La calidad del agua depurada para el riego en la Isla no cumplía los mínimos legales
La calidad del agua depurada para el riego en la Isla no cumplía hasta 2012 los mínimos exigidos por la legislación, según los estudios realizados dentro del Programa Comunitario de Cooperación Transnacional que se han presentado este miércoles en el Archivo municipal de Arrecife. De momento, no hay datos de los dos últimos años, ya que se está elaborando el estudio.
Según explicó Francisco Díaz, investigador del Programa Ramón y Cajal, en cuanto a la calidad microbiológica, no se cumple el mínimo legal establecido para aguas de riego para el consumo de productos frescos que están en contacto directo con el agua. Los datos se han recogido en bocas de riego hasta finales del año 2011.
Además de los factores microbiológicos, los parámetros de boro, sales y sodio de ese tipo de agua también son más altos de lo recomendado, por lo que afecta a los terrenos cultivados.
La degradación del terreno, en todo caso, según Díaz, autor del estudio, es “de ligera a moderada”, y asegura que no hay motivos para alarmarse por le hecho de que se superen los niveles que establece la legislación para el consumo humano.
Díaz participó en una jornada organizada por las Reservas de la Biosfera de Lanzarote y Fuerteventura titulada “Impacto del uso de recursos hídricos no convencionales en la agricultura de zonas áridas” y que tuvo una gran asistencia de público, con el aforo completo.
La introducción corrió a cargo de Marisa Tejedor, que coordina el proyecto, que alertó de que el mal uso de este tipo de aguas puede producir la desertificación y señaló la importancia de los enarenados para proteger los suelos.
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