Escrache de la PAH ante la Iglesia de San Ginés por las casas de Argana: “La avaricia es pecado”
Dos decenas de miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Lanzarote se han presentado este miércoles en la plaza de Las Palmas, frente a la Iglesia de San Ginés para realizar un escrache solicitando a la Iglesia una solución para los inquilinos de las casas de Argana, que vendió la Diócesis de Canarias a la empresa Iveco con los inquilinos dentro y sobre los que pesa una orden de desahucio para el 23 de mayo.
Los concentrados llevaban una pancarta con el lema “Los valores de la Iglesia están en venta: la avaricia es pecado” y corearon varios lemas como: “En misa los sermones y en sus bolsillos los millones”, “La Iglesia tiene precio y lo ha pagado Iveco”, “Por culpa de la Iglesia y su afán de especular a estos ancianos los van a desahuciar” o “La Iglesia se hace rica arruinando a las familias”.
La portavoz de la PAH entregó en el Archivo de la Parroquia de San Ginés un manifiesto para que se lo hagan llegar al Obispado, con el siguiente texto:
“Hartos de la indignante ausencia de explicaciones por parte del principal causante de este problema, la Santa Madre Iglesia, nos hemos visto obligados a venir aquí en el día de hoy a exigir esas explicaciones que el obispado y la parroquia de San Ginés, si tuvieran un mínimo de la humanidad y de los valores cristianos que cada domingo predican, habrían dado a los afectados desde el principio de esta gran estafa.
Ya no nos interesa saber por qué la iglesia vende un terreno cedido por un feligrés para alojar a gente necesitada y en el que los vecinos y cursillistas de la cristiandad construyeron unas viviendas para el citado fin. No fue la iglesia la que hizo un esfuerzo de generosidad y solidaridad, fueron los vecinos del barrio y personas que creían que la justicia social es posible.
Ya no nos interesa saber si son 300.000 o 600.000 euros los que ha obtenido la iglesia de beneficio con esta operación y todo sin ninguna inversión. Especulación pura y dura. Qué hicieron con ese dinero tampoco nos importa ya, nos gusta suponer que todo fue a ayudar al prójimo y no para nuevas inversiones, fastos lujosos y llenar barrigas. Dios nos libre de estos malos pensamientos.
No queremos saber dónde quedan los valores cristianos de los miembros de la curia que perpetraron este negocio, si de verdad existe el Dios que pregonan, Él caerá sobre sus conciencias.
Para qué necesitamos saber porque el párroco que se encargó de realizar la operación de compraventa ni siquiera se molestó en informar a los vecinos de que estaban vendiendo sus vidas. Porque sí, no lo duden, aquí sus ilustrísimas han traficado con seres humanos. Han tratado de arrebatar la dignidad a personas despojándolas de un derecho tan fundamental como el de la vivienda. Escandaliza que en esta parroquia se sigan dando sermones contando a la gente cómo debe portarse cuando en su sacristía se ha fraguado un negocio en el que se puso en venta a hombres y mujeres. Muy propio para las fechas que acabamos de dejar atrás, ¿un tal Judas hizo lo mismo les suena?
No nos interesa que nos expliquen por qué se han alejado de la que se supone que es la principal función de esta Santa Institución para convertirse en una empresa que busca el rédito económico a cualquier precio.
No queremos saber por qué no se han agarrado, para defender a sus feligreses, a las tesis del juez de primera instancia que sentenció que ustedes podían vender los terrenos, pero no las casas porque no eran de su propiedad.
De todo lo dicho, será su conciencia la que les pasará factura. Si alguna vez piensan en porqué cada domingo tienen menos feligreses piensen en si este es el camino.
Pero ahora ha pasado el tiempo de las explicaciones y lo inminente del problema, estamos a menos de un mes para que dos ancianos y una persona enferma tengan que dormir en la calle, hace que lo que busquemos y exijamos a día de hoy sean soluciones.
Está en su mano que estas personas recuperen su vida. Si es cierto que se llegó a un acuerdo con la empresa Iveco como el párroco y el obispado se han encargado de difundir en prensa, según el cual a los vecinos se les realojaría en viviendas cuanto menos de similares características a las que les quieren arrebatar, les reclamamos que nos digan dónde figura ese acuerdo; que si se firmó por escrito lo aporten y si fue de palabra, digan las personas entre las que se estableció el citado acuerdo para reclamarles responsabilidades.
Son ustedes los que han admitido la existencia de ese compromiso y si les queda un poco de ese sentimiento cristiano que todos admiramos porque se pone siempre al lado del necesitado, serían ustedes los que deberían de exigir a Iveco su inmediato cumplimiento. Si no lo hacen así serán como hasta ahora lo han sido, cómplices de maltratar a ancianos y enfermos, de quitarles parte de su vida, de intentar arrancarles su dignidad.
No nos vale una propina para que pasen el primer mes después de que los echen a la calle. Reclamamos que se cumpla el acuerdo en el que, según el propio obispado, se decía que si se desalojaba a los vecinos, se les realojaría en viviendas cuanto menos como las que se les arrebatan.
Y si no son capaces de hacer que Iveco cumpla su parte del acuerdo, es su responsabilidad el futuro inmediato de estos vecinos. Seguro que una de las instituciones que mayor número de inmuebles posee en este país, es capaz de realojar a un grupo de feligreses a los que ella misma ha dejado en la calle”.
Comentarios
1 Anónimo Mié, 23/04/2014 - 13:17
2 Simonia Mié, 23/04/2014 - 14:17
3 Cirene Mié, 23/04/2014 - 14:20
4 Anónimo Jue, 24/04/2014 - 08:20
5 Anónimo Vie, 25/04/2014 - 18:25
6 don Paco Sáb, 26/04/2014 - 23:18
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