La foto inicial de Lanzarote en el presupuesto general del Estado para 2017, que previsiblemente se aprobará a mediados de año, está a priori mejor enfocada que la del último ejercicio. Las principales inversiones se concentran en el aeropuerto de Guacimeta, que está previsto que reciba 7,2 millones de euros, y de manera especial en el puerto de Arrecife, con el proyecto de ampliación del dique de Los Mármoles. Este ejercicio, el muelle capitalino cuenta con una inyección económica de 20,9 millones de euros.

La inversión global, mediante partidas específicas para Lanzarote, suma 28,7 millones de euros, frente a los menos de 17 millones que se contabilizaron el año anterior, un 69,7 por ciento más. Sin embargo, la Isla se queda por debajo del incremento global en puertos y aeropuertos previsto en el conjunto de Canarias, donde prácticamente se duplica la inversión, desde los 60 a los 116 millones de euros.

En el aeropuerto de Guacimeta, el gestor de la navegación aérea, Enaire, destinará 100.000 euros a mejoras en los aparcamientos y en la zona militar del aeródromo, casi 1,5 millones para la seguridad operativa del aeropuerto (220.000 euros más que el año pasado) y cerca de 1,8 millones para intervenciones medioambientales, una partida que no estaba dotada el año pasado.

Además, si se cumplen las cuentas presentadas por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se invertirán casi 1,9 millones de euros, medio millón más, para mejoras en los movimientos de las aeronaves en Guacimeta, que con 55,7 millones contemplados hasta el año 2023 es el programa presupuestario más importante del aeropuerto lanzaroteño.

Por último, se recoge una partida de 2,1 millones de euros, más del doble que en 2016, para inversiones en mantenimiento. En cuanto a proyectos concretos, se acometerá la segunda fase de la adecuación de la plataforma para aviones, así como la instalación de un nuevo radar “de última generación”.

La principal inversión del Gobierno central en Lanzarote, canalizada a través de la Autoridad Portuaria, que en última instancia depende del Ministerio de Fomento, es la ampliación del Puerto de Arrecife. El proyecto que está en marcha es el alargamiento del dique de Los Mármoles en unos 430 metros. El año pasado se procedió a la instalación de los seis cajones de hormigón.

Las partidas de inversión directa se concentran en el aeropuerto de Guacimeta y en el puerto de Arrecife, y se incrementan casi un 70% con respecto al año pasado

La previsión era que los trabajos de ampliación del dique concluyesen en noviembre de 2017, para comenzar después con el proyecto de abrigo de las instalaciones portuarias y que quedasen protegidas del “tiempo del sur”, que suele obligar al cierre del muelle varios días al año.

Si el Puerto de Arrecife tenía recogidos, según el presupuesto estatal, unos 13,3 millones el último ejercicio, de cara a 2017 se plantea una inversión de casi 21 millones de euros. El compromiso pasa por ejecutar un contradique de abrigo del muelle capitalino.

Por otro lado, se consolida una partida económica de 72.000 euros para el mantenimiento del Jardín de Cactus, similar cuantía a la recibida el año pasado, procedente del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Está previsto que el primer examen a las cuentas del Gobierno central, las primeras en minoría de Mariano Rajoy, se produzca el 3 y 4 de mayo. Luego quedaría toda la fase de enmiendas y la aprobación definitiva.

Medio millón para el Centro comercial Arrecife

El proyecto de presupuesto general del Estado para 2017 contempla 541.000 euros más para el centro comercial Arrecife, un equipamiento comercial junto a la Vía Medular propiedad de la empresa pública Mercasa, que depende de la Sociedad estatal de participaciones industriales (SEPI).

En el centro comercial se han metido en los últimos años unos 11 millones de euros, entre la remodelación, la apertura de un mercado que ahora está cerrado, la adquisición de locales y aparcamientos en edificios próximos y la peatonalización de la calle paralela. Se amplió la superficie comercial en 3.150 metros. Se terminó externalizando la gestión del centro, pero no funcionó. Hoy en día apenas sobreviven unas pocas tiendas, principalmente fuera del centro comercial.