El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha rechazado la petición del Hotel Papagayo Arena, que pretendía que obligase al Cabildo a entregarle una certificación de que cumplía los requisitos de la legislación turística para su apertura y puesta en funcionamiento.

Además, el Papagayo Arena solicitó al tribunal que exigiese al Cabildo el libro de inspección, las hojas de reclamaciones y el cartel anunciador de que el establecimiento cuenta con las citadas hojas para que los clientes formulen sus protestas ante deficiencias en el servicio, documentos obligatorios en el sector turístico.

Sin embargo, el TSJC rechaza mediante sentencia de la Sección segunda de la Sala de lo Contencioso la pretensión del hotel Papagayo Arena, que está envuelto en la polémica no sólo por la anulación de su licencia de construcción sino porque ahora se enfrenta a la resolución del Ayuntamiento de Yaiza que concluye que “contraviene el Plan General de Ordenación Urbana vigente”, lo que complica su hipotética regularización.

El hotel consiguió que los tribunales anulasen un decreto del Cabildo de 2005 en el que se denegaba su apertura y puesta en funcionamiento por basarse en “la adecuación de la instalación hotelera a la normativa urbanística y territorial”, que incumplía como efectivamente se corroboró más tarde.

A juicio del TSJC, ese aspecto no era el objetivo de la normativa sobre ordenación de establecimientos hoteleros, de hace 30 años, que regulaba la apertura de complejos alojativos y a la que se aferraba el Papagayo Arena. En cualquier caso, el tribunal rechaza que el Cabildo se vea obligado judicialmente a entregar al hotel el libro de inspección y las hojas de reclamaciones.

“Demolición parcial”

El pasado mes de abril, el Ayuntamiento de Yaiza aprobó en Junta de Gobierno una resolución en la que concluye la “imposibilidad de legalización” del hotel, construido en primera línea en la playa de Las Coloradas, cuya edificación ocupa un vial público de acceso a la costa.

Así, el hotel deberá aportar el proyecto de “adecuación de la realidad existente ya que no se contempla ninguna medida” que aborde la “ocupación” de “los viales peatonales de acceso a la costa reflejados en los planos de ordenación pormenorizada” del Plan General.

La empresa propietaria del hotel ha sido requerida para que en el plazo de un mes registre el proyecto en el que se presente de forma detallada “todas las medidas técnicas a ejecutar, incluida la demolición parcial si fuera necesaria, a fin de ajustar la edificación al planeamiento municipal”.