El Museo submarino con esculturas del artista británico Jason DeCaires ha desatado la polémica en el Cabildo. Desde hace más de un año los Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) iniciaron las consultas con el Ministerio de Medio Ambiente para ocupar 2.500 metros cuadrados del lecho marino, a 350 metros de la playa de Las Coloradas, en Playa Blanca, para colocar las esculturas.

Pero ha sido ahora cuando la entidad pública ha acordado formalizar el contrato con el artista: 650.000 euros, “sin perjuicio” de una “liquidación final”, por diez instalaciones escultóricas, colocadas a una profundidad de entre 10 y 16 metros.

El artista tendría derecho al 10 por ciento de la venta del ‘merchandising’ y del 50 por ciento de la captación de imágenes con fines comerciales. El plazo de ejecución de lo que se denominará “Museo Atlántico. Lanzarote: biosfera, arte y naturaleza” es de dos años. Y lo que se pretende es replicar en el sur de la Isla la experiencia de DeCaires en el Caribe con el mismo concepto.

En la documentación que se ha traslado al ministerio, los Centros destacan que las esculturas se construirán en “cemento de alta calidad”, que aguantarían “300 años o más” y que servirían para la reproducción de especies marinas y para “concentrar el turismo subacuático sobre la zona minimizando la presión turística sobre otros enclaves naturales”.

Medio Ambiente, que todavía no ha otorgado su concesión del dominio público, pidió que se analizara “el posible deterioro de la calidad de las aguas de baño” por el incremento del tráfico de embarcaciones “dada la cercanía” de la playa de Las Coloradas y Playa Mujeres, en Papagayo.

Medio Ambiente pidió que se analizara “el posible deterioro de la calidad de las aguas de baño”

El presidente del Cabildo, Pedro San Ginés, ha destacado que el museo “contribuirá a diferenciar Lanzarote del resto de mercados turísticos competidores” y “servirá de estímulo al cada vez mayor segmento de turistas de buceo que visita cada año la Isla”. El año pasado, unos 100.000 visitantes tuvieron entre sus motivaciones el buceo.

Desde las filas de la oposición el proyecto ha levantado ampollas: el PP ha tachado de “escándalo” el contrato, al no existir todavía autorización de Costas y no haber “plenas garantías” de que se pueda ejecutar.

En Alternativa ven interés por beneficiar al puerto Marina Rubicón y creen que antes se tendrían que recuperar espacios de interés turístico y cultural degradados, como el Charco de Los Clicos, las salinas, Zonzamas o las Maretas.