La ampliación de la pista del aeropuerto César Manrique hacia el mar solo la contempla Aena como el “máximo desarrollo posible” del aeródromo, en el caso de habilitar unas instalaciones con capacidad para atender a 14 millones de pasajeros por año, prácticamente el doble del récord histórico registrado por Lanzarote.

La empresa Aena, encargada de la gestión de los aeropuertos del Estado, ha elaborado el nuevo Plan director del César Manrique-Lanzarote, para actualizar una planificación que fue aprobada en el año 2001.

En cuanto al desarrollo “previsible” del aeropuerto lanzaroteño, Aena recoge inversiones cuantificadas en 130 millones de euros, la más elevada la ampliación de la terminal de vuelos nacionales e internacionales, por más de 82 millones.

También se plantea una ampliación de la plataforma comercial para el estacionamiento de aeronaves, por casi 17 millones, un nuevo acceso al aeropuerto por ocho millones o la reubicación de la zona de almacenamiento de combustible por cuatro millones.

La actual pista del aeropuerto César Manrique-Lanzarote tiene 2.400 metros de longitud y 45 metros de anchura, con posibilidad de despegar hacia el mar y también hacia el interior de la Isla.

En el nuevo Plan director del aeropuerto, que ha hecho público el Ministerio de Transportes y Movilidad, se incorpora un capítulo sobre el “máximo desarrollo posible” del César Manrique-Lanzarote, pero “no establece determinaciones vinculantes”.

El documento aclara que se trata solo de “una recomendación al planeamiento urbanístico con el ánimo de preservar la visión estratégica del aeropuerto a muy largo plazo, más allá del límite del desarrollo previsible”, que es el que sí se ha “concretado” ahora.

En ese sentido, Aena no considera la ampliación de la pista como una prioridad, entiende que no es necesaria en el “desarrollo previsible” del aeropuerto y ni siquiera llega a presupuestar el coste de esa hipotética intervención.

Escenarios de futuro

El nuevo Plan director trabaja con tres escenarios de futuro: el primero, de 8,5 millones de pasajeros, aproximadamente un millón del récord alcanzado por el aeropuerto lanzaroteño, en el año 2017, cuando rozó los 7,4 millones de pasajeros.

El segundo escenario de futuro “previsible” que se plantea es el de los 9,8 millones de pasajeros, mientras que el tercero supondría llegar a los 11,1 millones de pasajeros. Aena no precisa los años en los que sitúa cada horizonte de pasajeros.

La ampliación de la pista hacia el mar se restringe a un escenario de pasajeros muy superior: 14 millones al año. En 2019, antes de la pandemia, solo cinco aeropuertos españoles superaron ese número de pasajeros, ninguno en Canarias. En las Islas, el de mayor tráfico fue el de Gran Canaria, con 13,2 millones. En cambio, en 2020, solo Madrid-Barajas superó el umbral de los 14 millones de pasajeros.

En el nuevo Plan director del aeropuerto de Lanzarote se insiste en que para la configuración de las instalaciones se consideran “criterios operativos, medioambientales, urbanísticos y socioeconómicos”. Con la actual pista, sugiere, se da “respuesta a la demanda futura hasta los horizontes considerados”, de un tope de alrededor de 11 millones de pasajeros.

“Máximo desarrollo”

Para horizontes “posteriores”, argumenta Aena, “se puede proponer una configuración de máximo desarrollo posible del aeropuerto” de Lanzarote, pero sin concreción en el nuevo documento normativo.

De ampliar la pista hacia el mar, se verían afectados unos 800 metros del litoral, indica Aena

Así, “ante un posible cambio en los condicionantes actuales del aeropuerto y su entorno, se plantea una ampliación de pista de 400 metros” por la cabecera del litoral, mientras que para la cabecera de pista del interior se desplazaría el umbral 180 metros. “De esta forma”, explica Aena, “la distancia entre umbrales sería de 2.620 metros”.

En el caso del desarrollo de la pista hacia el litoral implicaría la intervención en “la línea de costa para ganar espacio al mar, afectando a unos 800 metros” del litoral.

También se prolongaría la calle de rodaje paralela a la pista, se construiría una calle de salida rápida para el aterrizaje desde el interior, y se desplazaría la calle de rodadura de acceso a la plataforma militar, lo que implicaría la ocupación de terrenos en las que se encuentran “diferentes instalaciones militares”.

“Con los cánones de planificación hoy en vigor, una instalación aeroportuaria” como la indicada, con la pista ampliada hacia el mar, “sería capaz de atender” 36 operaciones por hora, más de 121.000 operaciones al año, unos 5.400 pasajeros por hora en momentos “punta” y 14 millones de pasajeros al año.