ENTREVISTA | Elena Thomsen

“El trabajo de aprender a ser madre es un Master de la vida”

Foto: Felipe de la Cruz.
Myriam Ybot 2 COMENTARIOS 12/04/2016 - 07:27

Educadora infantil y asesora en lactancia materna, Elena Thomsen pone el acento en su condición de “nieta, hija, madre, abuela y mujer” al referirse a su formación personal. Es presidenta de la Asociación Amar y Criar. Además, forma parte de la Junta directiva de la Asociación Canaria Pro Lactancia Materna de Canarias desde el año 2001 y coordina el Grupo de apoyo al embarazo de su asociación, radicada en Tías y que cuenta con 130 socios y socias y hasta 200 consultas y visitas mensuales.

- ¿Ha afectado a la maternidad el acceso pleno de la mujer al mercado laboral?

- Mi experiencia diaria es muy variada a este respecto. Me encuentro con mujeres que desean volver al trabajo y nunca acusan desequilibrios con su vida maternal, pues coordinan muy bien los tiempos; y otras que consideran que volver a trabajar con solo 16 semanas de crianza a tiempo completo es muy pronto. Por ello, hacer una revolución pidiendo un cambio quizás no represente al cien por cien de la población. También quiero decir, sin ánimo de generalizar, que la crisis ha supuesto que muchas mujeres en paro hayan decidido aprovechar para tener hijos y asegurarse una crianza cercana que dure más de 16 semanas. Y en cuanto a la decisión de alimentar con el pecho frente a comprar leches de fórmula, muchas familias vienen a informarse para amamantar con éxito pensando que será más económico y se dan cuenta que además es muy placentero.

- ¿Las nuevas posibilidades de desarrollo profesional y personal han supuesto para las mujeres un retroceso respecto a su papel de madres?

- Me gusta buscar la parte positiva de los tiempos que corren. Pienso que para muchas mujeres encontrarse con la maternidad y las emociones que lleva impregnada esta etapa es un despertar. Con lo que, incluso si durante el embarazo creían tener muy claro el “plan de la nueva vida”, vieron caerse ese plan al vivir el “piel con piel” de esta experiencia intuitiva que ocurre tras el nacimiento del nuevo miembro de la familia. Así que, en muchos casos no hay retroceso en el papel de madre sino un avance hacia lo instintivo maternal que hace crecer más que cualquier cargo profesional. Nunca he entendido esa expresión social que interroga a la mujer que está en plena crianza con la pregunta: ¿Y ahora no estás haciendo nada? El trabajo de aprender a ser madre es un Master de la vida. Lo que sí es retrógrado es que aún no existan facilidades para poder ser libre de tomar la decisión de ser madre sin deprimir los derechos de criar y sin que signifique que te quedas fuera de la escena profesional.

- Promover la lactancia materna durante más de seis meses, ¿no se convierte en un elemento de presión sobre las mujeres, que se sienten “malas madres” si no lo hacen?

- Es cierto que la emoción de la culpa puede acompañar a la mujer que está en el trabajo pero no puede dejar de pensar en lo que se está perdiendo de su bebé o si las personas en las que delegó a su bebé estarán cuidando bien de él. Cuando una mujer me cuenta que se siente así y que su situación económica no le permite otra cosa, me siento a su lado y la acompaño, porque nada es más verdad que ese sentimiento. Y la única forma de ayudarla es instaurar el concepto de que ella está viva y echar de menos a los hijos es natural. Lo que no lo es, es este sistema de vida que tenemos. Por otra parte, en la asociación asesoramos a las mujeres que quieren incorporarse al trabajo y continuar con su lactancia ofreciéndole estrategias. Es un falso mito creer que trabajar y amamantar no son compatibles.

- El nuevo modelo familiar, monomarental o de ambos progenitores con trabajos fuera de casa ha generado conceptos como el del “apego”. ¿Qué opina de la diputada nacional que acudió a la sesión de apertura del Congreso con su bebé?

- El apego no es un concepto nuevo. Está descrito por diferentes autores en sus estudios desde 1903. Es ser aceptado y protegido incondicionalmente, es la búsqueda de la proximidad, es resistirse a la separación, protestar si se tiene miedo... Es la base de la seguridad desde la que se explora el mundo. En cuanto a la diputada, conozco a muchas madres que trabajan con sus bebés sujetos por fulares y también hay papás que lo hacen, pero claro, no salen por la tele. El acto me pareció maternal pero se ha debatido mucho sobre si fue ternura o manipulación política. En Europa hay países donde es muy normal trabajar con los hijos al lado y en España no. Y es una pena, porque somos muy efectivas si nos sentimos “menos culpables como madres”.

- Conviven en nuestros tiempos una vuelta a “lo natural”, el parto de casa, la lactancia materna, los alimentos sin procesar, con avances tecnológicos que permiten, por ejemplo, la congelación de óvulos para que la mujer elija el momento en que desea ser madre. ¿Qué le parece?

- Me parece que cuanto más despiertos estemos ante lo que comemos, sentimos, elegimos dónde parir y dónde no, lo que nos venden, etc, tendremos mejor vida y mejor muerte. ¿Avances en tecnologías? He visto milagros en familias que sin ayuda tecnológica nunca hubieran podido tener hijos. Hay un equilibrio en la vida que hay que respetar. Por ejemplo, no estoy de acuerdo en que podamos elegir el sexo de nuestros hijos, pero sí estoy de acuerdo en que los avances nos ayuden a ser madres o que podamos elegir dentro de los plazos legales si seguir con el embarazo o no.

- Las leches maternizadas de farmacia, ¿son una alternativa válida o un disparate alimentario?

- No existen las leches maternizadas, son sucedáneos de leche materna. Creo que es un invento que empezó siendo un experimento mundial sin control que ocasionó la muerte de muchos bebés y que actualmente, si se administra de forma informada y justificada, salva vidas. Un ejemplo de uso justificado es una enfermedad que impida la lactancia materna o que la madre haya decidido, informada y sin influencias ajenas a sus verdaderos deseos, no amamantar.

- ¿Es sano para el pequeño que la madre fomente el hábito de calmar un berrinche o inducir el sueño vía pecho, como si este fuera una suerte de chupete?

- La madre no fomenta ningún hábito insano al calmar a su bebé con su cuerpo. El cuerpo es donde el bebé vivió nueve meses y del que tuvo que salir de forma prematura para poder pasar por la pelvis, al contrario de otros mamíferos que nacen y caminan a los veinte minutos. Las madres no son chupetes porque primero existieron las madres y luego los chupetes, así que los chupetes son madres de goma que en muchos casos, tras instaurarse la lactancia materna, las familias pueden elegir usar. Y el sueño no se induce con el pecho sino que, al tener a la madre dentro de la boca, el bebé se duerme más seguro y lo hace antes que estando solo. Dar el pecho no solo calma emocionalmente; hormonas como la relaxina median en la lactancia como relajantes y pueden producir somnolencia a ambos mientras se amamanta.

- ¿Qué opina de la reclamación de custodia compartida que reclaman colectivos de padres?

- Opino que la custodia compartida no siempre es favorable para la salud emocional del bebé. Cada caso debe ser revisado en profundidad y de forma individual para tomar una decisión tan importante. Por tanto, no me inclino ni hacia el papá ni hacia la mamá, sino hacia lo mejor para ese bebé.

Comentarios

Hola Elena!... Muchas felicidades por tus éxitos... Las instituciones te debería de apoyar más.
A veces sale gente diciendo locuras. No es este caso, q me parece muy coherente todo lo q dice. Felicidades.

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