se quedan quietas para el panfleto, son sus habitantes los que no se mueven, acaso porque no tienen nada que decir, o no saben. Es más fácil largar de Manrique y los centros turísticos que proponer una dirección a nuestra vida, ¿porque no sabemos?
Este debate prueba que Manrique no ha muerto. Aún tiene denostadores y panegiristas. Llegué a Lanzarote el mismo día que murió (físicamente) y no puedo hablar mucho de él, aunque he tratado a personas de su círculo íntimo, digamos, para no dar nombres ni especificar nada. Para mí, forastero, sigue siendo un enigma su personalidad, su arte y sobre todo, cómo logró hacer esa obra colosal en tiempos difíciles y en un lugar tan apartado del mundo.
Generoso abierto vital intiutivo, y eterno Tengo la sensación de qe CM era un gran escritor porque era lo suficientemente ingenuo como para subirse a las palabras tragárselas y creérselas. Escucharlo hablar es asistir a la retransmisión de un banquete, lleno de registros, de matices son palabras guardadas en el paladar, saboreadas, sentidas. CM vivía con ellas, con las palabras. Amo su conciecia vital, su compromiso, sus errores, su diversión. El texto me parece malo, facilón, triste, no me dice nada de Manrique y me transmite melancolía forzada. Querido Mario no me hables de amor... a tí no te toca escribir de tu generación, de la parálisis, de la foto fija de incomprensiones, tu tienes una experiencia vital que se escapa de ese contexto y en eso te veo forzado, a tí ni te va ni te viene somos todos los demás los que 20 años después hemos borrado el paisaje. Acabo de pasear por Haría, las casas se siguen cayendo... En un intento por darse vida el ayuntamiento arregló muros y pintó casas, me he quedado con un detalle, al día siguiente de que el ayuntamiento pintara una casa grande y hermosa, su dueño puso el cartel de se vende... Supongo que son los restos de la inquina, de la miserable avaricia que brota desde lo más genuino de nuestro ser. Todos con todos estamos siendo miserables, rateros, rastreros. Hemos vuelto a ser pobres del peor tipo de pobre, el que no sabe hacer nada, no sabe dar nada. A mi tío Gregorio, Manrique le arregló la casa gratis, y la casa de mi tio será siempre hermosa...Me pregunto si hay algún técnico arquitecto capaz de bajarse del coche y de su título, para hablar con alguien y decirle que de esta manera te queda mejor... No me hables de amor... esa generosidad no la he vuelto a ver. Puto turismo.
Creo que a lo largo de la historia hemos soportado tantos ataques piráticos (y los seguimos soportando) que ya miramos con miedo la propia idea de éxito. Básicamente porque atrae a los depredadores de siempre. Todo éxito existe para ser superado. Lanzarote es tierra quemada con piel nueva y nosotros también. No hay obra más grandiosa que la anónima, la rutinaria, la que modela el paisaje y las conciencias, la del poco a poco porque un día esa obra es advertida por álguien o "álguienes" que trascienden sus propias circunstancias. Somos algo más que lo que creemos. Todos amamos este cacho de tierra, que se note.

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