“Aquí me quedo hasta que vean cómo estoy”, dice a las puertas del Ayuntamiento de Tías Toni Levas, que sigue esperando a la indemnización a la que tiene derecho al haber sido expropiados sus terrenos por el campo de golf de Puerto del Carmen.

A las puertas del Ayuntamiento ha pasado la noche, “fatal”, con dos pantalones, un anorak y una manta. Tirado en el suelo. Después de 38 años en Lanzarote, lo que le queda es lo que lleva consigo: dos maletas, una mochila y el libro que está leyendo: La trilogía de la niebla, de Carlos Ruiz Zafón.

Levas, de 61 años, cobra la prestación canaria de inserción, 426 euros, para parados de larga duración. Siempre se dedicó a la hostelería, regentó La Ermita y La Terraza, y en los últimos años ha trabajado ocasionalmente pintando.

En 2015 se fue a Palencia unos meses “a malvender la casa familiar”, y desde que volvió ha estado compartiendo varios pisos, porque no le da para más que para pagar una habitación: un año en la calle Suecia y tres meses en los apartamentos Aguazul. “Vino el hijo del dueño y me he tenido que ir”, dice.

Así que el miércoles decidió irse a protestar a las puertas del Ayuntamiento. ¿Y por qué protesta? Pues porque Levas tenía su terreno y su casa en donde ahora está el campo de golf de Puerto del Carmen. “Yo tenía el terreno antes de que él fuera alcalde”, dice refiriéndose no al actual, sino al anterior alcalde, hoy vicepresidente del Cabildo, José Juan Cruz.

El Ayuntamiento le expropió la casa y se la derribaron para construir el campo de golf, propiedad de Juan Francisco Rosa y Rafael Lasso. Levas tiene una sentencia desde hace ocho años que dice que la expropiación fue nula y que la casa y el terreno estaban valorados en unos 400.000 euros. Pero no ha cobrado nada.

Levas tiene una sentencia desde hace ocho años que dice que la expropiación fue nula y que la casa y el terreno estaban valorados en unos 400.000 euros, pero no ha cobrado nada

Hace unos meses decidió cambiar de abogado. Al anterior, el que le llevó todo, Severiano Reverón, le cuesta localizarlo. Asegura que lo último que le dijo, hace más de un año, es que le iban a dar una participación de 30.000 euros del campo de golf, “y después me llamó Juan Francisco Rosa para hablar pero no fui”, dice. “Lo que tiene que hacer es pagarme lo que me corresponde”, asegura.

Con la sentencia firme, no sabe qué es lo que ha hecho su abogado. Fuentes jurídicas señalan que con la sentencia en la mano, debía haber iniciado otro procedimiento para solicitar la indemnización, pero Levas no sabe si se ha hecho o no. Lo que sí sabe es que llamó a su procurador de Las Palmas, que le dijo que su caso estaba archivado porque no le había pagado los 400 euros, mientras que él asegura que le dio ese dinero a su abogado para que pagase al procurador.

Lo único que se le ha ocurrido, ahora, ante esta situación, es plantarse en la puerta del Ayuntamiento de Tías. Han hablado con él los servicios sociales y dice que esta noche le traerán unos amigos un saco de dormir. Dice que de todas formas, quiere “la justicia de un juez, no la de un alcalde”.