El sector pesquero intenta reinventarse para sobrevivir a realidades como  la disminución de la renta de los marineros, la necesidad de ir a caladeros cada vez más lejanos o la falta de relevo generacional, apuntando al desarrollo del turismo marinero y la pesca-turismo en un contexto de diversificación para una actividad de tradición milenaria en España que cada día es menos atractiva para los jóvenes.

La Casa de la Cultura de Yaiza acogió este jueves unas interesantes jornadas sobre nuevas oportunidades de desarrollo local para el sector pesquero con la participación, entre otras entidades, de la Cofradía de Pescadores de Playa Blanca que trabaja junto a la Asociación para el Desarrollo Rural y Pesquero de Lanzarote (Aderlan) en un proyecto de promoción de alternativas productivas para los marineros que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Yaiza.

El concejal de Sector Primario de Yaiza, Emilio Machín, refrendó ante el presidente de la Cofradía sureña, Cristo Caraballo, Aderlan y representantes de las áreas de Pesca de los gobiernos de España y Canarias el apoyo municipal a todas las iniciativas que supongan un impulso al sector pesquero recordando la tradición marinera de Playa Blanca y lo que ha significado la pesca en el desarrollo de la localidad y el municipio de Yaiza.

Cerca de cien personas entre marineros, estudiantes de la Escuela de Pesca y alumnos de Turismo del centro educativo Zonzamas participaron de las jornadas celebradas durante toda la mañana en Yaiza abordando temáticas de legislación de pesca que, por ejemplo, acaba de modificar Canarias para darle encaje a las nuevas oportunidades precisando condicionantes ambientales y de seguridad; vías de financiación; claves para emprender, proyectos comunitarios; y condiciones para el desarrollo de la sinergia pesca-turismo.

Los expertos sostienen que el turismo marinero y el binomio pesca-turismo no solo ayudan a conocer las tradiciones, sino que incentiva el consumo de frutos del mar augurando enorme potencial a las iniciativas siempre que sean responsables y bien desarrolladas. No dudan en destacar que los ciudadanos ajenos al sector conocerán mejor la actividad, valorarán el esfuerzo de los marineros y difundirán la tradición.

La pesca-turismo es entendida como una actividad de turismo pesquero o marinero desarrollada a bordo de embarcaciones pesqueras por parte de profesionales del sector, mediante contraprestación económica, que tiene por objeto la valorización y difusión de su trabajo en el medio marino, en la que los turistas embarcados no podrán ejercer la actividad pesquera.

Por su parte, el turismo pesquero o marinero se define como una actividad desarrollada por los colectivos de profesionales del mar, también con contraprestación económica, orientada a la valorización y difusión de las actividades y productos del medio marino, así como de las costumbres, tradiciones, patrimonio y cultura marinera, que por ello trasciende la mera actividad extractiva y comercial.