El mapa de ruido del aeropuerto revela que 8.500 personas soportan más de 55 decibelios
El Mapa estratégico de ruido del aeropuerto de Guacimeta, elaborado por Aena recientemente, revela que en Lanzarote hay 8.500 vecinos que están expuestos a unos niveles de ruido por encima de los 55 decibelios. La mayoría se encuentran en Playa Honda (San Bartolomé).
El ruido procedente de las operaciones que entran y salen de Guacimeta afectaría en este caso a 4.400 personas, mientras que en Arrecife estarían afectadas 3.600 y 200 más en Tías, en la urbanización Matagorda.
El estudio detecta que no hay personas afectadas por emisiones superiores a 75 decibelios pero sí a emisiones entre 65 y 75. A ese nivel de ruido estarían expuestas 300 personas en Playa Honda y otras cien en Tías.
Dentro de las “zonas de conflicto” donde se exceden los niveles de calidad fijados por el Real Decreto 1367/2007 para áreas acústicas, hay dos equipamientos educativos, y los dos son colegios de educación infantil, o guarderías. Se trata de ‘La casita de mi abuela” en Arrecife, y ‘Mimados’ en la carretera de Güime. El estudio considera que no hay equipamientos sanitarios en los que se excedan los criterios de calidad.
En Arrecife, las zonas afectadas son los Diseminados y la parte norte de Argana Alta. En Tías, una parte de la urbanización Matagorda, la más cercana al aeropuerto y una parte de la zona industrial, al igual que la zona industrial de Playa Honda y casi un tercio de la población de esta localidad, la que se incluye en un triángulo imaginario que iría desde la explanada de Guacimeta, en una línea oblicua a la carretera del Sur hasta llegar casi a la esquina del Centro comercial Deiland.
La superficie total afectada en toda la Isla es de más de once kilómetros cuadrados, de los que casi la mitad corresponden a Arrecife. El ruido por encima de 55 decibelios afecta a 1.800 viviendas en la capital, otras 1.800 en San Bartolomé y unas 300 casas en el municipio de Tías.
El Gobierno, según la Ley del Ruido, está obligado a “prevenir, vigilar y reducir la contaminación acústica, para evitar riesgos y reducir los daños que de ésta pueden derivarse para la salud humana, los bienes o el medio ambiente”, así como a fijar los objetivos de calidad acústica aplicables a los distintos tipos de área acústica en que se zonifica el territorio”. Sobre las zonas de conflicto detectadas, según señala el estudio, se deberán ejecutar algunas medidas protectoras o correctoras.
El estudio recoge unas medidas de reducción del ruido, entre las que se incluyen la verificación de los estándares de certificación acústica, la optimización de los procedimientos operativos para lograr la mínima afección acústica en el entorno, la reducción del ruido de las operaciones en tierra, medidas de desincentivación de aeronaves ruidosas, así como impedir que los nuevos instrumentos de planificación del territorio aprueben en el entorno del aeropuerto modificaciones de los usos del suelo que permitan el desarrollo de usos incompatibles con la actividad aeroportuaria.
También se incluyen mecanismos de control y vigilancia de la calidad acústica, sistemas de registro y tratamiento de quejas por ruido y de información y participación pública de los agentes implicados, además de la creación de comisiones de seguimiento.
Las zonas de “conflicto” están en Matagorda, una parte de Playa Honda y su zona industrial y la parte norte de Argana Alta, en Arrecife
El año pasado, Guacimeta registró un tráfico de 6.683.966 pasajeros, con 54.632 operaciones. Riesgos del ruido Recientemente, un estudio realizado entre 420 personas que viven cerca del aeropuerto internacional de Atenas, concluye que la exposición a largo plazo al ruido de los aviones, particularmente durante la noche, está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar hipertensión y, posiblemente, arritmias e ictus.
De igual forma, según la Universidad del País Vasco, “la exposición prolongada al ruido, ya sea en la vida cotidiana o en el puesto de trabajo, puede causar problemas médicos, como hipertensión y enfermedades cardíacas y afectar adversamente a la lectura, la atención, la resolución de problemas y la memoria”.
“Numerosos estudios concluyen que un ruido constante por encima de los 55 decibelios produce cambios en el sistema hormonal e inmunitario que conllevan cambios vasculares y nerviosos, como el aumento del ritmo cardíaco y tensión arterial, el empeoramiento de la circulación periférica, el aumento de la glucosa, el colesterol y los niveles de lípidos. Además, repercute en el sueño produciendo insomnio, lo que conducirá a un cansancio general que disminuirá las defensas y posibilitará la aparición de enfermedades infecciosas”, señalan.
Comentarios
1 Guacimeta Sáb, 11/11/2017 - 08:13
2 de playa honda Sáb, 11/11/2017 - 09:57
3 Luis Fernández Sáb, 11/11/2017 - 12:11
4 Lolo Sáb, 11/11/2017 - 12:51
5 Pérez Sáb, 11/11/2017 - 14:04
6 Residente de PH Sáb, 11/11/2017 - 15:15
7 anónimo Sáb, 11/11/2017 - 17:13
8 Graciosero Sáb, 11/11/2017 - 18:19
9 Aeropuerto Sáb, 11/11/2017 - 21:01
10 Vecina de Playa... Sáb, 11/11/2017 - 22:35
11 SIN REMEDIO Sáb, 11/11/2017 - 23:22
12 Anónimo Dom, 12/11/2017 - 11:44
13 Anónimo Dom, 12/11/2017 - 11:54
14 Mina Mar, 04/09/2018 - 12:21
15 Arrecife Dom, 31/03/2024 - 10:52
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