“La confluencia de una fuerza en Canarias a la izquierda del PSOE está avanzando deprisa”
Sí Se Puede, la plataforma ciudadana que nació en Tenerife, se está expandiendo a otras islas. Sabaté, profesor de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna, estuvo la semana pasada en Lanzarote apoyando la convocatoria contra las prospecciones petrolíferas.
-Dice que hay una necesidad de reconstruir el tejido ciudadano y una demanda de fuerzas que aglutinen a la izquierda. ¿Hay posibilidades de crear esa fuerza en Canarias?
-Esa fuerza está en proceso de construcción y en los últimos tiempos ha dado saltos. Hay una tendencia de onda larga que tiene que ver con el descrédito de las instituciones en su conjunto y de los partidos políticos, incluso, aunque con menos justificación, de los que están a la izquierda del PSOE. En Canarias surgieron luchas sociales, de defensa del territorio, ambientales, y al calor de esas luchas se fue construyendo un sentimiento de que la acción político institucional era importante y había que ocupar esos huecos, sin abandonar el trabajo activo en la sociedad civil. En la primera isla que se puso de manifiesto fue Lanzarote con Alternativa Ciudadana. En Tenerife también sucede poco tiempo después, con la oposición a las torres de Vilaflor y luego Granadilla, y esto se ha ido extendido. El denominador común es la demanda de un modelo social radicalmente democrático, pero también la organización tiene que ser radicalmente democrática, horizontal, asamblearia, asumiendo incluso los costes de tiempo que tiene le modelo asambleario, pero que compensan. Nos tenemos que ocupar de las personas peor también de la defensa del territorio y el medio ambiente, local y global, y las particularidades de Canarias. Primero surgió Alternativa, después Sí Se Puede y Canarias por la Izquierda en Gran Canaria, y ahora hay un proceso donde Sí Se Puede ha empezado a funcionar activamente en Fuerteventura y en La Gomera, donde se ha hecho un congreso constituyente, y no tardará en La Palma y El Hierro.
-Más allá de las marcas, ¿puede haber una fuerza que funcione con una dirección o reivindicaciones comunes?
-Se está en proceso de confluencia y decidiendo el modelo organizativo, pero tendría que ser como es el Archipiélago canario, invita a que sea un modelo federal con protagonismo de cada isla y otras cosas comunes. Está avanzando deprisa, más rápido de lo que pensábamos.
-Estas fuerzas surgen por rechazo a algunos proyectos y defensa del territorio, pero con la crisis parece que muchas personas se pueden acercar por otros motivos...
-...y también por las insuficiencias que presentan el PSOE y CC.
-Pero las amenazas al territorio también siguen ahí.
-Si algo hemos aprendido es que los problemas ambientales y sociales son dos caras de la misma moneda. Las prospecciones son un ejemplo clarísimo: es un problema ambiental pero que pone en peligro la economía de Canarias. Realmente, aunque estamos en proceso de construcción, vamos compartiendo un ideario ecosocialista, aunando la defensa del medio ambiente con la construcción de una sociedad más justa, equitativa y democrática, y a la vez que nos oponemos, estamos construyendo alternativas, como por ejemplo energéticas, muy avanzadas. Estamos apoyando la plataforma por un nuevo modelo energético, donde han cristalizado muchas propuestas en positivo, y sobre otro modelo económico, con más peso para el sector primario, para la pesca, reconfigurando el turismo para que sea un sector económico enraizado en las particularidades de Canarias.
-Parece que en algunos temas no se avanza nada. Lo digo por el debate en Gran Canaria sobre la construcción de hoteles de cuatro estrellas, cuando parecía que se apostaba por la rehabilitación, y además con este asunto se aviva el pleito insular.
-En estos años de retroceso del pensamiento alternativo, no la ciudadanía no ha marcado los temas importantes, pero eso va a cambiar. No hay duda. Es lo que han logrado movimientos más amplios como el 15M. En cierto modo, Canarias se adelantó al 15M, con movimientos como el de Lanzarote, o Tenerife en 2004. Hay contraefectos positivos. En Tenerife hay un ayuntamiento, Buenavista del Norte, gobernado por esta nueva manera de pensar, un ayuntamiento arruinado pero que se está fomentando la implicación de la gente para hacer cosas que no cuesten dinero. Otro ejemplo es la mancomunidad del sureste de Gran Canaria y en concreto en Agüimes. Esto va a crecer en el Archipiélago.
-Las escisiones son el eterno problema de la izquierda, la incapacidad de unirse. ¿Para las elecciones de 2015 hay posibilidad de una confluencia con Izquierda Unida u otras fuerzas?
-El panorama que se abre es el espacio de voto que busca opciones alternativas a los tres partidos del modelo institucional, PP, CC y PSPOE. Se abre un espectro de voto potencial mucho más grande y creceremos todas esas organizaciones, y las más trabajadoras, más activas socialmente, somos las que vamos a crecer más. El resto de organizaciones a la izquierda del PSOE no son adversarios, son aliados potenciales, pero nosotros surgimos porque detectamos que había que construir algo nuevo también en cuanto al modo interno de funcionamiento. La izquierda organizada en torno a Sí Se Puede tiene veinte concejales en Tenerife y hay expectativas buenas de crecimiento, y las posibilidades de colaboración con otras fuerzas están abiertas.
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