Acaba de nacer la Asociación del Timple Canario (ATC). Aún está en trámites de registro pero ya reúne a un buen número de timplistas, constructores de timples, profesores y entusiastas del instrumento más genuinamente canario. La asociación surge, primero de una página de facebook, Forotimple, y después de varios encuentros en distintas islas. “Después de la página se vio la necesidad de hacer una reunión”, dice Domingo Rodríguez, 'El Colorao', uno de los dos portavoces de la asociación, junto al lanzaroteño Toñín Corujo.

El primer encuentro se hizo en Lanzarote y el segundo en La Gomera. El tercero, en Fuerteventura, se llamó Maxotimple. Se va gestando así la necesidad de hacer una asociación, que finalmente se crea en una reunión reciente en La Orotava (Tenerife). Ya están conformados los estatutos y los cargos. Suso Morán Gago es el presidente y Miguel Recarte el secretario.

Según 'El Colorao', se intenta juntar a tres generaciones: la de Totoyo Millares, Nicolás Toledo o Casimiro Camacho con la segunda, a la que pertenece él mismo, Corujo o Benito Cabrera, y la más joven, con Altay Páez, José Vicente Pérez o Alexis Lemes, entre otros.

Los objetivos también están claros. “Se trata de establecer un orden de prioridades”, dice 'El Colorao'. Y lo explica: por un lado, no existe una literatura sobre el timple. Es decir, si alguien quiere estudiar a Totoyo Millares, por ejemplo, no lo puede hacer porque no hay nada publicado. “Hay cosas sueltas y poco más”. Por otro, hay varios métodos de enseñanza del timple y eso complica las cosas. De hecho, 'El Colorao' creó uno, pero no hay una nomenclatura unificada para facilitar la labor a los alumnos.

Otro de los objetivos es el de lograr que se considere el timple como patrimonio cultural e identitario del pueblo canario y, finalmente, el principal: fomentar su uso y el aprendizaje, con varias medidas: incluyéndolo en los colegios de Educación Primaria, en las Escuelas de música y en los Conservatorios de Canarias y promoviendo, o facilitando la labor de luthiers o constructores de timples.

En la Escuela de música de Fuerteventura el timple es asignatura desde 1996. También se imparte en la de Lanzarote. Y por supuesto se puede estudiar en escuelas privadas. Toñín Corujo lleva enseñando a niños desde hace 25 años. Por sus manos han pasado cientos de alumnos. Algunos han seguido y otros han optado después por otro instrumento, pero han comenzado a aprender música con el timple.

Tanto en su enseñanza como en su música, Toñín no limita el instrumento al folclore canario. “Consiste en hacer el instrumento universal aunque yo tengo claro que toco el timple porque lo tocaba mi padre”, asegura.

‘El Colorao’, por su parte, dice que el timple ha crecido mucho en los últimos años y se ha abierto a otros estilos musicales. Señala que tuvo una época de auge con Totoyo, principalmente, después se quedó otra vez en segundo plano, como instrumento de acompañamiento en los grupos folclóricos, y desde hace años ha vuelto a resurgir.

‘El Colorao’ fue, junto a José Antonio Ramos y Benito Cabrera, responsable de ese resurgir, con los conciertos que daban los tres y acabaron cristalizando en el proyecto @2000. “Cada uno veníamos de escuelas distintas; yo más folclórico, Benito más clásico y José Antonio más moderno”, señala.

Ahora, el timple vive una especie de época dorada, al menos si atendemos al número y talento de timplistas jóvenes en casi todas las islas. Y como muestra del tiempo en que vive el timple, otra de las propuestas es la de crear un portal en Internet para que todo el mundo pueda acceder a lo que se ha escrito sobre él, a sus métodos de estudio y para poner en contacto a todos los amantes de este pequeño “camellito” como se le conocía hace más de cien años, por su pequeña joroba.

En la Escuela de Toñín Corujo