La Asociación de Familiares de las víctimas del naufragio califica de “hito histórico” la toma de muestras que permitirá desvelar la identidad de los marineros naufragados más de 50 años después de la tragedia
Exhumación de los restos de los tripulantes del Domenech de Varó para su identificación
La Asociación de Familiares de las víctimas del naufragio califica de “hito histórico” la toma de muestras que permitirá desvelar la identidad de los marineros naufragados más de 50 años después de la tragedia
“Hito histórico”, así calificaban los familiares de los fallecidos en el naufragio del Domenech de Varó el momento de la exhumación de los restos cadavéricos que reposaban en el Cementerio de San Román en Arrecife, tras la autorización judicial, con el objetivo de llevar a cabo su identificación.
El acto ha levantado gran expectación entre los medios de comunicación y en el mismo han estado presentes José Manuel Pose, portavoz de la Asociación de Familiares de las víctimas del naufragio e hijo de José Pose, patrón de la embarcación naufragada en la costa de Mala hace más de 50 años, junto al representante del labotorio LabGenetics de Madrid, encargado de tomar las muestras de los restos cadavéricos, Jorge Puente.
José Manuel Pose ha estado acompañado en este emotivo momento de su hijo, nieto del fallecido José Pose, juntos han vivido en primera persona la exhumación de los cuerpos que reposaban en los nichos 70, 72, 73, 75, 76 del camposanto de Arrecife, tumbas que más de medio siglo después podrán salir del anonimato una vez concluya el proceso identificativo.
El técnico de LabGenetics identifica una de las cajas de restos cadavéricos.
Tras este importante paso en el proceso de la identificación de los cuerpos, el laboratorio madrileño debe cotejar ahora los restos con el ADN de los familiares de los tripulantes naufragados de quienes ya se habían tomado muestas anteriormente. Jorge Puente explica que esto proceso puede llevarse a cabo en un periodo de un mes y medio, con la fecha límite del 14 de noviembre, en la que la Asociación de Descendientes debe justificar las subvenciones de las instituciones gaditanas, ayudas con las que han podido sufragar los gastos del proceso identificación de los tripulantes malogrados tras el naufragio en la costa lanzaroteña.
Tras la oportuna identificación, los familiares que así lo deseen tendrá vía libre para reclamar los restos de sus seres queridos y trasladarlos al fin a sus lugares de origen, según ha explicado José Manuel Pose, quien ha aprovechado su estancia en Lanzarote para visitar junto a su hijo el lugar donde trascurrió el trágico siniestro hace ya más de 51 años.
Naufragio
El 6 de febrero de 1973 encallaba en la costa de Mala el pesquero Domenech de Varó con una docena de tripulantes a bordo de Cádiz, Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y Barbate encalló en la costa de la localidad lanzaroteña de Mala. Solo dos personas pudieron salvar la vida, el patrón de costa del barco, Vicente Pérez Yáñez y el marinero José Manga Rodríguez. Del resto de tripulantes, solo tres personas pudieron ser identificadas en su momento: José Bernal Ramírez, primer mecánico, Antonio Rodríguez Zaragoza, marinero, y el contramaestre Manuel Valiente, cuyos cuerpos descansan en el cementerio de Arrecife junto a los restos sin identificar de otros cinco pescadores. Los otros dos miembros a bordo de la embarcación nunca fueron hallados.
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