Inma Tabares y Belén Cuadrado toman el salón cargadas de maletas y en un momento despliegan sobre la mesa geles de calor/frío, patitos de goma de inocente apariencia, plumas, dildos de los más variados tamaños y colores, bolas chinas... Es el comienzo de una sesión de tupersex, donde descubrir las novedades del mercado del juguete erótico, experimentar  con los productos y hablar sin tapujos de las relaciones de pareja, las zonas erógenas y los atajos al placer. El buen rato está garantizado.

- ¿Se ha animado el negocio con 50 Sombras de Grey?

I.T.- Pues sí, bastante. Los libros de 50 Sombras han animado a muchas mujeres a interesarse por innovar en sus relaciones, probar con juguetes eróticos y abrirse al mundo del sexo, con más complicidad con su pareja.

B.C.- Es cierto. Este tipo de novela tan de moda últimamente ha contribuido a eliminar muchos tabúes con respecto al sexo. La gente se ha lanzado a experimentar; la respuesta al libro ha sido inmediata.

- ¿Sus reuniones son lúdicas, son pedagógicas, son formativas?

I. T.- Hay de todo un poco. Sin duda se pasa un rato divertido, eso no falla. Pero además explicamos para qué sirven los productos, cómo funcionan y por qué. Hablamos del organismo femenino, del punto G -que es un gran desconocido para algunas mujeres-, de los distintos tipos de orgasmos... Así que también podemos afirmar que el tupersex incluye algunas lecciones y aprendizajes interesantes.

- ¿Las clientas de más edad muestran más desconocimiento o más sabiduría que las jóvenes?

B.C.- En nuestra trayectoria en este negocio nos han sorprendido sobre todo las mujeres mayores, que en algunas cuestiones nos enseñan a nosotras más que nosotras a ellas. Tiene su lógica, ¡si llevan años habitando sus cuerpos!

I.T.- Pensábamos que la edad podía hacer a nuestras clientas más vergonzosas o retraídas pero es todo lo contrario. Por otra parte, las jóvenes se muestran más tímidas en las reuniones a la hora de compartir experiencias o interactuar con el grupo pero luego compran más. Lo que se traduce en que, tras el tupersex, son más atrevidas en innovar en sus relaciones.

- Su clientela es básicamente femenina. ¿Muestran las mujeres más interés que los hombres por mejorar sus relaciones sexuales?

B.C.- Las mujeres estamos mucho más despiertas y especialmente estos últimos años, con el boom de la novela erótica; buscamos más la sensualidad, el juego y los preliminares del acto sexual, que tiene que ver también con los ritmos de nuestro organismo. Y buena parte de nuestra oferta tiene que ver con ese momento de la relación sexual: lubricantes con sabores, ropa interior comestible, pinturas corporales de chocolate y vainilla…

I.T.- No está mal recordar que el tupersex no es una actividad exclusivamente femenina. Hemos tenido reuniones mixtas muy productivas y aunque no se ha dado el caso, las haríamos para grupos de chicos interesados en aprender más sobre cómo dar y recibir placer de sus parejas. Algunos de nuestros productos son específicos para el hombre.

- ¿Qué lleva a una pareja a utilizar juguetes, la rutina o la pasión?

B.C.- Los dos motivos son ciertos. Hay personas que buscan animar su relación de pareja después de muchos años, frecuentemente instalada en prácticas casi mecánicas que les funcionan, sin más. Pero también hay quien quiere alimentar una pasión nueva o aprender para cuando esta llegue.

I.T.- ¡Y los curiosos!, que han oído hablar de los juguetes y quieren saber más. También tenemos mujeres sin pareja, que buscan probar nuevas experiencias... En definitiva, se trata de añadir calidad al sexo presente o futuro, a solas o en compañía.

“El tupersex no es una actividad exclusivamente femenina. Hemos tenido reuniones mixtas muy productivas”

- ¿Cuál es su producto estrella?

B.C.- La mariposa giratoria, un vibrador que estimula al mismo tiempo varios puntos de placer femenino, gracias a sus bolas interiores que giran en círculo, la punta móvil y el animalito, que sirve para excitar el clítoris. También es muy popular el que denominamos “curvas perfectas”, un vibrador pensado para alcanzar el punto G, con distintas velocidades y turbo, anillas que se encajan en la vagina y estimulador del clítoris.

I.T.- Y en cosmética, vendemos como rosquillas el Dragón, una crema de calor para hombres que mantiene la excitación durante horas. El efecto es inmediato y como es completamente natural, puede utilizarse varias veces en una misma noche.

- Un hombre, una mujer y un dildo, ¿tres son multitud?

B.C.- (Risas) Es verdad que hay hombres que piensan que el juguete puede acabar sustituyéndolo. Pero cuando se atreven a dar el paso y a aceptarlo, ven que el juego hace las relaciones más placenteras. El dildo es el mejor amigo de la pareja, siempre que se utilice correctamente, como todo.

- ¿Recomiendan acudir a empresas o marcas homologadas o cualquier juguete improvisado es una promesa de placer sin cuento?

I.T.- No es lo mismo comprar en una página china que encontremos por Internet que acudir a empresas homologadas, que pasan sus productos por registros sanitarios y de calidad. También hay que saber qué aplicamos en nuestro cuerpo, sus componentes, el grado de seguridad que nos ofrecen los juguetes eróticos... Por eso tampoco es recomendable usar verdura o llevarse a la cama cualquier cosa que tengamos por casa. Todos hemos visto escenas de películas en los que los protagonistas acuden a los hospitales para que les extraigan los objetos más insólitos... Tenemos en la maleta productos de entre dos y 65 euros, así que no es necesario correr riesgos para animar nuestras veladas.

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