El interés científico de Berrugo: un yacimiento paleontológico donde se quiere crear una playa
El Ministerio de Pesca, Alimentación y Medio Ambiente planea crear una nueva paya artificial en Playa Blanca, entre Playa Dorada y el puerto deportivo Marina Rubicón. Ya son cuatro las empresas que pujan por esa concesión. La playa, si se acaba llevando a cabo, estará junto a las playas de Papagayo, unas de las playas naturales más valoradas de la Isla, pero también estará en el tramo de costa más transformado de Lanzarote. Se sumará a otras dos playas artificiales: Playa Flamingo y Playa Dorada, y a los puertos de Playa Blanca y Marina Rubicón. La transformación de esta costa se ha producido en apenas tres décadas, y en ella no solo había salinas y casas de pescadores. También tenía un interés científico.
El profesor Joaquín Meco, del departamento de biología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, publicó en el año 2000 el trabajo Paleoclimatología de Lanzarote y La Graciosa yacimientos paleontológicos, en colaboración con Javier Ballester, Nona Perera, Rita Marreo, Ginés Niz y Agustín Pallarés Padilla. El trabajo fue fruto de la colaboración entre la Universidad y la Fundación canaria universitaria de Las Palmas y lo editó el Servicio de Patrimonio histórico del Cabildo de Lanzarote.
En el trabajo se afirma que “el desarrollo turístico y la explotación, consciente o no, está terminando con la mayor y mejor parte de los testimonios paleontológicos y paleoclimáticos de Canarias”, y hay un apartado dedicado a Berrugo, cuyo yacimiento ya está destruido, cubierto por la urbanización y por el muelle.
El yacimiento despertó interés científico a lo largo de todo el siglo XX. El primero en llegar a Lanzarote con ese interés fue el geólogo finlandés Hans Hausen, en 1950, que repite visita en 1953 y 1954, invitado por el Museo canario. A finales de esa década publica sus resultados con mapa geológico incluido.
No menciona el yacimiento de Berrugo pero sí aparece dibujado en su mapa, descrito como una franja costera de areniscas calcáreas. Los siguientes en llegar fueron los de la Universidad de Liverpool, que organizan en 1963 una exposición, publican sus estudios en 1965 y mencionan las salinas de Berrugo por su relación con la lava del volcán de la Atalaya de Femés.
Tinkler, del departamento de geografía de esa universidad, menciona la playa fósil “de seis metros sobre el actual nivel del mar”. En 1967 se vuelve a mencionar Berrugo en un trabajo hecho por el Centre National de la Recherche Scientifique de París, en colaboración con el Birkbeck college de Londres y la Academy of natural sciences de Philadelphia, donde acaban algunas de las muestras recogidas.
El tramo de playa donde se instaló el puerto Marina Rubicón y donde se quiere instalar ahora otra playa artificial, era un yacimiento paleontológico de interés científico como “memoria de la humanidad” y muestra de un cambio climático de hace 130.000 años
En 1977, el propio Meco menciona Berrugo por constituir “una localidad con abundante y variada fauna incrustada en una arenisca clara que descansa sobre un conglomerado de base visible en un barranco a unos 300 metros de la costa actual”. Proporciona una lista de fósiles allí colectados, que fueron depositados en el Museo canario de Las Palmas.
En el apartado de conclusiones de este estudio se menciona que la importancia de este yacimiento deriva de su inclusión en la literatura científica. “Forma parte de los lugares en los que se ha obtenido información, que ha pasado a engrosar los conocimientos publicados y por tanto la memoria científica de la humanidad”, y es testimonio de un cambio climático acaecido hace 130.000 años que afectó a toda a la Tierra.
El yacimiento contenía restos fósiles de algunas especies que ya no existen vivientes en Canarias. Ese cambio climático es el último ocurrido que más se parece al que está ocurriendo en la actualidad, y fue el más intenso de los ocurridos durante el Pleistoceno.
Además, la relación del yacimiento con la lava procedente de la Atalaya de Femés hace de él un punto geológico interesante para contrastar dataciones radiométricas e isotópicas. “Esta coincidencia de lavas y sedimentos marinos a inicios del Pleistoceno superior, también presente en la costa oeste de Lanzarote y La Graciosa, es una circunstancia más bien rara en la Tierra”, dice el estudio.
Berrugo, como tantas otras partes de la costa, no sólo es un testimonio del cambio climático, sino que también lo es, mucho más visible, de un cambio más rápido y profundo producido por y para la industria turística.
Comentarios
1 DE PLAYA BLANCA Jue, 19/10/2017 - 08:16
2 Harto Jue, 19/10/2017 - 14:08
3 Lolo Jue, 19/10/2017 - 14:10
4 peplleo Jue, 19/10/2017 - 17:00
5 lalito Jue, 19/10/2017 - 18:49
6 Bruno Rosa Jue, 19/10/2017 - 22:11
7 Bruno Rosa Jue, 19/10/2017 - 22:11
8 andres Vie, 20/10/2017 - 10:53
9 Lola Dom, 22/10/2017 - 14:33
10 Servando Dom, 22/10/2017 - 16:07
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