Este jueves se inauguró en el Auditorio de Jameos del Agua la decimosexta edición del Festival Internacional de Cine de Lanzarote con el estreno de Evolution, una coproducción rodada en la isla por Lucile Hadzihalilovic y que consiguió el premio del jurado en el pasado Festival de San Sebastián. El “plato fuerte”, dice Ismael Curbelo, serán los 80 cortometrajes de la Selección Oficial.

- ¿Cuál fue el germen del Festival de Cine de Lanzarote y cómo empezó su vinculación con él?

- Era 1996 ó 1997. Me acuerdo perfectamente de que fue en la sala 4 de los Multicines Atlántida, y que vinieron Juan Carlos Fresnadillo —que había estado nominado a los Óscar por su corto Esposados— y Mateo Gil. Desde pequeño había sido un flipadillo del cine y tener la posibilidad de ver aquellas obras y de acercarme a los realizadores me pareció maravilloso. Cada año me fui vinculando un poco más, colaborando como voluntario con el departamento de Juventud del Cabildo.

- La Muestra terminó con la aparición de los Screenings. ¿Cómo surgió la idea de regresar?

- Cuando empezaron los Spanish Film Screenings, el Cabildo entendió que era suficiente cine y paró la Muestra de Cine de Primavera (Muestra de Cine Pedro Paz). En el año 2000, por esa pena de tener sólo la oferta de los cines comerciales, es cuando propongo al área de Cultura retomar la muestra.

- ¿Qué ha sido lo más gratificante y lo más difícil en estos dieciséis años al frente del Festival?

- Trabajar con las instituciones tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. La burocracia ralentiza los procesos pero no queda otra que entender que esto es así. Las mayores alegrías me las he llevado al ver la sala con espectadores. Me sigue emocionando. Me gusta mucho ir al Teatro, sentarme en la parte de arriba y ver las cabecitas. Los mayores sin reparos también son muy gratificantes porque significa que muchos mayores vuelvan al cine. Hace dos años, en la sesión de cortos juveniles, escuché a un niño diciéndole a otro “esto sí que está guapo”. Aquello se me clavó. Lo que más me entristece es que la gente no vaya a las salas. No saben el trabajo que hay detrás de cada producción…

“Viene una época dorada para los rodajes en Canarias. Los incentivos fiscales nos están colocando en el mundo”

- La Lanzarote Film Commission cumple un año de funcionamiento. ¿Qué equipo tienen y qué trabajo están desarrollando?

- Los trabajadores de la Sociedad de Promoción Exterior atienden las solicitudes de información y Fisme Producciones se encarga de los aspectos más técnicos (localizaciones, etc.). No se trata sólo de buscar un paisaje, sino de encontrar aquel que cuente con una infraestructura alrededor que permita el rodaje: debe ser accesible y tener espacio para montar un campamento. Si no, se descarta.

- Lanzarote es Reserva de la Biosfera y Geoparque. El 40% de la isla está protegida. ¿Qué tal gestionan esta realidad?

- Tenemos claro qué es lo que se puede hacer y qué es lo que no se puede hacer. Algunas propuestas las descartamos desde el primer momento porque van contra la normativa. Lo que sí estamos intentando es que todos los ayuntamientos tengan una única ordenanza: unificar los criterios para que las producciones tengan claro el funcionamiento y no se vuelvan locos. Ahora, en una misma localización [La Geria, por ejemplo] te puedes encontrar tres municipios y tres normativas distintas.

“En el Festival veremos cortos de gente muy joven y de directores que han estado en Cannes y Sundance”

- ¿Qué rodajes tienen previstos para 2016?

- Viene una época dorada para los rodajes en Canarias. Los incentivos fiscales nos están colocando en el mundo. Somos conocidos ya entre productores muy importantes y nos están llegando muchísimas solicitudes de información. Rodar en una isla encarece todo muchísimo —todos sabemos lo que cuesta el transporte, la cesta de la compra, los billetes de avión para los no residentes, etc.— y los incentivos fiscales nos equiparan a cualquier continente. A principios de año se rodó en Lanzarote Kaleidoscopico Man y ahora mismo hay una película internacional en fase de preproducción y varias pendientes. Una producción alemana está ya localizando para grabar en febrero de 2017 y la próxima semana tenemos un spot de coches. Las publicidades son constantes, no paran en todo el año. De muchas no podemos hablar por exigencias de confidencialidad, pero se está haciendo muchísimo trabajo de moda. Hace nada se hizo un spot de Cartier. En abril tenemos otra producción parecida y para 2017 se esperan dos o tres pelis en la isla.

- ¿Qué mensaje daría a los potenciales espectadores del Festival? ¿Por qué acercarnos al Auditorio de Jameos o al Teatro Insular hasta el 16 de abril?

- Sobre todo: que el cine se tiene que ver en comunidad, porque la película no se acaba cuando termina la proyección… sino en la charla de después. Recuerdo ir al cine de las tres, salir a las cinco y quedarme hablando hasta las tantas. Era otra forma de revivir la historia, de prolongarla. Creo que los precios del Festival no serán ningún impedimento. Les invito a que se acerquen sin prejuicios a ver los cortometrajes, que de ninguna manera es un género menor: son películas que aprovechan el tiempo al máximo. En una hora, veremos 5 ó 6 historias completamente distintas y muy ricas. Algunas hechas por gente muy joven, otras son de directores que ya han pasado por Cannes o en Sundance.