El nuevo planeamiento de la Isla permite hoteles en pueblos y en parajes naturales
El modelo de ordenación turística recogido en el nuevo Plan Insular elaborado por el urbanista José María Ezquiaga, cuya memoria ambiental se ha aprobado recientemente por el Cabildo de Lanzarote, abre de par en par la posibilidad de abrir hoteles en localidades del interior de Lanzarote o en parajes naturales y desperdigar los establecimientos alojativos por la geografía insular.
Así, el Plan permite “establecimientos turísticos alojativos en la modalidad hotelera, con categoría mínima de cuatro estrellas” en “núcleos de población urbanos no turísticos” del interior de la Isla, como Tías, San Bartolomé, Güime, Yaiza, Tahíche o Nazaret. Los nuevos hoteles pueden tener una capacidad de hasta 50 plazas.
Además, define 13 localidades como “núcleos de litoral”, entre ellos Playa Honda, Arrieta, Órzola, Punta Mujeres, Caleta de Caballo, Caleta de Famara, La Santa o Playa Quemada, en las que también se podrían levantar hoteles con una capacidad máxima de 30 plazas. La misma que fija para que se implante este tipo de oferta alojativa en núcleos “de carácter rural” como Mancha Blanca, Haría, Los Valles, Soo, Muñique, Tiagua, Tao, Montaña Blanca, Mácher o Uga.
Uno de los aspectos más llamativos del nuevo planeamiento tramitado por el Cabildo, gobernado por Coalición Canaria y Partido Socialista, es que ampara “la implantación de la actividad turística alojativa destinada al turismo de naturaleza” en parajes naturales de la Isla.
De este modo, señala que tendrán que asociarse “al disfrute del patrimonio natural representado por formaciones físicas, biológicas, geológicas” o “paisajísticas excepcionales desde el punto de vista estético y científico”. El planeamiento añade que “únicamente podrán implantarse o establecerse en suelo rústico” que el propio Plan Insular defina para esta modalidad hotelera.
Entre los requisitos, que la zona disponga de “acceso existente por camino o vía públicos” y que el uso no sea “incompatible con la ordenación de los espacios naturales protegidos”, que se rigen por una normativa que también puede ser variada por las instituciones.
Vía libre a hoteles en suelo rústico para el "disfrute del patrimonio natural"
En cuanto a las condiciones se apunta a que el hotel sea “provisional”, aunque el Plan no establece el periodo de tiempo máximo, y una capacidad máxima de 20 plazas. Sí destaca que el establecimiento no puede abrir todo el año, sino que la actividad turística debe quedar “interrumpida por un período mínimo de tres meses”. Así mismo, destaca como premisa para la implantación de nuevas edificaciones “que asegure el compromiso de total eliminación del impacto sobre el territorio y la vuelta a las condiciones iniciales del medio natural una vez finalizada la explotación turística”.
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