Nacida “en un lugar de La Mancha”, Argamasilla de Alba, su periplo vital la llevó de niña de las llanuras quijotescas a los peñascos atlánticos de La Palma y Lanzarote, y luego a estudiar Periodismo en Madrid y Realización audiovisual en Francia y Cuba. Tras una parada laboral en Ecuador, los pasos de Alba Cantón la condujeron de vuelta a la isla de Los Volcanes, donde, junto a Sergio Erro, dio forma al sueño de trabajar uniendo sus dos grandes pasiones: la literatura y los viajes. Desde 2019 dirige la editorial Itineraria.

-Una editorial con base en Lanzarote y un catálogo internacional que en apenas seis años ha rescatado del olvido textos de Virginia Wolf, ha reeditado a Agustín Espinosa y ha estrenado para la literatura a Pilar del Río. ¿El cielo es el límite?

-Tanto Sergio Erro como yo, las dos personas que conformamos Itineraria, somos muy curiosas y nos gusta investigar las vidas de artistas y literatos del pasado, rescatar obras preciosas que inexplicablemente están olvidadas o descubrir textos de escritores y escritoras actuales. El mundo editorial relacionado con los viajes es apasionante; es una forma de acercar al público lector textos que hablan del mundo y del ser humano. No tenemos límites cuando se trata de una obra, autor o tema que conecte de alguna forma con nosotros y consideremos que deba ser publicado.

-Cuando decidieron iniciar esta aventura de placer y negocios en 2019, ¿cuál era su aspiración? ¿La mantienen intacta, pasado el tiempo o la realidad o las circunstancias les han obligado a dar algún volantazo?

-Realmente, nuestra aspiración es publicar libros y algún día poder vivir de la editorial. Es decir, tener un sueldo. Hace un año dejamos nuestros respectivos empleos para dedicar todo el tiempo a esta empresa e intentar, con mucho esfuerzo, conseguir el objetivo. El poder continuar trabajando en la editorial ya es un sueño hecho realidad. Ver cómo crece la familia Itineraria, tanto en libros como en personas, y los momentos que se suceden en torno a la obra literaria, es tan gratificante e inesperado que cada día lo vivimos como una aventura.

“Compartir el espacio de A Casa ha sido un detonante para esta aventura”

-Itineraria es una editorial independiente especializada en el mundo de los viajes, entendiendo periplos y travesías en su sentido más amplio y metafórico, y prueba de ello es su catálogo. ¿Cuáles han sido los criterios para seleccionar sus primeros títulos?

-Itineraria nació en Lanzarote y siempre tuvimos claro que nuestro primer título tenía que ser Lancelot, 28-7. Guía integral de una isla atlántica, de Agustín Espinosa. Un libro que no es un libro de viajes, ni una novela, ni un ensayo o cuento, sino que es una obra inclasificable, que rescata la esencia de Lanzarote y, al mismo tiempo, define de alguna manera nuestra línea editorial. Cada libro es un viaje que se hace con la imaginación, por lo que en Itineraria caben desde el más puro estilo de narrativa de viajes a libros más inclasificables, pero que hablen de un lugar, o donde los escenarios de las tramas sean un personaje más, o una parte importante de la obra. Cada uno de nuestros títulos ofrece algo diferente. Por eso reeditamos Hacia el sur. Viajes por España de Virginia Woolf, donde tradujimos por primera vez al castellano sus escritos sobre sus viajes por España; o Una casa en la arena, de Pablo Neruda, en el que el chileno escribe en poesía y prosa poética sobre su residencia en Isla Negra; o El principito ha vuelto, de María Jesús Alvarado, que narra un viaje al desierto del Sáhara y un encuentro inesperado; o La intuición de la isla. Los días de José Saramago en Lanzarote, en el que Pilar del Río cuenta lo importante que fue esta isla para la vida y la obra de José Saramago. 

-En una sociedad que basa su placer en la obtención de la satisfacción inmediata y en los estímulos intelectualmente poco exigentes, la promoción y pervivencia del hábito lector como andamiaje del pensamiento crítico es un desafío complejo. ¿Existen razones para el optimismo?

