En el pueblo de Güime los planos mienten. Frente a la casa de José Pacheco, de las primeras que se encuentran al sur de la localidad, no hay ni rastro del parque urbano que debía haber según el planeamiento municipal de San Bartolomé, aprobado hace casi dos décadas. En su lugar, una enorme zona minera de la que se han extraído sin control durante años toneladas de picón y jable y que ahora el Ayuntamiento pleitea en los tribunales para recuperar. Con una torturadora puntualidad, “todos los  días, a las siete de la mañana, comienzan laspicas”, explica.

En Güime, un pueblo con 1.400 residentes, donde coexisten los chalets a la venta por medio millón de euros con la carencia de aceras, están preocupados: en los últimos meses se han recogido más de 300 firmas para exigir que tanto del Plan Insular como del nuevo Plan General de San Bartolomé se eliminen las zonas de extracción minera en los alrededores de la localidad.

En el Plan Insular, cuya aprobación inicial se espera para antes de las próximas elecciones de mayo, se contemplan dos zonas de extracción minera: una al sur de unos 256.000 metros cuadrados, a apenas 150 metros del pueblo, y otra de enormes dimensiones al oeste, a unos 700 metros de distancia de la localidad, adentrándose en el colindante municipio de Tías. De aprobarse tal cual está en el Plan Insular se habilitarían más de dos millones y medio de metros cuadrados de zona de extracción minera.

Un buen número de residentes en Güime reclama una respuesta del Cabildo y del Ayuntamiento de San Bartolomé, y se miran en el espejo de la reacción social impulsada por los vecinos del pequeño pueblo de La Degollada, que a base de protestar y tocar a las puertas de las instituciones han conseguido que la zona minera se elimine del futuro Plan Insular, aunque estaba aprobada con anterioridad. En el documento, firmado por el urbanista José María Ezquiaga, se justifica su retirada por su “gran impacto ambiental”. Lo mismo que consideran que ocurre con su caso los residentes de Güime.

“¿Qué volcán está entero? Ninguno, están todos reventados”, reflexiona José Pacheco

Manuel Rodríguez, concejal del Partido Vecinal para el Progreso, ha impulsado la recogida de firmas y se ha dirigido de forma reiterada al Ayuntamiento, gobernado por PSOE y CC, para que frene lo que muchos en el pueblo tachan de “burrada” y que supondría la completa transformación del entorno cercano. “¿Quién va a comprar su casa al lado de una zona minera?”, se pregunta. “Lanzarote lo están rompiendo por todos sitios”, incide Pacheco. “¿Qué volcán está entero? Ninguno, están todos reventados. No les importa la Isla, sino llenarse los bolsillos”, afirma.

San Bartolomé admite los “efectos nocivos”

El Ayuntamiento de San Bartolomé no puede negar que conoce la problemática. En la revisión del Plan General admite que las inmediaciones de Güime constituyen un “área medioambientalmente degradada” y que la actividad extractiva y minera está produciendo “efectos nocivos”, por el “ruido” y el “polvo”, sobre “los núcleos cercanos”.

Plantea varias posibilidades: desde limitar la zona minera al sur del pueblo a reconvertir el área en un parque de ocio denominado La Calera –solución similar a la aprobada hace casi dos décadas y que no se ha materializado- pasando por “suprimir” por completo la actividad extractiva y habilitar el suelo para parques temáticos de ocio, aunque sin concretar cómo se llevaría a cabo el proyecto.

El nuevo Plan Insular recoge 13 zonas mineras

La ordenación de las zonas de extracción minera en Lanzarote no se cierra con el nuevo Plan Insular, que establece que debe desarrollarse otro planeamiento específico sobre la materia. El documento tiene carencias: reconoce que “no es posible conocer el consumo actual” de “materiales geológicos” ni estimar “las necesidades futuras que se puedan requerir”.

También admite “la proliferación de zonas extractivas irregulares en muchos ámbitos de la Isla” y define 13 zonas de actividad extractiva. Se excluyen tres áreas en el Parque Natural de Los Volcanes y en La Geria, se dejan fuera los Roferos de Teseguite y un área en el volcán de La Corona, así como La Degollada. También se elimina una zona de extracción de jable en Las Melianas y otra en Mala.