Ningún cabildo de Canarias gestiona un centro como el Hospital Insular, sobre el que ‘in extremis’, a punto de concluir el mandato, se ha alcanzado un acuerdo para traspasarlo al Servicio Canario de Salud (SCS).

El convenio no culmina un proceso sino que lo abre: si se cumple, durante este año y el próximo se evaluarán los servicios que se prestan, el personal con el que se cuenta o el material del que se dispone, y luego las condiciones para hacer efectiva la transferencia, que no llegaría hasta finales de 2016.

El caso del Hospital Insular abre el debate de los servicios que presta el Cabildo de Lanzarote, con la carga económica que conllevan, y que no le corresponden.

En los presupuestos de este año, los costes de funcionamiento del Hospital Insular ascienden a 9,1 millones de euros. Coincidiendo con la firma del acuerdo, el presidente Pedro San Ginés indicó que el gasto global del centro ronda los 11 millones (el 10 por ciento del presupuesto del Cabildo) y que “la mitad” la asume la Corporación insular con recursos propios. El resto se cubre con el fondo de asistencia sanitaria estatal y con lo que se factura en servicios prestados al Servicio Canario de Salud.

Con la transferencia del Hospital Insular al Gobierno de Canarias se liberará al Cabildo “de unas competencias que no le son propias” y podrá destinar “esos más de cinco millones de euros que aporta” en la actualidad “a otras inversiones” que sí sean de su competencia, añadió el presidente.

El catálogo de servicios que presta el Cabildo y que no le corresponden tiene un significativo impacto en las cuentas de la Corporación insular: la Escuela universitaria de Turismo requiere de un millón de euros al año, principalmente para pagar al personal.

El coste del Hospital es de 11 millones, el del Centro insular de enseñanzas musicales de 1,4 millones y el de la Escuela de Turismo de un millón

En 2014, por primera vez, el Gobierno concedió una subvención de 300.000 euros, y para 2015 se ha comprometido con 600.000 euros. Es un avance, pero se trata de simples ayudas puntuales y no hay ningún compromiso de que se mantengan de forma indefinida.

Otro ejemplo es el Centro insular de enseñanzas musicales, un “privilegio” que el Cabildo decidió concederse en su momento, como resalta el consejero de Hacienda, Luis Arráez, que destaca el “gran servicio que presta”.

“Pero su coste”, que para este año está cifrado en 1,4 millones, “lo asume al cien por cien el Cabildo”. Unos recursos económicos, señala el consejero, que se detraen de otras competencias que sí está obligada la institución a prestar.

Con la transferencia de algunas competencias al Gobierno de Canarias, el Cabildo podría disponer de varios millones de euros para inversiones

El Gobierno de Canarias también ha transferido o delegado competencias en el Cabildo para que las preste, por cercanía a los usuarios o al terreno, que “están financiadas muy deficitariamente”, subraya Arraéz, que destaca el caso de la Red de toxicomanías.

“Podemos presumir de que es de las mejores de España”, en gran medida porque el Cabildo inyecta una gran cantidad de fondos que no le tocaría destinar. La Red cuesta al año más de 2,1 millones y el Gobierno regional, a quien le compete realmente el servicio, no pone ni la mitad.

Con la crisis económica de los últimos años se ha vivido otro fenómeno: las aportaciones económicas de la comunidad autónoma para competencias transferidas en vez aumentar “han disminuido casi a la mitad”, cuando “el gasto sigue siendo al menos el mismo”. “Es injustificable”, sentencia Arráez.