EL PASEO
Por Saúl García
Se nos va un año muy electoral que aclara pocas cosas. Coalición y PSOE pactan sin ninguna convicción, que llega al extremo en el Cabildo de Lanzarote. La provisionalidad es el leit motiv del año y de San Ginés, que se ha empeñado en vivir peligrosamente...
Política. Se nos va un año muy electoral que aclara pocas cosas. Coalición y PSOE pactan sin ninguna convicción, que llega al extremo en el Cabildo de Lanzarote. La provisionalidad es el leit motiv del año y de San Ginés, que se ha empeñado en vivir peligrosamente para mayor gloria de intereses privados convertidos en problemas generales: desaladora de Montaña Roja, Museo atlántico o Plan Especial de La Geria. Y no se ve otro horizonte. En el principal ayuntamiento de la isla, Arrecife, las cosas no han ido mejor. En este caso, el alcalde tiene mayoría pero no sabe qué hacer con ella. Acumula más problemas con sus compañeros de partido que con sus socios y no aborda los problemas de la ciudad. Para rematar, tanto San Ginés como Montelongo acaban el año imputados (o investigados). Cuando uno se tiene que ocupar tanto de sus problemas es difícil que se ocupe de los de los demás.
Empleo. Nos hemos acostumbrado a vivir con un paro superior al treinta por ciento como si fuera normal. Terminamos el año con más de 13.000 parados a pesar de una ocupación de casi el noventa por ciento, de que han abierto grandes superficies, se han rehabilitado complejos turísticos... Mientras administramos la rutina y la miseria nos estamos acostumbrando a la precariedad laboral (muy alta en el sector turístico y hostelero), a la economía sumergida (contra la que dicen que van luchar los propios empresarios con una subvención de 60.000 euros del Cabildo), a la pérdida de derechos, a no protestar, y a la caridad para poder subsistir. Aunque haya sido una sorpresa monumental, con este panorama no es extraño que haya sido la fuerza más votada al final del año un partido que habla de una realidad mayoritaria para la gente y no de un entorno privilegiado.
Tribunales. La Justicia va lenta pero algo camina. En 2015 llegaron las primeras condenas de los casos Unión y Yate (las de Batllori y Juan Pedro Hernández). Se ha iniciado el caso Inalsa, se ha reactivado Montecarlo, se ha juzgado La Bufona, Reyes entró en prisión y terminó la instrucción de Stratvs. Demasiado trabajo para los Juzgados, pero necesario. Los casos de corrupción son un lastre para todos pero sería peor para el futuro si no se juzgaran. 2016 será parecido.
Feliz año nuevo.
Comentarios
1 Observador Vie, 01/01/2016 - 11:48
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