José Manuel Rodríguez Cabrera (Tías, 1970) lleva cinco años recorriendo incansable la geografía lanzaroteña, pero no la que aparece en los mapas sino la que se oculta tras la foto turística en barrancos, roferos y cuevas. Ha creado en su entorno un grupo de aficionados al senderismo autodenominado “Caminando rapidito” y fundado el club de espeleología y montaña Hefesto, a través del cual tramita licencias federativas, cede material y organiza actividades.

- ¿Cuándo y por qué se adentró en la geografía oculta de Lanzarote?

- Empecé hace cinco años por salir de la rutina y despejar la cabeza del día a día. Gracias a un amigo empecé a conocer las distintas rutas y senderos de la isla y luego ya a adentrarme a donde la curiosidad me llevaba. He recorrido casi todo Lanzarote pero todavía me quedan rincones que me animan a seguir buscando.

- ¿Son conscientes los habitantes de la isla de la belleza impactante del territorio que habitan?

- Creo que muchos lanzaroteños no se dan cuenta de lo que tienen, no disfrutan de un territorio que es cambiante según la estación, la hora del día, el clima... Vamos a las playas, a los lugares que se alcanzan en coche pero olvidamos todo lo demás, que es impresionante.

- Parece que, de forma tímida, se va incluyendo la oferta de turismo de naturaleza a los visitantes...

- Apenas; yo casi no lo he visto. Seguimos llevando a los turistas a las playas, a los centros creados para ellos, nos adaptamos a lo que pensamos que buscan pero no nos hemos preparado realmente para ofrecer una alternativa seria de experiencia ambiental como podríamos, a la vista de nuestro territorio único en el mundo. Cuando se van no conocen ni el 10 por ciento de la isla. Creo que estamos perdiendo una oportunidad, siempre que aseguremos la protección del entorno.

- ¿Cómo surgió Hefesto?

- Un grupo de amigos, Diego, Cristina, Roberto, Rosa Delia y yo, que hacíamos espeleología y escalada, decidimos buscar una cobertura de seguridad a través de un club y de licencias federativas. Es cierto que el senderismo en general no es una actividad de riesgo pero yo recomiendo disponer de un seguro que garantice la respuesta ante cualquier percance. Y por supuesto, salir con el material adecuado, calzado, agua, algo de alimento, crema protectora, etc.

- ¿Hay campo suficiente en la isla para la espeleo y la escalada?

- En Lanzarote practicar la espeleología no está permitido, imagino que por motivos de seguridad. Pero hay muchísimas cuevas, algunas maravillosas. Siempre he sido partidario de permitir un acceso controlado a las grutas, a través de clubes que se hagan responsables. Pienso que además de responder a los aficionados de la isla, atraería a muchos visitantes. Respecto a la escalada, tenemos paredes de sobra, oquedades y barrancos con distintos niveles de dificultad pero idéntica belleza.

“No nos hemos preparado para ofrecer una alternativa de experiencia ambiental como podríamos, a la vista de nuestro territorio único en el mundo”

- ¿Cuál es su zona favorita?

- Me gusta el norte. Lanzarote ha sido muy intervenido del centro al sur pero el norte sigue intocado, es privilegiado. Y su paisaje varía mucho según la época del año. Me gustan los barrancos de Guatiza y Mala, Famara... Lanzarote no es negra como pensamos, es una isla llena de colores, sobre todo en invierno. En verano es un desierto que, en pocos días y con cuatro gotas, se vuelve verde y florece.

- ¿Qué es Caminando rapidito?

- Es un grupo de amigos y amigas que nos juntamos los domingos para salir a caminar y despejarnos de la semana. Quedamos a través de facebook y pasamos unas horas juntos muy agradables. Está creciendo más rápido de lo que cabría imaginar porque nuestra naturaleza engancha. Según la época del año preparamos rutas distintas. El invierno verde dura un mes o dos y hacemos barrancos y montañas, en verano nos gusta la costa...

- ¿Cómo valora la fiebre de las carreras y los triales? ¿Le parece invasiva o, por el contrario, puede resultar una buena fórmula para entrar en contacto con la naturaleza?

- En mi opinión, mientras que la actividad respete el entorno, me parece bien cualquier manera de disfrutar del medio ambiente. Vivimos en una isla frágil que debemos preservar. Porque desgraciadamente dejamos huella de nuestro paso. En las zonas accesibles es fácil encontrar desperdicios, cuevas pintadas en sus bocas o playas con basura. El uso del territorio debe ser responsable.