“Es muy fácil darse cuenta de la tradición que tiene el balonmano en Lanzarote”
Internacional absoluto en ocho ocasiones, dos veces campeón de liga con el Portland San Antonio -una de ellas compartiendo la posición de extremo con el ex jugador lanzaroteño Ambros- y una de la Recopa de Europa, Javier Ortigosa milita desde la temporada pasada en el Chacón Lanzarote San José Obrero, al que llegó después de que su último equipo Asobal, el Torrevieja, desapareciera. Y a pesar de pasar de golpe de la élite a la Primera División, este pamplonica de 32 años mantiene intacta su ilusión por seguir practicando un deporte con mucho peso histórico en Lanzarote.
¿Qué característica destacarías del balonmano canario?
El jugador canario se caracteriza por ser un jugador valiente y con buena técnica, pero que es básicamente individual. Le cuesta mucho aprovechar lo que los demás hacen para él y hacer para los demás. En los equipos canarios, al igual que en los catalanes, es muy difícil que una jugada empiece en un extremo y finalice en el otro.
Es algo que en tu faceta de entrenador de los equipos cadete y juvenil del San José podrás contribuir a corregir...
Ojo, que no digo que esa forma de jugar sea mejor o peor, sino que es su estilo de juego. De hecho el balonmano canario ha tenido y tiene muy buenos jugadores y equipos. Pero sí es verdad que se peca de falta de continuidad en las jugadas. A veces antes que intentar resolver uno mismo de forma forzada es mejor buscar un pase más al compañero. Y ese aspecto, como todos los del juego, se puede trabajar desde la base.
¿Cómo logras motivarte para jugar en primera división después de haberlo hecho en la élite?
El balonmano es mi pasión y por lo tanto jugarlo me apasiona al margen de la categoría en la que milite. El balonmano español ha sufrido un batacazo tremendo con la crisis. Muchos equipos han desaparecido por problemas económicos, entre ellos el Torrevieja, el último en el que jugué en División de Honor después de pasar por el Ademar. Conocía la Isla por mi novia y por Ambros. El San José me abrió sus puertas y estoy encantado de estar aquí. Estar en Lanzarote es para mí como estar en casa.
Después de este tiempo en la Isla serás consciente de lo que ha significado el balonmano para Lanzarote...
Totalmente. Es muy fácil darte cuenta de la tradición que tiene el balonmano en la Isla. Casi todos los jugadores de la base son familiares de ex jugadores. Y a nuestros partidos va mucha gente que ha tenido relación con el balonmano. Gracias a la buena temporada que estamos haciendo el pabellón de Titerroy está casi llenándose. Aunque no será fácil, ojalá que podamos clasificarnos para la fase de ascenso. Tener a un equipo en la división de plata sería todo un éxito para una isla como Lanzarote.
“Ambros es para mí un referente en todo”
De las siete temporadas que militó en el Portland San Antonio, Javier coincidió con Ambros durante los que serían los últimos años del lanzaroteño en el equipo navarro. La huella que ha dejado el vigente campeón de la Copa de Europa femenina como entrenador del Györ húngaro en Ortigosa se refleja en las palabras de éste:
“Fue y sigue siendo para mí un referente en todo. Los dos jugábamos de extremo y me fijaba en todo lo que hacía. Estaba a punto de retirarse como jugador y yo acababa de llegar al equipo. Podía haberme hecho el vacío, por verme como alguien 13 años más joven que él que le iba a disputar el puesto. Pero fue todo lo contrario. Cuando acabábamos los entrenamientos nos quedábamos y él me entrenaba aparte. Me enseñó muchas cosas y me ayudó a mejorar como jugador. La forma en que me acogió dice mucho de la gran persona que es”.
Y al igual que Ambros, Javier ha comenzado a hacer sus primeros pinitos de entrenador compaginando esta faceta con la de jugador del San José: “Sería demasiado conseguir todo lo que ha conseguido él tanto con el Gyor como con las chicas del Itxako. Pero aunque todavía me queda mucho, sí que me encantaría. Y al menos trataré de tomar como ejemplo su capacidad de motivación. De hecho una vez me dijo que iba a trabajar lo máximo posible para convertirse en el mejor entrenador del mundo, y lo está consiguiendo”, señala.
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