-Lo cierto es que, según las últimas estadísticas, cada vez se lee más y cada vez se compran más libros. Eso es señal de que vivimos en una sociedad que intelectualmente busca la estimulación a través de la lectura, y el libro -ya sea en físico o electrónico- sigue siendo un objeto de valor. No sabemos qué pasará en el futuro, pero estamos viviendo una explosión de aparición de nuevos sellos que publican obras más desconocidas, underground, nuevos autores y autoras, u obras de escritores extranjeros, y esto hace que el panorama literario en España adquiera mucha más calidad y pluralidad. Y, por lo tanto, que más lectores encuentren su hueco y se apasionen por las historias que se narran en los libros.

-Por otra parte, parece aumentar el gusto y la experiencia escritora y cada vez más autores se animan a publicar. ¿Reciben y valoran manuscritos en Itineraria?

-Sí, desde el primer momento en que nació la editorial abrimos el buzón en la página web para recibir textos literarios. Y esta es otra de las exigencias del trabajo editorial que más disfrutamos: poder leer manuscritos inéditos y valorarlos para su publicación.

-De su trabajo editorial, difundido en las redes sociales, se desprende una cualidad casi artesana en la presentación de sus libros en pequeñas tiendas, centros culturales, fundaciones y ferias de ciudades y pueblos, uno a uno, con idéntico mimo y atención. Imagino que solo así se compite con las grandes empresas del ramo.

-Es cierto que es así, al menos así lo sentimos, y nos alegra que se aprecie. Al final, somos dos personas haciendo todo el trabajo que conlleva sacar adelante una editorial, pero desarrollamos cada una de las tareas con todo el mimo, cuidado y delicadeza del que somos capaces. Desde la selección de textos al papel que escogemos, el diseño de las cubiertas, lo que publicamos en las redes, la relación con los autores y autoras, y las presentaciones de los libros. Damos lo mejor de nosotros y eso se traduce en una relación más personalizada, tanto con los libros como con las personas. Supongo que en las editoriales grandes es difícil llegar a esto con tantos títulos que publican a diario. Aunque no dispongamos de tantos medios ni presencia como los grandes sellos, trabajar personalmente en todo el proceso editorial es lo que, al final, nos caracteriza y hace diferentes.

“En Itineraria cabe narrativa viajera y libros sobre un lugar”

-Otra fórmula para encontrar hueco en esta industria es el trabajo cooperativo de las empresas más modestas, en su caso en el marco de la Asociación de Libreros y Editores de Lanzarote Isla Literaria, que organiza la Fiera del Libro en esa isla. ¿Cómo funciona y cuáles son sus prioridades?

-La asociación Isla Literaria es un espacio de encuentro, de complicidad y de trabajo que creo que no es tan común en otros lugares de España y que debería ser ejemplo para que en otros sitios, tanto las editoriales como las librerías, se unan. Es algo necesario: crear red y que esto se traduzca en más espacios tanto de creación como de acercamiento de los libros al público. Nuestro trabajo actualmente se basa en organizar actos culturales relacionados con el libro, fomento de la lectura y apoyo a escritores locales. La Fiera del Libro es un claro ejemplo de esto. Funcionamos así, todos aportamos ideas en pos de actividades interesantes para lectores y lectoras de todas las edades de Lanzarote. Y que toda la creatividad literaria que se genera en esta isla pueda ser compartida con el resto del mundo.

-Durante años ha formado parte del equipo de la fundación José Saramago, con la que mantiene una estrecha vinculación. ¿Qué le ha aportado esa experiencia profesional a su actual desempeño?

-Han sido siete años de una experiencia muy enriquecedora, tanto de trabajo como por las relaciones personales; me refiero por un lado a la familia que se conformó dentro de A Casa Museo con los trabajadores y trabajadoras, y al trato cercano con los visitantes que, de todas partes del mundo, vienen a Lanzarote para ver el lugar donde José Saramago escribió gran parte de su obra. Poder compartir ese espacio con personas que aprecian la literatura con tanta pasión ha sido un detonante para embarcarme en la aventura Itineraria. Al fin y al cabo, me pasaba el día rodeada de libros, en uno de los espacios de creación más importantes del mundo contemporáneo y en una isla literaria por excelencia. Ahora me doy cuenta de que las cosas no podrían haber sido de otra manera.