“El Ayuntamiento de Arrecife se merece un suspenso sin paliativos porque tiene olvidados a los barrios, que parecen lugares tercermundistas”. Así lo considera Tito García, que estuvo un mes con baja médica después de que una arqueta en mal estado, en una acera sin ni siquiera adoquines, se dobló al pisarla mandándolo al hospital con dos costillas rotas.

García, maestro de educación física en el colegio de Los Geranios, lleva más de 10 años viviendo en la calle Muyay de Altavista, donde tuvo el percance, y en este tiempo no ha visto “a nadie” del Ayuntamiento interesándose por las graves deficiencias en infraestructuras básicas del barrio y tomando medidas.

Su caso es uno más del montón de quejas que en el último año se han dirigido al alcalde de Arrecife, Manuel Fajardo Feo (CC), que en ese periodo ha tenido que firmar en torno a un centenar de decretos tramitando reclamaciones exigiendo la responsabilidad patrimonial de la institución por daños personales o materiales, principalmente por el deficiente estado de las calles de la ciudad.

En su denuncia, García critica el “mal estado del pavimento” y la falta de “señalización alguna que avisara del mal estado” de la arqueta. El golpe lo dejó tirado en el suelo, asfixiado, hasta que un vecino se dio cuenta y le socorrió.

Dice que la reclamación económica al Ayuntamiento, unos 900 euros, es lo de menos, que lo importante es que la institución atienda de una vez a numerosas partes de la ciudad que están hechas un “desastre”. Especialmente los barrios, sostiene, “tienen graves carencias en infraestructuras básicas como aceras, asfaltado de calles o parques infantiles”.

También considera que los dirigentes del Ayuntamiento deben asumir su “responsabilidad” y no preocuparse solo de pedir el voto cada cuatro años. “A mí no me engañan más”, sentencia.