El Cabildo homenajea a sus trabajadores jubilados en los últimos cuatro años
El salón de plenos del Cabildo de Lanzarote acogió en la mañana del miércoles un “humilde pero emotivo” acto institucional de reconocimiento a los que fueron trabajadores de la institución y que se jubilaron entre 2009 y el pasado año 2013.
El presidente de la Corporación, Pedro San Ginés, acompañado por los vicepresidentes y portavoces de los distintos grupos, entregaron diplomas a los ex trabajadores que asistieron al acto.
Formaban la mesa presidencial junto a San Ginés, Joaquín Caraballo, Marciano Acuña, José Antonio Gutiérrez, Luis Arráez, Ramón Bermúdez y Ángel Vázquez. La consejera y portavoz de Alternativa Ciudadana, Mari Paz Cabrera, excusó su ausencia por motivos laborales. También asistieron al acto otros consejeros de la Corporación.
Presentó el acto el presidente del Cabildo destacando que la Institución quiere reconocer “el esfuerzo, en muchos casos, de casi toda una vida de dedicación al Cabildo”, extremo que puntualizó a continuación el presidente, apuntando que “debería haber dicho 'de casi toda una vida de dedicación a Lanzarote' porque no debemos olvidar que el Cabildo es la casa de todos los que habitan en esta isla dado que son los ciudadanos los legítimos dueños de esta centenaria Institución”.
“Y ello hace más necesario si cabe este reconocimiento para ensalzar el trabajo silencioso que ustedes han prestado durante muchos años a sus conciudadanos con profesionalidad, esfuerzo, compromiso, responsabilidad y dedicación si bien, debido a que todos nos encontramos inmersos en la dura labor diaria, en muchas ocasiones no hayan sentido el reconocimiento a su labor”, afirmó.
Insistió San Ginés a lo largo de su intervención en la gratitud que se guarda a las personas objeto de este reconocimiento, “una deuda que no reparamos con este acto público pero nos toca a los responsables políticos agradecer su entrega durante todos estos años y decirles que han sido importantes, que muchas de sus cualidades y valores quedarán impregnados entre las paredes de esta institución y en quienes continúen con la labor que ustedes iniciaron, que sin duda sabrán adoptarlas como propias para que todo siga adelante, como si siguieran aquí”.
El presidente se refirió a estos trabajadores como “un referente para esta institución, y lo sabemos quienes hemos tenido responsabilidades de gobierno en el Cabildo de Lanzarote, porque hemos necesitado de ustedes no sólo para el quehacer cotidiano, también para recibir un consejo o una palabra de aliento en distintas situaciones en que la experiencia les permitía aportar la mejor solución y abordar los problemas de forma más precisa”.
“Ahora viven una etapa en sus vidas -prosiguió San Ginés- y debe ser un momento de alegría y orgullo; en definitiva, de júbilo, que es de lo que se trata, porque cada uno de ustedes ha tenido una trayectoria de trabajo arduo, presión diaria y honradez. Tal vez sintieron la nostalgia de partir y el sentimiento de dejar una institución que les ha dado abrigo y a la que le dieron muchos años de su vida”.
“Sin embargo, -añadió el presidente- hoy no quiero decirles adiós sino hasta luego y les pedimos que nos sigan visitando porque esta centenaria institución, de cuya historia ustedes son una parte destacada, seguirá teniendo las puertas abiertas para todos y seguirá siendo siempre su segunda casa. El lugar donde les valoramos con respeto y cariño, y donde el recuerdo de los que les acompañaron en este viaje vital los mantendrá presente en las conversaciones cotidianas, en anécdotas simpáticas que los tenga como protagonista, y esperamos que ustedes también se lleven recuerdos, historias que sabrán compartir con sus seres queridos”.
Concluyó el presidente la presentación pidiendo disculpas por lo austero y humilde del acto, y agradeciendo a los “excelentísimos señores trabajadores del Cabildo de Lanzarote” que hayan “dado gran parte de sus vidas por Lanzarote” y deseándoles “en esta etapa, les deseo suerte, una larga vida y sepan que se llevan nuestro agradecimiento eterno”.
A continuación, el presidente fue llamando uno a uno a los ex trabajadores convocados y entre él, los vicepresidentes y los portavoces fueron entregándoles los diplomas que ellos recogieron entre aplausos.
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