La decana de los jueces de Lanzarote, Gloria Poyatos, es titular de uno de los Juzgados de lo Social en la Isla. Fue abogada laboralista y conoce muy bien el sector porque, además, es autora de varias publicaciones de referencia sobre Derecho laboral. Poyatos asegura que hay demasiada temporalidad. “Ya no hay contratos laborales vitalicios como hace treinta años que incluso se contemplaba pasarlos de padres a hijos”.

Sostiene que la precariedad es grande, la calidad del empleo muy baja y los empleos efímeros. “Las condiciones sustanciales se han deteriorado –apunta- por efecto tanto de la crisis económica como de la globalización” y destaca que hay una gran presión sobre el trabajador porque se hace trabajar a cualquier precio: “Es un problema de oferta y demanda, pasa en todos los sectores, se aprieta al trabajador y si no quieres, pues entra otro”.

Sobre la reforma laboral del Gobierno dice que “se ha neutralizado la posibilidad de negociación a alto nivel, la protección sindical, y afecta al trabajador, al que la legislación considera como un menor de edad porque sólo tiene fuerza como colectivo”.

Ahora las empresas se pueden descolgar del convenio sectorial y negociar convenios propios. “Esto ataca la línea de flotación”, asegura. Hay un informe del Consejo de Europa que dice que la reforma de 2012 pone en peligro los derechos de la Carta social europea.

La decana de los jueces de la Isla y titular de un Juzgado de lo Social considera que las condiciones sustanciales de trabajo se han deteriorado

Dice que la conflictividad que pasa por el Juzgado ha cambiado. Antes se reclamaban derechos laborales, sindicales o modificaciones sustanciales del contrato” y ahora ya no. Y también que hay grandes empresas como Coca Cola, que abusan de las crisis, porque en Lanzarote querían subcontratar porque iban a ganar menos, “no porque fueran a perder”. 

Según Poyatos, “el contrato a tiempo parcial es una herramienta históricamente utilizada para defraudar”. Este tipo de contrato es precisamente el que se ha generalizado en el sector turístico insular aunque suele esconder normalmente una jornada completa.