José Antonio Levas salió de su casa de Palencia con 14 años para trabajar en los hoteles de Menorca. Hizo allí nueve temporadas, le tocó la ‘mili’ en Las Palmas y acabó recalando en Lanzarote. Con su hermano montó el restaurante ‘La Terraza’, en la Avenida de las playas de Puerto del Carmen, muy conocido y muy frecuentado por residentes y por turistas, por locales y extranjeros, sobre todo ingleses, alemanes y nórdicos. En el restaurante llegaron a trabajar más de 15 personas. “Era una mina”, dice.

En 1982 se compró un terreno de 6.000 metros cuadrados y se construyó una casa, con licencia verbal, como todas las de entonces. “Florencio (el entonces alcalde) me dijo que construyera y ya está”. Después montó una discoteca, La Ermita, que le cerró el mismo alcalde que le dijo que construyera, y luego se pasó al sector de la pintura y la decoración. Hoy tiene 59 años, vive en un apartamento, no tiene trabajo, cobra el subsidio de 426 euros mensuales y tiene una amenaza de embargo sobre la casa familiar que heredó en Palencia por no poder pagar los 130 euros mensuales de comunidad.

Y sin embargo, a Levas le podría ir mucho mejor porque le deben cien millones de pesetas, es decir 600.000 euros. Muchos recordarán su caso. A Levas lo echaron de su casa para derribarla y construir un campo de golf, el campo de golf de Puerto del Carmen. Hubo dos intentos y lo consiguieron al segundo, a pesar del apoyo de varios ciudadanos, sobre todo de Alternativa Ciudadana y El Guincho.

Ni siquiera pudo recoger sus cosas. El Ayuntamiento de Tías, presidido entonces por el socialista José Juan Cruz, hoy flamante candidato del PSOE al Cabildo para las próximas elecciones, acordó la declaración de urgencia de la ocupación de su terreno, y por lo tanto el desahucio de Levas, todo ello dentro del expediente de expropiación instado por la Junta de compensación del plan parcial del campo de golf. Levas se quedó sin casa, pero después los tribunales le han ido dando la razón.

José Antonio Levas fue desalojado de su casa para construir el campo de golf de Puerto del Carmen en 2006

Primero anularon esa declaración de urgencia, en el año 2007, y después le reconocieron daños y perjuicios por el derribo de su vivienda y por la expropiación de su terreno: 400.000 euros por la casa y 200.000 por el suelo. De poco le ha servido porque perdió la casa en el año 2006 y casi nueve años después no ha visto ni un euro. Desde hace años espera por la ejecución de la sentencia.

Los propietarios del plan parcial son Juan Francisco Rosa y Rafael Lasso que le ofrecieron, asegura hoy, nueve millones de pesetas. El Ayuntamiento de Tías les dio todas las facilidades a estos empresarios para que llevaran a cabo el campo de golf. Primero cambió el sistema de ejecución del plan parcial, que pasó de ser público y por el sistema de cooperación a ser privado y por el sistema de compensación, o lo que es lo mismo, de ser probablemente beneficioso para el interés general a ser bueno para los intereses privados.

Además, el Ayuntamiento no hizo ningún esfuerzo en encontrar a los propietarios (38 afectados) y advertirles de sus derechos ni en pedir otra valoración diferente a la que ofrecían los empresarios. Por si fuera poco, aprobó el plan parcial en un pleno nocturno. Los que se acogieron al precio que aceptó como bueno el propio Ayuntamiento a propuesta de los promotores cobraron 4,5 euros el metro cuadrado, mientras que los tres propietarios que no se conformaron y recurrieron ante el Jurado provincial de expropiación consiguieron casi ocho veces más: 35 euros por metro. Levas, de momento, no ha cobrado nada. El entonces alcalde decía que “el Ayuntamiento, a instancias de unos particulares, se había limitado a tramitar un plan parcial para la construcción de un campo de golf sin pretender obtener dividendos individuales”.

Los tribunales le han reconocido una indemnización de 600.000 euros, pero aún no ha cobrado nada

Alternativa Ciudadana tenía por entonces, a partir de 2003, una concejal muy batalladora, Emilia Morales, que denunció insistentemente que el Ayuntamiento estaba trabajando para beneficiar los intereses de los empresarios, y también lo había denunciado el Partido Popular, con el actual alcalde Pancho Hernández a la cabeza, que incluso llevó el asunto a Fiscalía, aunque se archivó. Tres años después de alcanzar la alcaldía, Hernández no ha vuelto a ponerse en contacto con Levas. El PP denunció porque el Interventor informó negativamente del proyecto de compensación y porque el Ayuntamiento no había sacado todo el aprovechamiento que le correspondía.

Antes de comenzar las obras en el campo de golf, Levas ya había sufrido diez años de acoso para que se marchara de allí, según recuerda ahora, igual que otros vecinos, tanto por parte del Ayuntamiento como de los promotores. Y las obras empezaron cuando todavía no habían logrado echarle. “Estaba yo dentro de casa y la máquina picando fuera, horrible”, asegura. Muchos años después, el martillo sigue picando, pero dentro de la cabeza: “Esto no hay manera de llevarlo, hace falta un psicólogo”.